Queda más de un mes para que arranque la cuarta edición de 'Pekín Express' que, como bien avanzó hace unos meses FórmulaTV, transcurrirá en el continente africano y contará con Jesús Vázquez como nuevo director de carrera. Mientras tanto, en nuestro país vecino francés ya se ha emitido íntegramente su equivalente edición que nos ha dejado ver lo mejor, y lo peor -para qué negarlo-, de Egipto, Kenia, Tanzania, Lesoto y Sudáfrica. Aunque ambas ediciones no son exactas -la edición francesa cuenta con 12 etapas, mientras que la española con 13, cada amuleto está valorado en 7.000 euros...-, suelen compartir normas y mecánica, como sucedió el año pasado con "la pareja cazada".
La misteriosa ruta africana
Sin duda alguna, ésta me ha parecido una de las mejores rutas emitidas hasta la fecha, debido a su gran riqueza cultural y la gran cantidad y variedad de los países visitados. Aunque me temo que debido a los incidentes producidos este invierno en Egipto, la edición española no habrá pasado por ahí (en la versión francesa se recordaba constantemente que las dos etapas desarrolladas en este país habían sido grabadas antes del exilio de Mubarak), en un taxi enmedio de El Cairo comenzó la aventura: sin saber exactamente dónde se encontraban, con una venda que les cubría los ojos, los concursantes descubrían mediante un mensaje en la radio que el concurso había iniciado. En su viaje por Egipto, los concursantes pasaron por las pirámides de Giza, Alejandría y descubrieron el interior de la pirámide de Meidum, para terminar su visita en el canal de Suez. Entre los lugares destacados en su visita a Kenia figuran un safari por la reserva Masai Mara, el ambiente urbano de su capital, Nairobi, o la desconocida ciudad de Mombasa. "La ruta de los grandes felinos" también pasó por Tanzania, donde destacan el monte Kilimanjaro, la curiosa ciudad de Tanga o la hermosa isla de Zanzíbar. En Sudáfrica, país en el que se llevaron a cabo las etapas 9, 10 y 12, pudimos contemplar las minas de Blauuwerg, el oro de Pilgrims Rest y Ciudad del Cabo, además del lujo y poderío de algunos de sus habitantes. Lesoto, el pequeño país desconocido nos mostró unas vistas increíbles.
Una edición plagada de "bloqueos"
Si habéis visto alguna edición de 'El gran reto' ya sabréis a qué me refiero cuando hablo de bloqueo: una tarea que se debe realizar para poder continuar avanzando en carrera. Si mi memoria no me falla, comenzaron a ponerse de moda en este formato en la segunda edición -¿os acordáis de la negativa de Úrsula y Mifua a excavar en un huerto en busca de una figura?-. En la versión francesa rara ha sido la etapa que no ha contado con estos momentos: arrastrar de enormes cajas, vender café en la calle, superar un examen oral de aritmética básica en swahili, comer un suculento plato de saltamontes salteados y lagarto frito, dar cacahuetes con la boca a una jirafa, encontrar la pareja de una chancla en un mercado lleno de puestos de zapatos, capturar una gallina y llevarla a un chamán o tener fuerza para el rugby son sólo algunos ejemplos.
Nueva mecánica de repesca
En la tercera etapa de esta edición pudimos ver una nueva mecánica de repesca. Las parejas eliminadas en la primera y segunda etapa tuvieron que someterse a la decisión del resto de parejas. Cada una de las ocho parejas contaba con un voto para eliminar a una pareja, a excepción de la pareja ganadora de la segunda etapa, cuyo voto valía doble. Todas las estrategias son lícitas en esta repesca: los concursantes pueden optar por echar a la pareja más fuerte para así competir con una más débil, eliminar a la pareja con la que hayan tenido menor afinidad o simplemente lanzar una moneda a cara o cruz. Si se opta por este mismo modelo en España, país donde las puñaladas traperas están a la orden del día, será un buen punto de partida para crear mal rollo entre compañeros de viaje.
Las valiosas pegatinas verdes
Sin ser conscientes los concursantes de ello todavía, el primer día de aventura dio un vuelco importante en el transcurso del programa. Conocíamos las pegatinas blancas, que son las que llevan siempre todos los concursantes, y las rojas, que se obtienen al ganar el juego de inmunidad de la etapa vigente, pero no las verdes. Estas pegatinas, que en la versión francesa fueron obtenidas por la madre y la hija al firmar primeras en el libro rojo de las pirámides de Giza, son una especie de pseudoinmunidad durante las cinco primeras etapas: tras llegar a meta, y antes de que el director de carrera comience a desvelar el ranking de llegada, la pareja que esté en posesión de estas etiquetas puede usarlas si cree haber llegado última para así no ser eliminada, pero una vez que las haya usado, no podrá volver a utilizarlas. Por contra, si decide no usarlas y es la última pareja en cruzar la meta, será eliminada.
La etapa con doble inmunidad
Justo en el ecuador del viaje, la sexta etapa francesa, primera disputada en Tanzania, se caracterizó por contar con dos pruebas de inmunidad, aunque nadie disputaría las dos: cinco equipos se las verían duras para subir el Kilimanjaro, mientras que los otros dos permanecerían en el campamento. ¿Pero cómo decidir quién iría dónde? Muy fácil, antes de dar el pistoletazo de salida, los concursantes tuvieron que vestirse con los trajes típicos y, tras desfilar por una pasarela de juguete, un jurado tribal -¿alguien pide un cross-over con 'Perdidos en la tribu'?- decidió a la persona mejor vestida. Esta persona, junto a su acompañante, fue la encargada de decidir quién tenía que prepararse para la ascensión y quién podría descansar un poco en el campamento masai. La prueba de inmunidad para los cinco equipos elegidos para subir a pie el Kilimanjaro fue muy simple, debían ascender desde los 3.500 hasta los 4.500 metros de altitud, haciendo noche en un campamento a 4.000 metros, la primera pareja en llegar a la meta, se haría con la inmunidad; el juego puede parecer fácil, pero no lo es en absoluto, sobretodo para la gente que está acostumbrada a vivir al nivel del mar, una ascensión tan rápida puede causar mal de montaña, que hará flaquear las fuerzas de más de un concursante. La prueba del campamento también fue dura, a pesar de no suponer tanto esfuerzo para el cuerpo: con un palo y una tablilla, ambos equipos debían conseguir prender una antorcha, si ningún equipo lo conseguía antes de dos horas, este juego de inmunidad quedaría desierto y ninguna de las dos parejas se alzaría con las pegatinas rojas.
Etapas con cambio de pareja, en equipo e individuales
En la edición francesa del formato, la cuarta etapa, disputada en Kenia, fue la elegida para que se produjera el ya mítico intercambio de parejas, pero con una gran novedad: hasta ahora, las nuevas parejas formadas eran designadas por el equipo del programa, mientras que en esta ocasión fue la pareja ganadora del juego de inmunidad quién formó todos los equipos, además, ella siguió junta; como curiosidad, se recuperaron los dos roles de la primera edición: empujador, encargado de llegar a la meta tan pronto como sea posible, y retardador, cuya labor es demorar y perjudicar al empujador.
Y como va siendo habitual desde la segunda edición, donde contamos con una gymkhana por Hong Kong, esta vez fue, las parejas se fueron salvando una a una, mediante pruebas de todo tipo: a lomos de un burro, en bicicleta, cocinando y vendiendo la típica pizza dulce de Zanzíbar, buceando y remando por las aguas cristalinas, buscando un tesoro escondido en la arena, encestando cocos en una canasta o buscando el logotipo del programa entre una infinitud de telas dobladas.
La novena etapa comenzaba con la búsqueda de una piedra roja en el interior de una mina por uno de los dos miembros del equipo, el otro miembro debía molerla a golpes hasta conseguir llenar un vaso en cuya superficie tenía un tamiz. La primera pareja en conseguirlo, además de no tener que formar equipo con ninguna otra pareja, fue la encargada de formar los otros dos dobles equipos, que tuvieron que avanzar juntos hasta el juego de inmunidad. Los vencedores, Ludovic y Samuel decidieron dividirlos en "jóvenes" y "viejos".
La décima etapa no quiso ser menos y recuperó la etapa en solitario: una vez más, la primera pareja en llegar hasta cierto punto fue la encargada de decidir quién de los dos miembros de cada equipo sería el encargado de llegar hasta la línea de meta y quién disputaría el juego de inmunidad en el poblado zulú.
También siguen las ya clásicas bandera roja, cuya pareja portadora puede detener al resto, y bandera negra, que hará retroceder una posición en el ranking a la pareja que llegue con ella a la meta.
Tres etapas en una
Se podría decir que en el desconocido Lesoto tuvieron lugar tres etapas en una. Durante la undécima etapa, los tres equipos debían enfrentarse a tres metas, cada cual con su sobre negro (dos de los cuales eran no eliminatorios) y su amuleto (valorados en 2.000, 2.000 y 15.000 euros). Además, todos los concursantes debían enfrentarse a un par de handicaps, cuya dificultad dependía de su suerte: por poner un ejemplo, en la primera minietapa cada equipo debía seguir tantos kilómetros a pie con una vaca, dos burros o tres cabras, según el sobre rojo elegido. Después de realizar las tres minietapas, donde pudimos ver a los concursantes haciendo rappel en una cascada de más de 200 metros o hacerse literalmente un lío, el director de carrera abrió los sobres negros para descubrir que el eliminatorio había sido el segundo.
Una final llena de robos
Entre el Cabo de Buena Esperanza y Ciudad del Cabo tuvo lugar la final de 'Pékin Expres: la routes des grands fauves'. A diferencia de otros años, donde se ponían en juego más amuletos, esta edición francesa optó por el robo de amuletos entre los dos equipos finalistas. Para ello, antes del último sprint, había fijadas tres metas, en cada una de las cuales, el primer equipo en llegar, le arrebataría un amuleto al otro. A lo largo de estos dos trepidantes últimos días, los concursantes hicieron paracaidismo, buscaron pistas enterradas en el desierto, chafaron uva con los pies, jugaron a los castillos de arena y transportaron cuidadosamente huevos de avestruz, para terminar la última noche de un lugar a otro, respondiendo a las preguntas formuladas por los exconcursantes. Tras acabar con ellas, el último vídeo les dirigía hasta la meta final de la aventura: Rhodes Memorial, en Ciudad del Cabo.
Por último, sólo me queda decir asante a todos los que hayáis llegado hasta el final de este post tan largo.
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