'Ena': El abismo en el que caímos todos a través de la vida de una reina desdichada

Por fin llegó. Hemos tenido que esperar demasiado por culpa de decisiones cuestionables de la cadena, pero el pasado 24 de noviembre se estrenó en La 1 'Ena', biopic de la reina Victoria Eugenia, esposa de Alfonso XIII a través de 40 años de su vida, protagonizado por Kimberley Tell y Joan Amargós en el papel de los monarcas y con el guión de Javier Olivares ('Isabel', 'El Ministerio del Tiempo') adaptando la obra de Pilar Eyre.

Seis capítulos que se han coronado como la serie más vista del año en España contra muchos pronósticos en una TVE que parece haber descuidado la ficción que tantas alegrías le puede dar en cuanto a marca y prestigio.

Juegos de poder en una España que se desmorona

"Así que pasen cinco años, existe un pozo en el que caeremos todos" cita Lorca (Ángel Ruiz, el mismo de 'El Ministerio del Tiempo'), una frase que puede definir perfectamente la historia de España que se retrata en esta serie, los primeros 45 años del siglo pasado marcados por una inestabilidad política que llevó, a la larga, al país a uno de los períodos más oscuros de su historia con la dictadura franquista.

'Ena' es una ficción política disfrazada de drama de época y es un elogio, apreciando por mi parte que Javier Olivares se ha atrevido a contar lo que muchas veces no dejan contar al utilizar la vida de la reina Victoria Eugenia para ello.

Era fascinante ver a gente quejarse, antes del estreno, de un posible blanqueamiento de la monarquía española aquí pero la realidad es que dista muy lejos de ser algo "promonárquico" y no esconde al mostrar los males de tan sagrada institución a la que cuesta cuestionar en la propia televisión pública.

Cabe destacar que todavía existe en el cajón una miniserie llamada 'Tres días de abril' que fue censurada por mostrar algunas cosas que ha evidenciado 'Ena'.

Y una de las cosas que más me han puesto los pelos de punta es enseñar a Lorca tras ser fusilado, su cadáver en una fosa común sin tapujos.

No quiere decir que 'Ena' haya sido perfecta tampoco, el primer episodio se enrolla un poco en su propio ritmo desigual y no logra hacer tan interesante como parecía la historia del anarquista Mateo Morral, que atentó contra los reyes el día de su propia boda. Si bien era curioso lucir las dos realidades de una España que vive en el privilegio y otra que está oprimida por él, no logra convencerme del todo la forma en la que se hizo.

Poco a poco, me fue ganando más y más el producto y tener a Mariano Peña de Primo de Rivera ha sido un pequeño regalo. Una época oscura muy poco tratada en nuestra ficción nacional.

He gritado y todo cuando he visto que se han atrevido con los vínculos de la monarquía española con el nazismo en aquella época.

En rasgos generales se puede decir que 'Ena' es una serie muy valiente que se suma a 'Las abogadas' y 'Asuntos internos' a desmitificar algunas mentiras de nuestra historia reciente a través de la televisión pública. Algo necesario en los tiempos que vivimos donde se desea falsear nuestro pasado para construir un nuevo relato.

La catastrófica historia de amor entre Victoria Eugenia y Alfonso de Borbón

Si hay algo que nos deja claro 'Ena' es que los Borbones son todos iguales, dan igual que sean abuelo, hijo o nieto el patrón se repite siempre.

Victoria Eugenia no tuvo una vida fácil. Fue una mujer que vivió con bastantes lujos y caprichos pero despreciada por su propia familia especialmente por la hemofilia que heredaron sus hijos.

Ella tenía una visión algo más moderna de la monarquía, quizás algo idealizada por esta serie, pero trabajó por traer adelante la Cruz Roja a España y mejorar así el sistema sanitario, si bien en un sistema más basado en la caridad que en cualquier otra cosa.

Su marido Alfonso XIII al poco tiempo se cansó de ella y empezó a maltratarla, además de ponerle los cuernos con otras mujeres, la cual destaca la actriz Carmen Ruiz Moragas (Natalia Huarte), con la cual también tuvo hijos.

Hablando de actores, se siente criminal que TVE decidiera doblar la serie porque estropea una parte importante del magnífico trabajo de Kimberley Tell, fantástica como Victoria Eugenia, una mujer frágil y a su vez fuerte que sobrevive en un mundo donde nadie la quiere ni es bien recibida. Su aprendizaje al español es destruido por un doblaje muy falso, pero no resta eso ni un ápice del talento que ha demostrado.

Al mismo nivel que ella está un increíblemente carismático Joan Amargós, que se corona (y nunca mejor dicho) como uno de los mejores actores jóvenes de este país ahora mismo. Con amplia experiencia teatral, logra ser odioso pero a su vez muy creíble y humano como ese monarca poco querido pero mujeriego, seductor y muy carismático interpretado a la perfección.

Ambos están en la treintena pero clavan la madurez con el paso de los años con un envejecimiento muy conseguido.

Secundarios como Elvira Mínguez, Juan Gea o Pedro Mari Sánchez también elevan el resultado final, así como una estupenda Natalia Huarte como la actriz con la que nuestro coprotagonista tuvo esa relación. Por supuesto, intervenciones capitulares de grandes como Ángel Ruiz como Lorca, Mariano Peña como el dictador Miguel Primo de Rivera o en el capítulo final Julián Villagrán como Alfonso Assía, el periodista que entrevista a la reina en 1945 mientras son espiados.

'Ena' es la consagración del actual modelo de ficción histórica de TVE que se debe seguir explotando, un gran éxito de audiencias con el trono (no puedo evitarlo) de la serie española más vista del año que debe marcar el camino a seguir de la televisión pública, que cuente nuestra historia con valor y sin fitro a través del entretenimiento. Para un servidor, el mejor trabajo de Javier Olivares, con sus aciertos y sus imperfecciones.