En el seno de esta resurrección cabe ensalzar que la serie ha recuperado su -sintética- esencia críptica, uno de los sellos personales que siempre la había distinguido y al que aun actualmente se recurre para definirla como la serie española. El único problema es que lo hace con retraso: tras 42 capítulos y cinco temporadas, disponemos de suficiente material como para resolver mentalmente cualquier problema o acertijo que planteen (y el hecho de ser tan predecibles tampoco juega a su favor).
Uno de los enigmas más polémicos de esta esotérica ola de nuevos misterios es la existencia de un traidor dentro del grupo adolescente, duda que habría resultado rentable hace un par de temporadas, pero no ahora: gracias al alargamiento indefinido al que se ve sometida la serie, hemos podido recopilar tantos detalles como necesitáramos para delimitar la identidad del topo hasta hallar al culpable.
Y eso es precisamente lo que hago después del "Leer más"...
reintentado distribuir el régimen de apariciones, prosigue resultando denigrante contemplar cómo Paco Miranda, quien da nombre a la serie, se ve obligado a enfrentarse a esta burlesca competencia que pretende disputarle el título de protagonista.
Que en un capítulo como "Héroes", que deberían ser explícitamente suyo, deba salvar este contratiempo, da fe a la premisa de que la televisión, ahora más que nunca, se rige por principios de comercialidad y no de calidad, como se insiste en hacernos creer.
Es por eso que los últimos capítulos, sobresaliendo el 100, una elegante, planificada y oportuna conmemoración, no han ayudado a limar asperezas, si no más bien a aclarar sospechas. En líneas generales, y precisamente por culpa de los susodichos, ese episodio fue un homenaje que no consiguió hacer justicia ni por asomo a todo lo que 'LHDP' han vivido... pero probablemente sí a lo que les queda por vivir.
A estas alturas, es muy sano y recomendable dar por asumido que 'El Internado' nunca remontará la calidad de la que gozaba en sus temporadas iniciales, pero al menos todo apunta ahora a que tendremos la oportunidad de degustar una recta final que, si bien no merecerá ser calificada de antológica, estará a la altura de las circunstancias.
¿Qué ha hecho "El vampiro" para provocarme un cambio de opinión tan repentino y calibrar la balanza hacia el optimismo? En lugar de responder a esta pregunta retótica con algún ridículo chiste sobre sangre, prefiero animar al lector a seguir leyendo con el clásico e infalible "Pasen y vean"...
Casi todos los espectadores tenemos constancia de que Mario Casas, por muchos piropos que le dediquen sus managers, es uno de los actores más insulsos con los que cuenta 'Los hombres de Paco', que desentona desagradablemente respecto al cuadro profesional que caracteriza a la mayor parte del elenco restante, compuesto por veteranos experimentados.
Si algún valiente, motivado por el físico del actor, o el afecto que pueda profesar hacia su personaje, aun está dispuesto a defender las dotes interpretativas de este muchacho y contradecir este encabezamiento, le recomiendo que sea objetivo a la hora de leer lo restante del artículo.
"La promesa" no es un capítulo ejemplar, ni mucho menos el cúmulo de sensaciones embriagadoras al que tan difícil es acostumbrarse, pero sí consigue acercarnos a la esencia original de la serie: sorpresas, quizás un ranto previsibles, y giros argumentales interesantes, aunque recurrentes. No obstante, teniendo en cuenta los desmoralizadores altibajos que se vivieron en la 4ª temporada, no estamos en condiciones de quejarnos.
No obstante, y a pesar de no hacer justicia a tan ingente campaña publicitaria, es una película entretenida, que consigue hacerte reír a lo largo de sus X minutos de duración. Además, cumplió el requisito por excelencia de las películas españolas: una escena de sexo y la aparición de una prostiuta.
Larga vida al cine patrio.
Si bien es cierto que proferí horrores en torno a la 4ª temporada, la 5ª está logrando encauzar de nuevo las tramas hacia su resultado final. Me gustaría dejar caer una declaración pesimista: 'El Internado' nunca recuperará el legado de calidad que caracterizó a la 2ª y 3ª temporada, rebosantes de episodios meticulosamente planificados, que el alargamiento indefinido al que la serie ha sido sometido se encargó de descuartizar con descubrimientos mundanas y revelaciones sacadas de la manga.
No obstante, la vinculación del Proyecto Géminis con el nazismo, eje central de esta 5ª tanda de capítulos, sí se corresponde con una de las temáticas previstas desde un comienzo, lo que permite a estos episodios remontarse a la esencia original de la serie. Y esa es precisamente la razón por la que "La novia cadáver", así como sus tres predecesores, me han agradado.
El episodio de ayer fue una apelación a la calidad, que más allá de las tramas, por primera vez en mucho tiempo coherentes en el contexto de la serie, nos deleitó con unas interpretaciones sublimes por parte de la mayoría del reparto. No obstante, también existieron leves matices negativos que restaron valor a esta jugosa obra de arte.
Hablemos pues de "El efecto mascletá", que paradójicamente, aun sin verdaderos fuegos artificiales, ha hecho mucho más ruido del esperado.
Tras varias jornadas de meditación, he concluído que existe una posible justificación para el hecho de que el avance pronosticase la emisión de 7 capítulos más, cuando realmente aun restan 8 para cerrar la presente tanda de episodios, que hasta donde sabiamos constaría de 26, al igual que sus dos predecesoras. Juzguemos las diversas posibilidades.
Cada capítulo de 'Perdidos' supone una experiencia estimulantemente única, un detonante dispuesto a desatar todo tipo de emociones en el espectador. Todos: cada uno de los 103 capítulos que hasta la fecha componen la serie. Ante los escépticos, solo puedo reafirmarme aclarando que esta clasificación también englosa a "Fuego + agua" y "Extranjero en tierra extraña".
Y si en cada uno de ellos podemos explorar y descubrir decenas de secuencias mágicas, ¿es posible llevar a cabo la misma tarea con la serie en su totalidad? Personalmente, creo que no, pero aun así voy a arriesgarme.
Lo correcto sería elaborar un ránking con los 10 mejores momentos, pero dado que mi teclado no cuenta con la suficiente precisión, me tomaré la licencia de ampliarlo a 20, pues se me partiría el alma en 4 8 15 16 23 42 trozos si me viese obligado a suprimir muchas de las siguientes escenas.
El plano se oscurece, y el acompañamiento musical se retuerce hacia las profundidades, hasta desaparecer por completo. Es entonces cuando, inevitablemente, la arrolladora palabra "LOST" (la obtusa "PERDIDOS" según Cuatroº) se estrella contra la pantalla, truncando todas las emociones depositadas en un infructuoso vacío negro. Todo esto es lo que las personas que han sido testigos de la season finale de la 1ª temporada de 'Perdidos' han visto y experimentado a lo largo de 120 minutos rebosantes de una ensalada de sensaciones magistralmente revuelta, y que han servido para soliviantar la confusión y sofocar la sed de los espectadores, para finalmente agravarlas de nuevo considerablemente.
Para muchos es tan solo un vago recuerdo del desenlace de la primera etapa de la serie. Para otros, novatos afortunados, se trata de "Éxodo I, II y III", una soberbia obra maestra.
Hablemos, entonces, de "Amores improbables", que es la expresión perfecta para definir la tirante relación que vive actualmente la serie en torno a la oferta y la demanda...