Un dato inusualmente bajo para la cadena, que en un panorama desolador se ha convertido en el mayor bastión de audiencia de la ficción en abierto, con varias series españolas en datos relativamente aceptables muy por encima de las que estrenan las cadenas de la competencia, independientemente de la calidad.
A pesar de este pinchazo, Atresmedia parece tener claro el objetivo de su ficción nacional dividiéndola en dos ventanas distintas. Sin embargo, todo tiene una historia:
Cuando la televisión privada nació, lo hizo cambiando también la industria audiovisual. Su apuesta por series más familiares y generalistas contrastaron con los grandes dramas de alto presupuesto que hacía TVE por aquel entonces, hasta el punto de que la televisión pública también se metería en esa guerra.
Salvo excepciones, las series españolas de entonces acostumbraban a ser productos de baja factura idealizados hoy en día gracias a la nostalgia y el poder de convocatoria que tenían ante altas audiencias, mejorando algo el panorama a partir de la década de los 2000.
A las tres principales cadenas les funcionaba bien, incluso con seriales diarios que tenían un estilo similar a sus ficciones de prime time, pero a la hora de la siesta La 1 dio un revulsivo en la franja con 'Amar en tiempos revueltos', una telenovela de más alta factura que arrasaba con datos por encima del 20%.
En esa época, Antena 3 atravesaba una crisis muy fuerte de audiencia, con un modelo que trataba, sin éxito, imitar a Telecinco. Sus sobremesas, con magazines sensacionalistas, se estaban estancando en datos del 5% de share y los días donde el canal no tenía un buen prime time, le costaba llegar al doble dígito.
En esa época, La 1 vivía una situación muy buena (no tanto financieramente) con un liderazgo sólido de audiencias con buenos contenidos. Antena 3 lo tomó como referente y decidió darle una oportunidad a telenovelas de mayor factura en su sobremesa.
La primera en llegar fue 'Bandolera', en manos de DiagonalTV, también la encargada de Amar. Se estrenó en prime time con más de 3 millones de espectadores (15,2%) pero luego su salto a la sobremesa fue difícil mediando un discreto 8,5%.
Dato suficiente para renovar dado que no dejaba de ser una mejora notable dentro de una situación crítica. La telenovela protagonizada por Marta Hazas llegó a durar dos años en emisión y tuvo una tendencia ascendente despidiéndose por encima del 15%.
La relación fue menos complicada con 'El secreto de Puente Viejo', heredera de 'Amar en tiempos revueltos' como la gran telenovela del momento. Se estrenó con un 17% y en su salto a las tardes se mantuvo en el 15%, mejorando en diez puntos los datos de un plumazo.
Esta telenovela consolidó el modelo de ficción diaria de Antena 3, más aún tras el tándem que hizo con 'Amar es para siempre', la secuela de 'Amar en tiempos revueltos', que tras su cancelación en La 1 por los recortes, saltó a la privada con menor éxito pero aún rendimiento aceptable.
Amar se consolidó en el 14-15% en su época dorada y 'El secreto de Puente Viejo' llegó a datos del 20%, liderando sobre 'Sálvame'. Fue un largo matrimonio entre dos seriales que duró casi una década y que La 1 trató de replicar más adelante, en una liga menor pero también con aceptables resultados dentro de su particular crisis.
'El tiempo entre costuras': La serie que lo cambió todo
Durante muchos años, Antena 3 apostó fuerte por dramedias familiares, series de corte telenovelesco o productos más juveniles, que la consolidaron como una cadena referente en target comercial.
Sin embargo, hubo una pequeña iniciativa de cambio con el estreno de 'Gran Hotel' en 2011, con una productora todavía nueva como Bambú Producciones, que había tenido alguna serie en TVE y también 'Hispania' en la misma cadena.
Nacida a raíz del éxito de 'Downton Abbey' pero, en su ejecución, muy diferente. Con sus defectos, podía presumir de una calidad visual espectacular, una estética muy cuidada y un reparto de grandes secundarios.
Duró tres temporadas, con 39 episodios. Se despidió con 2,6 millones de espectadores y un 14,9%.
Pero meses después llegó 'El tiempo entre costuras, superproducción televisiva que adaptaba el best-seller escrito por María Dueñas en un producto redondo. La ficción protagonizada por Adriana Ugarte fue un emocionante thriller de espías en los años de la Guerra Civil y principios del franquismo, en el África colonial, en la España de la posguerra y en el Portugal de Salazar.
Un importante despliegue de medios que se vio recompensado con unos extraordinarios registros de audiencia de más de 5 millones de espectadores y un 25%, líder en casi todas sus emisiones, además de arrasar en galardones.
Y lo cierto es que creó escuela, ya que otras producciones como 'Jaguar' (Netflix), 'Dime quién soy' (Movistar+) o 'Los pacientes del doctor García' (TVE), con menor éxito de audiencia, aunque la última una producción bastante notable.
'El tiempo entre costuras' animó a Antena 3 a combinar ficciones más generalistas y accesibles con otras de más prestigio: así que el principal canal de Atresmedia por un lado ofrecía éxitos como 'Velvet' o 'Allí abajo' y, por otro, con algo menor audiencia pero también con buenos resultados dramas de notable prestigio como 'Sin identidad' o 'Vis a vis', la cual consiguió un fandom increíble en redes sociales.
TVE decidió imitar ese mismo modelo basado en el riesgo y la creatividad, con discretos datos de audiencia dada la difícil situación de La 1, pero con propuestas aún más disparatadas como 'El Ministerio del Tiempo', 'El Caso. Crónica de sucesos' y, más adelante, 'Estoy vivo', alejándose así de sus emisiones habituales de dramas de época por otras fórmulas. Aún así, la cadena pública, encontró su identidad propia, mientras Netflix en su llegada a España prefirió imitar claramente más a Antena 3.
Quizás la última gran serie en abierto que ofreció la cadena fue 'Fariña', estrenada de forma oportunista ante la polémica del secuestro judicial del libro de Nacho Carretero que cuenta la implicación del Partido Popular en el mundo del narcotráfico en Galicia en los años 80. Javier Rey interpretó al narcotraficante Sito Miñanco en esta reconocida joya que, con una tendencia preocupante a la baja (del 21,5% al 12,6%), terminó ganando todos los premios importantes de la televisión en España aquella temporada. Sin embargo, fue un pequeño oasis en la crisis de un modelo que ya no era tan eficaz.
Crisis de ese modelo
El enorme éxito de 'La casa de papel' en Netflix, un fenómeno mundial, evidenció que Antena 3 estaba entrando en un preocupante período de crisis, siendo la cadena más afectada de la llegada de las nuevas formas de consumo al haber depositado gran parte de su programación en la clara apuesta por ficción nacional.
El thriller protagonizado por Úrsula Corberó llegó alto, muy alto, más de 4 millones de espectadores y un 25,1% de share y al final del todo cayó por debajo del doble dígito con un 9,8%, siendo tercera opción superada por 'Gran Hermano' y 'Estoy vivo'. Empezó a volverse común que las series fracasaran en Antena 3 y luego triunfaran en plataformas.
La caída también de 'Allí abajo' dejó claro que había un grave problema para el canal: se había quedado sin series de referencia para el público general. Es cierto que las ficciones de La 1 y Telecinco también se veían afectadas por esta crisis, pero el valor seguro de 'Cuéntame cómo pasó' y 'La que se avecina', además de algunas sorpresas como 'Estoy vivo', 'La caza' o los thrillers de José Coronado como 'Vivir sin permiso', eran todavía un colchón.
Se volvió muy común que las series de Antena 3 se estrenaran arrasando y se fueran desangrando, de un 20% inicial a las pocas semanas se podía caer por debajo del doble dígito.
La cosa tocó fondo con '45 revoluciones', un hito histórico en nuestra televisión. Un drama musical en la España de los 60, con canciones más modernas de lo que tocaba como licencia artística, que empezó con mala pata (10,1%) pero que cayó al subsuelo al hundirse con un catastrófico 2%. El público que no la vio tampoco la olvidará.
Antena 3 continuó acumulando fracasos con sus series y con la mayoría de sus propuestas, pero encontraron una alternativa.
ATRESplayer PREMIUM
Atresmedia empezó a tener claro que la ficción en abierto no tenía gran futuro y que si quería conservar su marca tocaba crear su propia plataforma de pago con contenido propio, así como adelantar en ella los estrenos de Antena 3.
Sus primeras series no eran muy buenas pero encontraron un peculiar éxito con 'Veneno', la serie de Los Javis que cuenta la vida de la celebrity transexual y que arrasó entre la crítica. A partir de allí llegaron más producciones interesantes como 'La novia gitana' o 'Déjate ver' entre un amplio catálogo.
Antena 3 no dejó de producir ficción de prestigio con resultado irregular, si no que la movió a la plataforma de pago para evitar así que la marca de esas producciones fuera salpicada por la etiqueta de "fracaso".
Y su nicho en la televisión en abierto
Pero Antena 3, como cadena generalista, seguía teniendo que emitir series nacionales en abierto aunque el éxito fuera menor. El canal empezaba a vivir una buena etapa al darle el sorpasso a Telecinco, que daba sus primeros pasos a su actual crisis y encontraba así algún que otro éxito sorprendente.
El primer éxito en años fue el de 'La cocinera de Castamar', melodrama de aceptable calidad que adapta la novela de Fernando Llanes y que es la serie de mayor audiencia en diferido de la historia de la TV en abierto, feudo que habitualmente domina La 1.
Con un aceptable 11,8% de media fue la serie de estreno más vista de su temporada televisiva, aunque mantuvo una tendencia a la baja y no pudo retener el gran 17,2% de su llegada.
La que sí que hizo notar su estabilidad fue 'Mentiras', el remake de 'Liar' protagonizado por Javier Rey y Ángela Cremonte, que anotó un 13,3% de media en sus seis episodios de emisión, debutando con un 13,2%, tocando suelo con un 12,2% y despidiéndose con un gran 14,9%.
También fueron muy positivos los datos de 'Alba', con un 14% de media. Remake del éxito turco de Nova 'Fatmagul'.
Con algo más de timidez pero resultado correcto llegó 'Heridas' en 2023. Un aceptable 10,4%, aunque con nula acogida en diferido.
También con buenos números se estrenó 'Cristo y Rey', sobre la historia de amor entre Ángel Cristo y Bárbara Rey, de la mano de Daniel Écija, conquistó a un buen 11,4% de share y estuvo en casi todas sus emisiones por encima del doble dígito, incluso contra la avalancha final de 'Cuéntame cómo pasó'.
Y el último gran éxito para la cadena en prime time ha sido 'Entre tierras', con un interesante 12,3% de media.
Todas estas series tienen en común que o bien se acercan al público de las telenovelas turcas o quizás intentan conquistar al de los Multicines de sobremesa, grandes referentes de la programación que ha llevado al liderazgo a Antena 3. No son en sí malas ficciones pero es evidente que no son lo que van a utilizar para entrar en la temporada de premios. Son productos discretos que apelan a las emociones y al morbo para atraer y que no se alejan demasiado de las ficciones de sobremesa que tanto triunfan en La 1 y Antena 3.
De hecho, la conquista a ese público ha llevado a 'Sueños de libertad' a heredar ese triunfo con muy buenos resultados en la franja de sobremesa mejorando la factura sin renunciar a los elementos más clásicos de un serial de tarde.
La fórmula no es infalible, dado que 'La pasión turca' fue un fracaso (6,3% en su despedida) y 'Beguinas' ha tenido un debut poco prometedor mientras que La 1 está teniendo un pequeño gran éxito con 'Las abogadas', que por ahora promedia un gran 10,9% y que recuerda más a aquellas grandes series de Antena 3 de hace años, pero la realidad es que han logrado ser la cadena que mejor ha adaptado su ficción al público que todavía la consume en abierto. Al menos mejor que Telecinco, puesto que TVE debe tener otros compromisos más arriesgados.
Mientras tanto, fuera de la televisión en abierto, Atresmedia demuestra que todavía sabe hacer series de notable calidad.
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