'Doctor Who': Una historia sobre pequeñas y grandes historias

'Doctor Who' acaba de despedir su décimoquinta temporada, la segunda tras el regreso de Russell T. Davies y, desgraciadamente, la última de Ncuti Gatwa como el 15º Doctor.

Una tanda de capítulos que no dejará indiferente a nadie tras la mejor racha desde la marcha de Peter Capaldi, con un futuro confirmado pero con una dirección repleta de dudas.

Pero sea cual sea el futuro de 'Doctor Who', cerramos una etapa muy interesante pero demasiado breve hablando de historias, muchas historias. Una temporada sobre pequeñas y grandes historias.

Las aventuras del Doctor y Belinda

Uno de los desaciertos que ha tenido esta temporada es que a partir del cuarto episodio no han sabido qué hacer con Belinda. Un personaje que debutó por la puerta grande y con una dinámica muy diferente a lo que habíamos tenido hasta la fecha que terminó siendo más genérica y secundaria de la cuenta.

Y es una pena porque Varada Sethu ha estado fantástica como actriz, especialmente en los tres primeros episodios.

¡Pero oye, todos los capítulos han sido muy buenos!

Con una tónica similar a la temporada pasada, 'Doctor Who' sigue apostando por historias únicas y creativas con un talento más diverso que nunca.

En ese sentido, 'Lux' ha sido mi capítulo favorito de la temporada y uno de los mejores de esta era, la aventura ambientada en el Miami de principios de los 50 donde el Doctor y ella se enfrentan a un dibujo animado y acaban siendo parte de un show de ficción con errores de continuidad y conociendo a sus fans.

Pero también he disfrutado encarecidamente de 'The Well', la secuela de 'Midnight', que recupera al ente misterioso fiel al espíritu de tensión y emoción que la historia original.

Este talento diverso nos ha dado 'The Story & The Engine', con el que hemos ido hasta Nigeria en el año 2019 con un capítulo escrito por un poeta de allí, acercándonos a la mitología africana.

Y también hemos sido testigos de una visita a un Eurovisión espacial en 'The Interstellar Song Contest', el episodio más caro de la serie, escrito por la guionista trans Juno Dawson.

Todo mientras el Doctor y Belinda trataban de volver a casa el 24 de mayo de 2025 mientras la TARDIS no les dejaba.

¿'Doctor Who' narrada por un incel? Cómo puede ser eso.

Las historias han sido una temática central en esta temporada, siendo el episodio 'Lux' el mejor en este sentido al hablar de 'Doctor Who' como una serie que inspira a sus fans.

También en 'The Story & The Engine' las historias daban motor a la máquina que iba avanzando hasta llegar a su destino. A veces, una simple historia cotidiana, podía tener un inmenso valor.

Pero también hay otro tipo de historias, que son pura ciencia ficción: los bulos. El episodio 'Lucky Day' nos trajo de vuelta a Ruby Sunday (Millie Gibson), la compañera de la temporada pasada, con un nuevo novio, Conrad Clark (Jonah Hauer-King).

Conrad se hace pasar por un interés romántico de ella pero es un simple difusor de bulos que sueña con un pasado que no vivió, que intoxica y destruye la democracia polarizando a la sociedad. Una combinación de lo peor de Íker Jiménez y Pablo Motos que sueña con un mundo "feliz" donde nadie se cuestiona sus problemas pero donde las minorías no existen y las dudas están penalizadas.

Así que combinando 'Wandavision' y 'Years and Years', 'Doctor Who' nos ha llevado a una distopía fascista propia de la otra serie destacable de Davies, satirizando a la ultraderecha moderna... ¿Y a J.K. Rowling?

Y lo cierto es que Jonah Hauer-King está estupendo en el personaje, si bien con un papel bastante reducido en el capítulo final, pero se desprende totalmente de lo que fue ser el príncipe Eric en el live action de 'La Sirenita'. Tengo dudas sobre su desenlace pero probablemente se haya convertido en el personaje más odioso de todo 'Doctor Who'.

También hemos recuperado a una mítica villana de la serie clásica y... por partida doble. Magníficas tanto Archie Panjabi como Anita Dobson en el papel. Si contamos el cameo de Jonathan Groff da la sensación que se ha paseado medio Hollywood por el final.

Lo cierto es que la Rani ha muerto fácil y de forma cómica, pero creo que la volveremos a ver.

El capítulo final ha sufrido de muchos de los excesos que caracterizan a Davies y es que derrotar a los villanos siempre es fácil, ya sea con armas programas o deseos formulados.

Adiós a Ncuti Gatwa y... ¿Hola Billie Piper?

Ésta es la parte más dura, sí.

He adorado absolutamente cada minuto de Ncuti Gatwa como Doctor y por eso me duele que haya sido el primer Doctor desde Eccleston en romper la regla de las tres temporadas para quedarse únicamente en dos que, además, han sido muy cortas.

Los retrasos de producción ante la indecisión de Disney han provocado la marcha del joven actor, atareado con un nuevo proyecto teatral, pero es frustrante porque todavía daba la sensación de que quedaba mucho que contar con él.

A pesar de todo, la parte de su despedida ha sido el pico alto de este final de temporada sobre todo cuando hemos vuelto a ver a Jodie Whittaker, que aunque sea breve, tenerla de la mano de Russell T. Davies la hace especialmente maravillosa.

Ncuti se ha ido con el mismo carisma con el que debutó y estaré deseándole ver en nuevos proyectos... Y algún día de nuevo en la serie.

Pero mientras nos secamos las lágrimas también tenemos que procesar el regreso de Billie Piper ¿como la 16ª Doctor? ¿U otro personaje? La actriz que interpretó a Rose Tyler, la primera companion que conocimos los que debutamos con la serie moderna, regresa doce años después de su última aparición. ¿Pero para qué? Nos pasaremos un largo tiempo con estas dudas.

Mientras no sabemos cuándo vuelve, 'Doctor Who' estrenará más adelante el spin-off 'The War Between the Land and the Sea' también en Disney+.

Con sus aciertos y desaciertos, la décimoquinta temporada de 'Doctor Who' ha sido lo mejor que nos ha ofrecido la serie desde 2017, un gran año lleno de grandes historias con un Ncuti inmenso que mereció más tiempo. El futuro es brillante, aunque sea lejano. Larga vida a 'Doctor Who'.