Este episodio, debut de Sarah Paulson como directora (que ha hecho un buen trabajo), ha supuesto un cierre para muchas de las tramas de 'Murder House': desde los Harmon hasta Constance Langdon pasando por la criada que interpretó Frances Conroy.
Ha sido un cierre más que correcto pero quizás el happy end en muchas ocasiones se ha sentido algo empalagoso, especialmente en la trama de Tate y Violet (que veo un poco problemático que se líe así porque sí con el hombre que tanto la perturbó).
Pero todo brilla cuando tienes de nuevo a la diva suprema Jessica Lange, que si bien me hubiese gustado que su participación fuera mayor, ha elevado el nivel con sus momentos de vieja tarada alcohólica (ahora muerta).
El apocalipsis ha llegado
El fin del mundo ha llegado a 'American Horror Story' y las brujas no han podido evitarlo, Michael Langdon ha arrasado con todo al convertirse en el Supremo.
Ryan Murphy nos está dando una de las mejores temporadas de su saga, una serie que acostumbra a ser irregular pero que se ha puesto muy interesante al combinar una de las mejores temporadas ('Murder House') con una de las más flojas ('Coven') con un buen resultado.
Con todo ya explicado, los restantes cuatro capítulos prometen mucho y esperemos que el que en su día fuese el creador de 'Nip/Tuck' sepa cómo cerrar una historia que está al rojo vivo.
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