"The Finder", el buscador paranoico

En el último capítulo emitido de 'Bones', titulado "The Finder", se nos presentaba a Walter (Geoff Stults) y sus ayudantes Ike (Saffron Burrows) y Leo (Michael Clarke Duncan), un equipo capaz de encontrar cualquier objeto, persona o cosa que se proponga. Con el robo de una carta de navegación de un museo antes de que la víctima muriera como excusa, Brennan (Emily Deschanel) y Booth (David Boreanaz) son relegados a un segundo plano por un día, mientras que Walter no sabe perder el tiempo -lo hemos visto en avioneta y en yate- y, a mi parecer, ha dejado marca, es un tipo con una gran personalidad que merece realmente un hueco en la parrilla estadounidense de cara la próxima temporada.

Paranoias y conspiraciones constantes

Si Fox decide dar luz verde a este spin-off, al igual que el resto de protagonistas de otros procedimentales de la cadena -House es un médico enganchado a las drogas y Brennan es una de las personas más apáticas y antisociales que jamás hayan existido-, Walter también tiene algo que lo hace especial y diferente: su gran locura y continua paranoia que, según se deja caer, es la que le ayuda a ver pistas donde el resto de personas veríamos un camino sin salida. Según se explica, esta locura podría ser debida a su paso por Irak, algo que me figuro explicarán con más detalle en la futura serie. Si recibe tratamiento médico, perderá su mente maravillosa y, por lo tanto, sus ingresos, ¿pero se le irá tanto de las manos como para acabar ingresado en un psiquiátrico?

Si hay algo que caracteriza a Walter es que no se fía de nada ni de nadie, cree que nos encontramos en un mundo en el que los Gobiernos nos hacen creer lo que ellos quieren. Así, a lo largo del capítulo vemos varios arrebatos que pueden llegar a desquiciar: pone en duda la identificación de Temperance, prefiere no leer la pantalla del teléfono y preguntar con quién está hablando, en ocasiones se siente vigilado, pregunta antes de tomarse un café descafeinado si realmente es descafeinado

El método Walter

Si bien Brennan obtiene gran información de los huesos de las víctimas, Walter no necesita ningún cuerpo más que el suyo. Para comprender mejor a las personas decide ponerse en su lugar, así que ¿qué mejor que quedarse en calzoncillos para comenzar a recrear la vida de la víctima? Pues gracias a eso descubre que se trataba de un hombre obeso, deprimido, soltero, antisocial, con problemas de salud muy graves, algo que confirma la doctora Brennan. Además, en el interior del libro encuentra una pista, lo que le permite comenzar la cadena, paso a paso, hasta conseguir dar con el tesoro. Usará las tácticas que crea más oportunas, le dará al coco todo lo que pueda y más, aunque no siempre sus deducciones serán acertadas, y tirará de una lista de contactos que le ayudarán en todo lo que sea posible.

El equipo de búsqueda

Pero Walter no está solo en sus investigaciones y cuenta con dos grandes apoyos. Leo es un hombre resabiado, bohemio y muy tranquilo al que le gusta leer poemas y filosofar y debatir con Walter; aunque pueda parecer una persona pacífica, si lo cree conveniente no dudará en ayudar y proteger a su amigo cuando se encuentre en apuros. Ike es la camarera de su paradisíaco centro de reuniones, atractiva, pero no por ello tonta, pues le encantan todo tipo de máquinas y artefactos: ya hemos visto que sabe manejar avionetas y yates; al contrario que Leo, le preocupa bastante la salud mental de Walter.

Si finalmente esta serie tira adelante creo que va a gustar, pues las procedimentales de asesinatos ya están bastante quemadas y me parece bien que salga otro tipo de series, además, quien más quien menos, todos hemos jugado de pequeños a buscar tesoros siguiendo pistas, y esta serie va a permitirnos seguir haciéndolo.

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