La semana pasada Starz estrenó la miniserie 'Spartacus: Gods of the Arena'. Aunque el primer capítulo comenzó recordando el final de la primera temporada de 'Spartacus: Sangre y Arena', rápidamente viajamos unos cuantos años atrás en el tiempo.
En esta época las cosas son muy diferentes: Batiatus acaba de arrebatarle a su padre la escuela de gladiadores, Lucretia es una mujer casta y fiel a su marido, Gannicus es el gladiador estrella que hace lo que se le antoja, Crixus es la nueva adquisición de Batiatus -aunque tan solo compra al esclavo como un favor que más tarde se cobrará, ya sabemos que de aquí a unos años se convertirá en uno de los mejores guerreros de la casa-, Oenomanus -que todavía no es Doctore- es un gladiador al que no le permiten luchar, Ashur está entrenándose para convertirse en gladiador, Naevia es una joven esclava y Spartacus es alguien todavía inexistente. Me parece bastante acertado que en estos seis capítulos vayan a mostrarnos la transición desde lo que eran hasta lo que se convirtieron, aunque no era necesario que todas las cosas que ya nos habían dejado caer durante la primera temporada ocurran al mismo tiempo.
Además, tras ver el capítulo me he dado cuenta de que Spartacus no es un imprescindible de la serie. Sin él, las tramas del resto de personajes, que ya pudimos ver en la serie original, me parecen igual de interesantes. No pierde el ritmo y la lucha, la sangre, el sexo y la traición continúan a la orden del día.
La lucha en el anfiteatro sigue tan salvaje como siempre. ¿Y qué tal una lucha en la plaza del mercado a ciegas? Creo que esta pelea se lleva la palma en cuanto a surrealismo se refiere. Obviamente, llevar una venda no es ningún impedimento para Gannicus. El gladiador con más libertad que jamás se haya visto no necesita nunca pedirle permiso a Batiatus, se acuesta con quien quiere, entrena cuando le apetece, bebe el vino que le da la gana y acepta por su cuenta los retos a los que su amo se muestra bastante dubitativo.
En cuanto al sexo, aunque pudiéramos creer que ya habíamos visto todo tipo de relaciones, estábamos equivocados. Faltaba la figura de la voyeur, y es que Gaia, la invitada de Lucretia, no se conforma con darle unos besos a la anfitriona, sino que la pobre va tan caliente que disfruta mirando como se lo montan Lucretia y Batiatus. Aunque en ausencia del dueño de la casa no perderán la oportunidad de montar una buena fiesta entre féminas.
Por contra, saber ya cómo acabarán algunos personajes le quita bastante aliciente a la serie: ya podemos intuir que será Gaia la que introduzca a Lucretia en las relaciones con esclavos, que Gannicus no acabará demasiado bien, que algo le sucederá al amado de Barca y a la mujer de Oenomanus... por no hablar de cuando nos toque ver pelear a un personaje que ya hemos visto en la serie madre. Evidentemente Lucretia, Batiatus, Crixus, Oemanus, Ashur, Barca, Naevia o Solonius no morirán en esta serie.
A pesar de todo ello, reconozco que ya tenía mono de 'Spartacus' y, para los fans de la serie de gladiadores, este spin-off es algo esencial que merece la pena verlo.
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