'The Borgia Apocalypse', el final no producido de 'The Borgias'

A pesar de que en un primer momento la serie 'The Borgias' fue concebida como una película por su creador, Neil Jordan, era complicado concentrar toda la historia en dos horas, por lo que la productora Dreamworks le propuso desarrollar el proyecto como serie de cable de cuarenta horas de duración, que acabó en manos de Showtime. Pero el principal problema de cualquier serie de televisión es ser cancelada sin poder dar cierre a la historia. A pesar de recibir mayoritariamente críticas positivas y haber sido nominada a gran cantidad de Emmys, habiendo ganado un par de ellos hace dos años, los altos costes de producción de este drama de época, así como la escasa audiencia fueron los principales motivos por los que los directivos de Showtime decidieron no renovar la serie por una cuarta y última temporada. Neil Jordan, conocedor del fenómeno fan que sorprendentemente tenía esta serie (las legiones de fans normalmente van asociadas a ficciones de culto o de ciencia ficción), planteó a la cadena de cable de CBS un telefilm de dos horas para dar cierre a todas las tramas que habían quedado abiertas, pero una vez más, debido a costes económicos principalmente, Showtime descartó la idea. Debido a que Neil Jordan ya había escrito el guión de 'The Borgia Apocalypse', decidió publicarlo en forma de ebook para que sus seguidores pudiéramos descubrir qué sucedió con los personajes centrales de la serie tras el final de la tercera temporada.

Si quieres saber cómo tenía planeado Neil Jordan dar cierre a los personajes de 'The Borgias', pero no eres tan fan como para leerte un guión en inglés de cien páginas, a continuación hago un repaso de las tramas más importantes de 'The Borgia Apocalypse', el telefilm de cierre de dos horas de duración jamás producido. Obviamente esta entrada contiene spoilers tanto del libro como del final de la tercera temporada.

El regreso de Micheletto

Tener que acabar con su amante al descubrir que realmente era un espía de Caterina Sforza le causó un gran dolor al siempre servicial Micheletto. La herida en el corazón de este asesino a sueldo era tan grande que decidió alejarse de la familia Borgia. pero el vínculo fraternal entre Micheletto y Cesare (François Arnaud) hacía presagiar que ambos volverían a reencontrarse. Micheletto es el primer nombre que se le pasa por la cabeza al Papa Alejandro VI (Jeremy Irons) cuando descubre el cuerpo ensangrentado de Alfonso, el esposo de Lucrezia (Holliday Grainger), yaciendo en la cama. Pero como Cesare comenta, "(Micheletto) últimamente no me habla", así que, con la ayuda de Rufio (el asesino que servía a Caterina Sforza antes de ser capturada), el propio hijo del Papa decide deshacerse del cadáver, que acaba siendo arrojado al río Tíber. Posteriormente, a petición del Papa, reaparece Micheletto. Como buena serie de cable premium, el reencuentro entre Micheletto y Cesare tiene lugar mientras este último se da un baño desnudo.

Lucrezia se va a un convento

Curiosamente, ésa no es la primera secuencia en la que vemos a Micheletto, sino que antes aparece junto a Lucrezia y Vanozza Catanei (Joanne Whalley). Lucrezia quiere alejarse de su posesivo hermano Cesare, al que sigue amando, para no causar más daño a los hombres que la rodean. ¿Qué mejor manera de alejarse que acudir a un convento recóndito y hacerse monja? Así que el leal asesino se encarga de llevarla hasta allí y mantener oculto su paradero, incluso de su hermano Cesare.

Caterina Sforza se queda sin labios, mientras Rufio paga con su vida

Al final de la tercera temporada, Caterina Sforza quedaba enjaulada en el castillo de Sant'Angelo. Tras unos días encerrada allí, el aspecto de esta poderosa fémina ha desmejorado de forma notable, pero sigue negándose a arrodillarse ante el Papa, negando su autoridad, "quizá con delicadeza, podrían cambiar las cosas", por lo que Rodrigo le propone cenar una noche. Caterina acepta, siempre y cuando se le permita acudir "presentable", lavada, peinada y maquillada. La noble elabora una lista con todo lo necesario para volver a estar guapa, una nota que entrega la sirvienta bajo una condición: sólo Rufio puede verla y ser conocedor de su contenido. Cuando acude a la cita con Rodrigo descubrimos que el ungüento que lleva en los labios es en realidad un veneno con el que intenta poner fin a la vida de Alejandro VI y a la suya propia. Afortunadamente Cesare llega a tiempo para detenerla y le corta los labios, "viviréis sin labios". Por otro lado, Rufio debe enfrentarse a un combate a vida o muerte contra Micheletto, tras una larga e igualada lucha, el cómplice de Caterina acaba mordiendo el polvo.

Aguas contaminadas en Nápoles

El estado pontificio decide darle soporte al rey de Francia para que conquiste Nápoles, siempre y cuando comparta sus méritos con los reyes de las coronas de Castilla y Aragón, así como con la Santa Sede. En este encuentro entre ambos mandatarios, el rey Luis XII anuncia que ha designado al cardenal Giuliano Della Rovere, el archienemigo del Papa, como embajador francés en Roma, un movimiento que no sienta nada bien a los Borgia. A pesar de ello, mantienen su apoyo en la conquista de Nápoles. Asediar Nápoles llevaría mucho tiempo, por lo que Cesare propone una alternativa: contaminar el agua con los efluvios que emanan del volcán Vesubio. A la mañana siguiente, los cuerpos muertos se amontonan en las calles de Nápoles, según detalla el propio Neil Jordan, "es como un poblado iraquí después de ser atacado con gas por Saddam".

Orsini, Vitelli y Baglioni reciben su castigo

Tras el feroz ataque a Nápoles, Gian Carlo Baglioni, Vitelezzo Vitelli y los hermanos Roberto y Paulo Orsini temen que sus territorios sean los próximos en ser atacados. ¿Qué pueden hacer para que no sea así? Afortunadamente cuentan con una baza, una tía de los Orsini está en un convento, el mismo en el que se encuentra Lucrezia Borgia, por lo que conocen el paradero de la kriptonita de Cesare. Afortunadamente, en la sombra, allí está Micheletto escuchando todo el plan, por lo que consigue anticiparse y la trae de vuelta a casa. En Sinigaglia, los cuatro conspiradores son capturados y Micheletto acaba con ellos mediante el garrote.

Pietro Bembo, el nuevo amante de Lucrezia

El regreso de Lucrezia a Roma supone volver a estar junto a su hermano. Es duro no caer en la tentación, pero ella sigue queriendo alejarse de su hermano, quien le propone buscarle un buen marido: tiene en mente el duque D'Este en Ferrara, un hombre mayor que disfruta con la poesía y otras artes, intereses que también comparte Lucrezia. Además, la homosexualidad del duque evitaría cualquier incidente sexual o violación como los que ocurrieron con su primer matrimonio. El elegante y atractivo poeta Pietro Bembo, que es enviado por parte del duque para dejar claros los términos del matrimonio, rápidamente cae prendado de la bella Lucrezia, algo que no sienta del todo bien a Cesare.

Rodrigo y Cesare, ¿envenenados o víctimas del paludismo?

Solucionadas todas las tramas, sólo queda por cerrar el asunto de Della Rovere, así que Rodrigo y Cesare deciden invitarlo a cenar. Durante esa cena, el cardenal le propone al Papa Alejandro VI que resigne su cargo en él, una medida que beneficiaría a largo plazo a ambas partes. Pero durante el brindis, Rodrigo cae y comienza a vomitar sangre y bilis sobre su hijo Cesare:"Estás enfermo, padre", "envenenado" le replica el Papa, que no duda en acusar rápidamente a Della Rovere de su situación. Mientras lanza sus acusaciones, Cesare también muestra síntomas similares al vomitar sangre sobre el traje del cardenal Della Rovere. ¿Pero realmente han sido envenenados o han caído enfermos de malaria? Ésta es una de las grandes incógnitas que a día de hoy aún rodean sobre la muerte de Alejandro VI y Neil Jordan no ha querido mojarse demasiado, a pesar de que la picada de un mosquito (de los que abundan durante esa cena) es la opción más admisible.

Rodrigo Borgia arde en el infierno

En su lecho de muerte, el Papa Borgia quiere confesar sus pecados, aunque ninguno de los cardenales de Roma quiere ser su confesor. Entonces aparece un misterioso monje en el dormitorio de Rodrigo quien le revela que no puede perdonarle por sus pecados. "¿Por qué?", se pregunta Alejandro VI. Porque ya está muerto, "Ya has tomado tu último aliento. Esto es el infierno, y estás en él", le explica el extraño sacerdote mientras comienza a arder la habitación. Las llamas, que cada vez son más grandes, acaban consumiendo por completo a Rodrigo Borgia.

Della Rovere es coronado nuevo Papa

Con Alejandro VI muerto, Della Rovere tiene vía libre para convertirse en el nuevo Papa. Mientras Cesare cree que hay que detenerlo, Lucrezia reflexiona sobre todo el daño que le ha hecho el papado a la familia Borgia, el trono de San Pedro es la mejor forma de vengarse del cardenal Della Rovere, quien al ser coronado pasa a llamarse Julio II. Antes de esta coronación vemos cómo muere Cesare debido a un disparo de arcabuz mientras monta a caballo y cómo Lucrezia, junto a su madre Vanozza, su hijo Giovanni y Pietro Bembo, llega a su nuevo hogar, Ferrara.

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