De '4 estrellas' a David Broncano: el cambio y el riesgo que afronta La 1 en su prime time

Entre ellos están la llegada de 'El gran premio de la cocina' a las sobremesas y 'Valle salvaje', una nueva serie diaria, con horario aún por confirmar, pero el más mediático ha sido el fichaje de David Broncano y su equipo de 'La resistencia' para liderar el access prime time del canal, algo que ha venido también cargado de polémica.

El 23 de abril de 2023, prime time del domingo, debutó '4 estrellas' en La 1. Una nueva serie diaria, de más alto presupuesto de lo habitual, para el access prime time de lunes a jueves.

Producida por Daniel Écija, con nombres como Borja González Santaolalla o Ángel Turlán en el guión, y protagonizada por Toni Acosta, entre otros nombres importantes de la industria, se posicionaba como una comedia dramática costumbrista alejada de los melodramas habituales entre las diarias.

Una apuesta arriesgada que, sin nunca llegar a brillar del todo, sí resultó ser un acierto con audiencias superiores al millón de espectadores y orbitando el 8% de share, datos no particularmente boyantes pero sí tirando a correctos.

Más allá de eso, se logró crear un pequeño fenómeno fan a raíz de la relación lésbica entre Luz y Ainhoa, que empezó a hacer cada vez más ruido en Twitter.

'4 estrellas' fue la principal víctima por la competición de las audiencias contra Telecinco por una ajustada segunda plaza y, también, por retener el doble dígito en la media mensual y, cuando la serie se había quedado en un público concreto sin visos de subir más pero en registros aceptables, empezó un maltrato constante de quitar y poner capítulos, cortarlos por la mitad y demás para intentar, sin éxito, rascar audiencia con otros formatos, idea que no funcionó. Los datos empezaron a mermar poco a poco y, finalmente, TVE dejó de darle algo de valor.

El fandom ha intentado buscar explicaciones a eso, principalmente creen que RTVE no quiere emitir contenidos con mensajes progresistas pero es un argumento bastante débil cuando, prácticamente, toda su programación es un caos. Ya que aunque 'La promesa' sea la joya de la corona por su más alto share, doblar capítulos sin ton ni son también forma parte de ese mareo habitual.

La respuesta a este erróneo comportamiento por parte de la televisión pública responde a estar sometida a un Parlamento que le exige datos de audiencia pero sin nunca apoyar una financiación y una renovación del Consejo de Administración además de leyes audiovisuales más justas. Todo desde aquel fatídico 2012 donde el Partido Popular desmanteló a la cadena que presumía de liderazgo y la hundió en audiencias en tiempo récord. Todavía ha sido incapaz de recuperarse de aquello porque no tiene los recursos necesarios para hacerlo.

Que La 1 no pare de cambiar su programación sin parar es una tragedia, especialmente en lo que a series se refiere, la mayoría maltratadas.

'4 estrellas' ha sido víctima de una nefasta gestión de TVE mezclada con unas exigencias parlamentarias y es triste eso. También algunas decisiones narrativas en la última temporada han dejado un poco que desear.

Pero aunque el serial se vaya a despedir por la puerta de atrás merece una salida digna aunque sea en un prime time semanal sustituyendo al cine estadounidense, porque el cajón de cuentas pendientes de RTVE ya está lleno, decídselo si no a 'El puente de las mentiras'... O a 'Detective Touré'.

Pero de la misma manera que La 1 debería tratar mejor sus productos porque, de verdad, es un auténtico desastre, también está en su derecho de reemplazar una cosa por otra si cree que esta segunda le puede funcionar mejor. Que a lo mejor no, pero la pública más que ninguna otra debe arriesgar.

Y ese riesgo ha sido la mediática llegada de David Broncano, el humorista de moda que durante años ha sido una gran alegría para Movistar y que ahora salta a La 1 para aportar aire fresco a la programación.

Tristemente, periódicos de ultraderecha mediática financiados por gobiernos autonómicos del PP, han puesto la diana en el humorista acusándolo sin pruebas de estar puesto a dedo por el PSOE para tratar de quitarle audiencia a 'El Hormiguero', el programa más visto de la televisión, y que desde la pandemia incorporó una tertulia de posición crítica con el gobierno que incluye la difusión de bulos del entorno de la extrema derecha.

'El Hormiguero' no ha sido el único programa que ha tenido una deriva política con tendencia hacia la derecha, aceptando bulos de la extrema derecha cuando fortalecen su discurso, también lo ha hecho Ana Rosa, 'Cuarto milenio' (y su 'Horizonte') e incluso Telecinco ha cambiado su programación para favorecer los intereses del Partido Popular, pero reculando en el último año con fichajes más alejados de la política como Carlos Franganillo.

Es probable que TVE quiera quitarle audiencia a Pablo Motos, pero no por motivos ideológicos, si no por lo complicada que ha sido su competencia siempre para su prime time, pero tampoco es el objetivo exigido para el humorista, cuyo dato obligado por contrato está muy lejos de lo que hacen las hormigas habitualmente: un 7% de share.

Evidentemente, ese dato en bruto es inservible, pero las condiciones del contrato siguen: aumentar la audiencia entre el público joven en La 1 y los visionados en RTVE Play, también como espacio de autopromoción para llegar a otro público no tan afín al canal.

'4 estrellas' ha hecho un papel relativamente decente en eso pero no se puede comparar como un fenómeno social como es David Broncano.

Queda claro que Broncano es una apuesta arriesgada para La 1 y encima de largo recorrido al tener que atraer a un público poco afín a la televisión pública, pero por ello es un fichaje que se puede considerar necesario porque es necesario, por salud democrática, que las nuevas generaciones se sientan atraídos por los medios públicos para hacer frente a los pseudomedios que les inculcan ideas reaccionarias. En ese sentido, sí que se está haciendo política. Pero sólo en eso, porque es un humorista de perfil bajo en el humor político, de hecho probablemente haya más en la serie que va a terminar su emisión y en otras series y programas de TVE. En algunos casos para mal ('Masterchef') y en otros para bien ('Cachitos de hierro y cromo').

El prime time y los horarios imposibles

Es erróneo acusar a 'El Hormiguero' de ser el responsable de que el prime time en España se retrase, porque no es sólo él, para que el adelanto del producto estelar funcione todas las cadenas tendrían que ponerse de acuerdo porque se han fidelizado varios programas de emisión diaria que imposibilitan el triunfo de productos de emisión semanal en esa franja.

Aún así, sería deseable que La 1 se comprometiera con unos horarios más saludables con el prime time empezando justo después del Telediario y Broncano fuera la oferta de medianoche que puedes ver cuando quieras en RTVE Play, quizás con preestreno horas antes en la plataforma.

El Parlamento puede decir misa, pero TVE no debe luchar por el share, si no por conseguir unos buenos espectadores en lineal+diferido. Claro que la audiencia importa, pero en un lenguaje mucho más moderno y al servicio de los espectadores y, siempre siempre, con la calidad como bandera, determinados contenidos son inaceptables en la cadena pública y otros son de una calidad sobresaliente no reconocida por el público dada la situación del canal.

Que con '4 estrellas' empiece el prime time a las 22h50 y con Broncano a las 23h es uno de los problemas que habrá que abordar, sobretodo cuando el pico más alto de audiencia se da a las 22h35 y a esa hora como muy tarde debería emitirse lo verdaderamente importante: la oferta semanal de turno.

Si Broncano funciona, sí puede ser un buen telonero para la oferta posterior, pero sobretodo puede ser un buen escaparate promocional para lo que se va a emitir y para que la gente joven se interese en los buenos contenidos que ofrece la televisión pública, que no son tanta excepción como muchos quieren creer.

De momento las promociones son fieles al espíritu cutre e incorrecto de 'La Resistencia', habrá que ver si el público de la TV generalista compra esto, pero TVE juega a arriesgar y si todo sale bien puede ganar mucho. El tiempo dirá.