'The Walking Dead': un horror de serie

La gran apuesta de la AMC para esta temporada es sin duda 'The Walking Dead'. La serie, basada en el cómic homónimo, ya ha conseguido renovar por una segunda temporada a pesar de no haber sido aún estrenada. La temática zombie y el hecho de contar con un reparto conocido, como Andrew Lincoln, Sarah Wayne Callies, Laurie Holden y Jeffrey DeMunn, ha servido para hacerse oír en las webs y foros, que a día de hoy sirven como gran plataforma promocional.

Antes de ver el primer capítulo, titulado "Days gone bye", esperaba encontrarme con una serie de terror, que me causara miedo, me parecía muy acertada la idea de trasladar este género del cine a la televisión: hay cientos de películas para no dormir, pero actualmente pocas -por no decir ninguna- de las series que se emiten en Estados Unidos te dejan con esa sensación. Cual ha sido mi sorpresa al encontrarme con el drama más lento que jamás he visto. El capítulo, de 67 minutos de duración, carece de diálogos mientras que abusa de las escenas de muertos vivientes andando que no aportan nada.

El argumento principal de la historia es que el ayudante del Sheriff, Rick, ingresado en un hospital tras recibir un disparo de bala, se despierta un día en el que todo ha sido devastado, el mundo ha sido infestado por una plaga de zombies y quedan pocos supervivientes más o menos desperdigados. A partir de aquí se me vienen a la cabeza unas cuantas preguntas que son de sentido común como las siguientes: ¿por qué Rick es el único que está en el hospital, el resto de trabajadores han muerto y él no o simplemente se han fugado y lo han dejado ahí? ¿No es un poco humillante que se produzca el caos y la mujer se largue a Atlanta con su hijo, dejando a su marido en una cama?

El papelón de Sarah Wayne Callies -así como el del resto de personajes refugiados en Atlanta- es enorme: a penas pronuncia un par de frases en todo el capítulo. Espero que una vez se produzca el reencuentro entre Rick y su mujer Lori la serie avance a un ritmo mayor y mejore como mínimo en su vertiente dramática.

Otro punto a resaltar es la crueldad del ser humano, tras ver el primer capítulo aún tengo dudas sobre si los malos son los humanos. Los zombies al fin y al cabo sólo se mueven por instintos, quieren alimentarse, pero ¿qué necesidad tienen los humanos de matar a zombies? Si los muertos -que no caminan más lentos porque no pueden- necesitan comer, acabarán muriendo de inanición, por lo que no es necesario irlos matando a diestro y siniestro. Por no hablar de que Morgan Jones (Lenni James) se plantea matar a su mujer con un rifle para no tener que verla, día tras día, convertida en zombie.

En cuanto al tema de maquillaje, ya que no dejan de aparecer zombies, se podría haber invertido más dinero en este tema. Las prótesis de látex mal colocadas, como si no estuvieran hechas a medida, hacen que situaciones que, me figuro, deberían dar miedo, me hayan dejado totalmente indiferente.

A pesar de todo esto, si tengo que elegir una escena en todo el capítulo, es sin duda cuando Rick baja las escaleras del hospital. Lamentablemente, la oscuridad entre cerilla y cerilla no se ha aprovechado para asustar de verdad, si en ese momento hubiera aparecido un zombie frente a frente, la escena habría dejado marca en la memoria.

La ficción llega a AMC el próximo 31 de octubre, mientras que en España se podrá ver en FOX a partir del 5 de noviembre.