'En fin': Vivir después del (no) fin del mundo

Una divertida, si bien no particularmente buena, sátira sobre cómo sería el apocalipsis aquí y cómo retrataría de manera exagerada a nuestra sociedad, en tan sólo seis capítulos.

'En fin' parte desde una premisa original: ¿cómo sería el mundo si el anunciado apocalipsis al final no llegara?.

El mundo y, en particular lo que vemos, España se enfrenta al postapocalipsis tras una sociedad que tras perderlo todo por derrocharlo en lo que creían sus últimos días de vida debe empezar de nuevo. Nuestro protagonista, Tomás (José Manuel Poga) es uno de ellos, que se despierta en mitad de una orgía tras haber abandonado a su esposa Julia (Malena Alterio) y su hija, él emprenderá una aventura para volver a recuperar el amor perdido.

Mientras tanto, vemos parodias de espacios de telebasura de nuestra televisión anunciando ese fallido apocalipsis.

Creo que 'En fin' no llega a ser del todo una buena serie pero cumple como un entretenimiento original, lejos de la maravilla que llegó a ser 'Malviviendo' y otros buenos proyectos de David Sainz, pero fiel a su encanto particular.

Un reparto lleno de grandes estrellas de la comedia

'En fin' es el primer proyecto como protagonista de José Manuel Poga, talentoso actor desconocido por muchos hasta su llegada a 'La Casa de Papel' pero que ha participado en películas como 'Grupo 7' o 'La trinchera infinita'.

En un salto más grande, el actor gaditano está a su muy buen nivel habitual tirando de su gracia habitual para interpretar al canalla protagonista.

Más conocida es Malena Alterio, reciente ganadora del Goya, que parece que vuelva a interpretar a Belén de 'Aquí no hay quien viva' aquí. Gran actriz pero algo encasillada, sigue siendo divertida.

Raúl Cimas, Luisa Gavasa, Pepa Rus, Leonor Watling, Chenoa y un Moranco son algunos de los actores habituales o invitados que pasan por esta absurda serie.

'En fin' es una absurda comedia disfrutable, no al nivel de 'Malviviendo', pero sí una propuesta original que llega a la ficción española para hacer algo diferente. Se ve en un breve rato.