Aunque el argumento suene un poco a comedia romántica, no es una serie que trate sobre el amor verdadero ni nada por el estilo, es más, a los pocos episodios la rotura de la pareja quedará en un segundo plano, solamente recordada por el título que da nombre a la serie, pues en seguida se convierte en una serie fresca y desenfadada en la que un grupo de amigos sufre cómicas situaciones en su día a día.
El principal motivo para ver la serie son sus grandes personajes, pues todos conseguirán sacarnos siempre una risa, aunque en este sentido quizá Dave y Alex sean los más flojos. Penny es una mujer desesperada incapaz de encontrar el amor, y no es que no lo intente: entre sus citas habrá lugar para un hombre amanerado, un hipster, un hombre de apellido sorprendente y hasta un italiano; el año de Penny está de moda.
Max es un gay que rompe con todos los estereotipos vistos en televisión: ni es femenino ni se cuida. A pesar de ser un tipo bastante abierto, esconde su orientación sexual a sus padres, lo que llevará en cierto episodio a una rocambolesca situación. Él, además de destacar por su gran hibernación, cual oso, nos dejará grandes momentos junto a Alex y Dave: juntos formarán en determinadas ocasiones un alocado equipo, ya sea táctico, de disparo o de investigación.
Y hablando de Alex, dejando de lado su habilidad para mancharse la cara comiendo costillas, su punto fuerte es Xela, su tienda de ropa hortera que siempre está vacía, pero que tan buenos momentos hará pasar a los espectadores. Brad y Jane son un matrimonio en el que ella es la fuerte y lleva los pantalones de la casa, mientras que él es el sensible y encargado de obedecer a su esposa en todas las decisiones que toma.
Al margen de los personajes, otro motivo para verla son sus actores. Ésta es una buena oportunidad para ver a actores que tenemos asociados al drama, como Zachary Knighton ('FlashForward') y Elisha Cuthbert ('24') haciendo comedia. También es una ocasión para descubrir a los quizá no tan conocidos Eliza Coupe ('Scrubs'), Damon Wayans Jr ('New Girl'), Adam Pally y Casey Wilson ('Saturday Night Live').
A mí me recuerda a 'Friends' pero adaptada a la época en la que vivimos y con el sofá en casa. Y no soy el único que opina así, mucho se ha escrito sobre si esta serie copia o homenajea a los amigos de los 90. No me parece mal que tome inspiraciones de ella: ambas comienzan con una novia a la fuga, Jane y Brad recuerdan a Monica y Chandler en la última etapa de la serie, el apartamento de Max y Dave, al igual que el de Monica y Rachel, tiene vistas a un vecino un tanto especial y algunas escenas están directamente calcadas a modo de homenaje: ¿os acordáis de cuando los chicos de 'Friends' van a una casa en la playa y cubren a Joey con arena dentro de ella? Pues en la segunda temporada veremos una situación muy parecida aunque en esta ocasión protagonizada por Penny, la más payasa de este grupo.
Y no es algo que la serie esconda o se abstenga a bromear sobre ello, en el capítulo especial de San Valentín perteneciente a la segunda temporada, los guionistas deciden que el personaje de Brad, tras haber acudido al dentista, confunda a su grupo con el de 'Friends': a Dave le cambiará el nombre por Ross, a Alex la llamará Rachel, a Penny la bautizará como Phoebe, se referirá a Max como Joey (algo que no le sentará demasiado bien) y se dirigirá a su esposa usando el nombre de Monica. A pesar de todas estas referencias, creo sabe mantener su marca de identidad con una mayor dosis de locura en todos los personajes.
Otro punto para ver esta serie son sus estrellas invitadas: Alan Rachins como el padre de Max, Max Greenfield como pareja de Max o el cómico Damon Wayans interpretando al padre del personaje al que da vida su hijo. En la segunda temporada destacarán la soberbia Megan Mullally como madre de Penny, James Wolk, que dará vida a otra pareja de Max, y Colin Hanks interpretándose a sí mismo.
¿Alguna vez te has planteado que sucedería si vieses una serie viendo sus capítulos desordenados y sin seguir un orden cronológico? Pues estás de suerte, no hay nada mejor que ver el quinto capítulo a continuación del primero, seguir con el noveno y el octavo, ver el duodécimo, seguir con el séptimo, el cuarto, el undécimo y el décimo y entonces, y sólo entonces, disfrutar del segundo y del tercer capítulo, tras ellos, ver el decimotercer episodio (último de la primera temporada) y, como colofón, culminarla con el sexto capítulo que había quedado descolgado. Obviamente este último motivo es totalmente irónico.
Necesitas ser usuario registrado de FormulaTV.com para comentar en este blog. Conéctate o haz clic aquí para registrarte