Ante la posibilidad de que las series pasen a ser competencia exclusiva de plataformas de pago, Televisión Española se debe plantear un nuevo escenario en su ficción, que siempre ha sido marca de la cadena, y crear una nueva marca que la posicione en un referente televisivo de calidad.
En este artículo se expondrá las ventajas de ello y también unas cuantas críticas negativas a la gestión que han llevado estos últimos años.
La financiación de cultura con dinero público debe ser algo esencial en un Estado y eso la incluye en el terreno de lo audiovisual.
Por eso, el Gobierno siempre destina un porcentaje de nuestros impuestos a subvenciones al cine español (de mayor calidad cuyo tópico asegura que es), del cual RTVE es una de las principales productoras.
Por extensión al cine, también viene bien destinar un porcentaje de ese presupuesto a la producción de series para evitar el monopolio de multinacionales extranjeras sobre el mercado español, tirando de presupuestos medios y siempre por la calidad y variedad.
Crear marca
Otra de las necesidades que tiene TVE como grupo es crear una marca de su ficción de calidad con riesgo y variedad.
En este caso series como 'Cuéntame cómo pasó' serían un fuerte apoyo por su calidad, prestigio y buena audiencia, aunque evidentemente no se pueda tolerar que algunas productoras hagan chanchullos con dinero público, porque eso es muy grave.
Ficción generalista y ficción más "de autor"
Para crear una buena marca lo mejor es apostar por dos tipos de series: una ficción generalista hecha para atrapar a un gran público y una de autor para públicos más específicos.
La apuesta por series como 'La Caza. Monteperdido' da visibilidad a la televisión pública con algo de calidad que no innova en nada pero que ha conquistado a un alto número de espectadores, haciendo que un público no habitual conecte con la cadena.
En la otra cara tenemos algo como 'Malaka', un thriller de carácter más local que por su ritmo y estructura no va a atraer a una gran audiencia. El estreno fue alto pero después se han quedado (y parece haberse estabilizado) únicamente unos 1,3 millones de espectadores. Sin embargo, es una producción que dignifica la ficción de la cadena con un producto de calidad que se aleja de los estándares de la televisión generalista, más cerca de la buena televisión de pago.
Como ni uno ni otro modelo es necesariamente mejor, es bueno dar luz verde a ambos para dar la sensación de variedad.
Menor presión por parte de la audiencia
Otra cosa que debe hacer TVE es asumir que a estas alturas pocas series van a hacer grandes datos ya ante el exceso de competencia y una burbuja al borde de estallar.
"¡Pero es que TVE está produciendo series que no interesan a nadie, no quiero que mi dinero vaya a eso!" puedo escuchar ya a gente quejarse. Esto en cierta medida es un mito falso, las series de plataformas y cadenas de pago hacen mucha menos audiencia que una en TVE y cualquier otra generalista a nivel estatal, simplemente tienen otras formas de distribución y financiación, haciendo que para Antena 3 y Telecinco sean poco rentables.
Eso en La 1 debe dar igual, puesto que al ser una cadena pública sin anuncios sólo debe velar por la fidelidad del producto siempre y cuando tenga una base fiel y sólida de espectadores (pongamos más allá de un millón y pico). No es lo mismo apostar por productos no tan mayoritarios que convivir con el fracaso.
Audiencia más allá de lo lineal
En pleno 2019 es anticuado quedarse únicamente con la audiencia de la emisión en lineal de un producto. Quizás las privadas por temas publicitarios no tengan más remedio, pero TVE debe dar visibilidad a sus audiencias en diferido y oficializarlas como tal.
En cierta manera, ya lo hace, pero quizás debería lanzar notas de prensa en su web mostrando la audiencia total de sus productos.
Esto beneficia en gran parte a productos como 'Estoy vivo', que tras su discreto dato en emisión lineal de 1,4 millones (9,4%), sumó tan sólo en la misma noche 124.000 espectadores, superando así los 1,5 millones, más todo lo que pueda sumar a lo largo de una semana, que no la dejará demasiado lejos de los 2 millones de espectadores. No creo que se pueda hablar de fracaso de un producto en esas condiciones, menos en los tiempos que corren.
Se beneficia también 'Malaka' o el serial diario 'Servir y proteger', que en varios días han llegado a liderar el VOSDAL.
Enfrentarlas a duras competencias
¿Es eso una táctica de suicidio? Quizás, pero no lo creo yo. En tiempos donde un único programa de telebasura arrasa allá por donde pasa TVE debe ofrecer una alternativa de calidad a esos productos, por eso estrenar 'Estoy vivo' en jueves ha sido un gran acierto y deben mantener ese día como uno ideal para sus series estrella y es mejor enfrentarlas a telerrealidad que a otras series.
Ficción cultural para La 2
Una propuesta que se le ocurrió a la usuaria vivalarepublica y que me parece perfecta es la apuesta de ficción de caracter cultural para La 2, aprovechando la temática de la cadena.
Series biográficas sobre personajes históricos, series basadas en novelas de literatura más clásica o literatura más densa, que deberían ser promocionadas en el canal principal, sumadas a las reposiciones de series míticas de TVE, que darían más visibilidad al tan necesario segundo canal.
Más ficción familiar de producción propia para Clan
Producción de series de animación educativas para Clan pero también de vez en cuando alguna para el prime time sabatino del canal infantil de TVE, series de calidad que puedan juntar a toda la familia pero que quizás a estas alturas no triunfarían en el canal principal, que no traten a los niños como idiotas pero a su vez puedan gustar al público adulto.
Evitar el enchufismo a productoras
Si bien no estoy en contra de que productoras ajenas financien series de la televisión pública, se debe evitar que éstas produzcan series de discutible calidad que restan prestigio a la cadena y están condenadas al fracaso.
Productos tan lamentables como 'El Continental' no pueden tener cabida en una cadena como La 1. Porque a veces en apuestas arriesgadas se puede fallar, pero nadie en su sano juicio hubiera sido capaz de considerar que eso podía triunfar.
A eso se pueden sumar otras ficciones como 'iFamily' o 'Fugitiva' entre otros desastres. La defensa de una televisión pública también pasa por criticar lo malo que tenga de ella.
Se avecinan tiempos difíciles para la televisión generalista, al menos en su ficción, pero el acceso gratuito a la cultura debe ser un derecho y TVE debe ser el motor de la industria española. Nosotros, como espectadores, debemos apoyar sus buenos productos y criticar los malos, siempre con intenciones de que las cosas se hagan bien. Ése debe ser el futuro de la ficción gestionada con dinero público, algo muy necesario y que no debe ser únicamente competencia de multinacionales.
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