'The Blacklist', un buen procedimental con mala trama de fondo

El gran éxito de audiencia de la temporada llega esta noche a Canal+ Series. 'The Blacklist', que de momento se ha convertido en la mejor serie dramática de estreno de NBC de los últimos catorce años, arranca cuando uno de los terroristas más buscados de Estados Unidos, Red Reddington (James Spader), decide entregarse y colaborar con el FBI para dar caza a criminales de los que la agencia federal ni siquiera tiene conocimiento, aunque para ello pone una condición: sólo compartirá su información con Elizabeth Keen (Megan Boone), una agente novata.

Aunque la premisa parece en un principio interesante, los guionistas no han conseguido exprimir con acierto la historia, que no consigue evolucionar y se limitan a jugar desde el inicio con si Reddington es el padre de una casualmente "huérfana" Keen, que desconoce la identidad de su progenitor. No hay que ser demasiado inteligente para atar cabos. Quizá este aspecto sería más atractivo para el espectador si la agente no fuese tan insulsa y le hubiesen escrito una historia que hubiese despertado más interés y, ya que estamos, los responsables no hubiesen decidido ponerle un perro muerto a la actriz como peluca. Tampoco ayuda el esposo de Elizabeth, Tom (Ryan Eggold), quien a decir verdad, me da lo mismo si realmente no sabe nada o simplemente finge no saber nada y está metido hasta las trancas en todo el meollo.

La serie, que ha conseguido juntar sorprendentemente con acierto a actores salidos de series malas que no contaron en su día con el respaldo de la audiencia, como Parminder Nagra ('Alcatraz'), Harry Lennix ('Emily Owens M.D.') o Amir Arison ('Zero Hour'), también destaca por sus diálogos vacíos de contenido que no aportan nada a la historia y cuya única finalidad es conseguir que cada capítulo llegue a los 40 minutos de duración.

Aunque no todo es malo en esta serie, sus tramas procedimentales son su punto fuerte y los criminales a los que semanalmente deben dar caza consiguen atrapar mucho más y dan más juego que el reparto fijo, por más que sepamos de antemano que al final del episodio van a terminar cayendo. Entre esta lista de facinerosos no faltan caras conocidas como Robert Sean Leonard ('House'), el encasillado Robert Knepper ('Prison Break', 'Heroes') o un sádico Tom Noonan ('Damages', 'Hell on Wheels').

Otro punto a destacar es que se ve que la serie es cara, cuentan con presupuesto para tener buenos efectos especiales y está muy bien invertido, eso juega muy a favor de este drama en el que la acción tiene un peso muy importante. Admito que las explosiones y tiroteos son el principal aliciente por el que veo 'The Blacklist'.

En definitiva, una serie con buenas dosis de acción que para seguirla no requiere demasiada atención y de la que, salvo la excepción del episodio 10 que sigue el caso del 9, no es necesario verla semanalmente ni comenzarla desde el principio para poder disfrutarla y poder pasar un rato entretenido. Para los amantes de las series de persecuciones, disparos, golpes y peleas, sin duda, ésta es vuestra serie.

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