Parece que la teoría más empírica, donde nada de lo que habíamos visto en la isla había pasado, va perdiendo fuerza, y es que uno de los pilares que sostenían esto eran las imágenes finales del capítulo donde se podía ver restos del fuselaje del Oceanic 815 (quemados en el cuarto capítulo de la primera temporada) acaba de caer.
Hoy Los Angeles Times publica un e-mail recibido por la propia ABC que aquí paso a traducir:
"Las imágenes mostradas durante los créditos finales del capítulo final de 'Perdidos', que incluían restos del Oceanic 815 en una playa desierta, no formaban parte del final de la historia, sino que eran una ayuda visual para permitir al espectador descomprimirse antes de la cabecera de las noticias".
Por lo tanto, hay que aceptar que lo que pasó, pasó, que Christian, el padre de Jack no es ningún mentiroso, y que hay un pequeño lugar mágico en alguna parte del mundo donde no se aplican las leyes de la física tal y como las conocemos.
Un lugar donde el cuerpo de Christian jamás aparece ¿se evapora?, donde en ocasiones se ven rarezas (recordemos el caballo negro de Kate o la comida de Dharma que cae del cielo), donde no todos pueden morir (sobrevivir a un accidente de avión, a la implosión del búnker, a una bomba...), donde según la fe de cada persona su salud varía (Locke y Rose mejoran, mientras que Ben empeora). En definitiva, la isla es la isla y en aquel lugar todo es posible.
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