Este pasado fin de semana acudí al Festival de Series de Canal+. Allí, al margen de la desorganización reinante que me tocó vivir en primera persona, y de poder conocer a una gran cantidad de adictos a las series de televisión, tuve la oportunidad de ver el segundo episodio del programa documental 'España en Serie', centrado en las mujeres luchadoras. Sé que no está bien comparar, no sólo por el gran recorrido que lleva la ficción estadounidense, sino por las toneladas industriales en las que produce series: si aquí rondamos las quince series en el primetime nacional, allí superan sin problema cada año las cien, sólo teniendo en cuenta las cadenas en abierto. Pero si se ha llevado a cabo 'España en Serie' ha sido porque antes hubo un 'America in Primetime', que en nuestro país se pudo ver en Canal+ y, posteriormente, en el canal Odisea. Ambas series documentales relacionan la evolución de la sociedad con las ficciones de su país mientras muestran entrevistas a los actores, productores y guionistas de ellas y cada capítulo está centrado en un gran tema; algunos de ellos se repiten, como es el caso de la mujer, que allí era "independiente", y aquí es "luchadora".
Mientras aquí tenemos a Concha Cuetos ('Farmacia Guardia'), Ana Belén ('Fortunata y Jacinta'), Belén Rueda ('Periodistas'), Carmen Machi ('Aída', '7 vidas'), Ana Duato ('Cuéntame'), Pablo Rivero ('Cuéntame'), Concha Velasco ('Santa Teresa de Jesús'), Michelle Jenner ('Isabel'), Adriana Ozores ('Gran Hotel'), Ana Obregón ('Ana y los siete'), Ana Diosdado ('Anillos de oro'), Luisa Martín ('Desaparecida'), Alicia Borrachero ('Hospital Central'), Fátima Baeza ('Hospital Central') o Lucía Jímenez ('La Señora', 'La República'), allí cuentan con Archie Panjabi ('The Good Wife'), Elisabeth Moss ('Mad Men'), Edie Falco ('Los Soprano', 'Nurse Jackie'), Sarah Jessica Parker ('Sexo en Nueva York'), Sandra Oh ('Anatomía de Grey'), Julianna Margulies ('The Good Wife'), Julia Louis-Dreyfus ('Seinfeld', 'Veep'), Roseanne Barr ('Roseanne'), Mary Louise Parker ('Weeds'), Felicity Huffman ('Mujeres Desesperadas'), Eva Longoria ('Mujeres Desesperadas'), Mary Tyler Moore ('La chica de la tele') y Candice Bergen ('Murphy Brown').
Aunque sin duda alguna, la mejor intervención de todo el documental dedicado a las mujeres luchadoras es la de Ana Obregón. ¿Os imagináis a Kerry Washington explicándonos el argumento de 'Scandal' de la siguiente forma: "Pues muy fácil, va de una mujer que soluciona problemas y es la amante del presidente de los Estados Unidos" mientras van pasando imágenes de archivo en las que posa con sus morritos? Pues en 'España en Serie' tenemos a Ana Obregón explicándonos el argumento de 'Ana y los Siete' así: "Pues muy fácil, un hombre viudo con siete hijos que contrata a una stripper para que haga de niñera", mientras vemos imágenes de sus posados en distintas alfombras rojas. Es cierto que la serie cosechó grandes datos de audiencia, eso no se lo quita nadie a Ana Obregón, pero la mujer a la que daba vida no ha sido insignia de nada, a diferencia de otras que se recogen en el documental, sino que forma parte del mundo imaginario de Ana Obregón. Del mismo mundo del que salió 'Ellas y el sexo débil', serie de la que el espacio de Canal+ no se hace eco.
La principal diferencia es que mientras las mujeres españolas se quedan en la anécdota y el recuerdo de la serie en la que participaron y poco más, las americanas van más allá, tratando de analizar cómo es la mujer independiente, qué cualidades la caracterizan y qué tienen de ella los personajes de las distintas series de la historia de la televisión americana. En 'America in Primetime' los actores no se limitan a hablar de las series en las que han trabajado, como claramente parece suceder en 'España en Serie'.
A pesar de ello, creo que este documental hace un muy buen recorrido en la historia de la televisión española, integrando de forma dinámica recortes de periódicos recogiendo acontecimientos históricos y relacionándolos con escenas de series y personajes muy bien seleccionados. Aunque también he de decir que he echado de menos a unas cuantas mujeres luchadoras de estos últimos años. Independientemente del nivel interpretativo de Lydia Bosch, no hay ninguna duda de que la Natalia Nadal de 'Motivos Personales' lo dio todo por descubrir toda la verdad; o que pocas veces hemos visto una mujer tan fuerte y dura como Rosa Ballester, Blanca Portillo en 'Acusados', una jueza de mano firme que tiene que conciliar el duro trabajo con su compleja vida familiar; Laura Lebrel (interpretada por María Pujalte), mi personaje favorito de todas las series españolas en emisión (aunque eso de en emisión es un decir, porque ya han pasado más de dos años desde la emisión de su segunda temporada), aún con su punto cómico, también entraría en el grupo de mujeres luchadoras actuales, una mujer independiente, trabajadora y madre que no necesita vivir atada a ningún hombre; hasta me habría gustado ver a María Adánez y María Botto, de 'Círculo Rojo', esas dos mujeres que acabaron vengándose de todos los tipos que les jodieron la vida. Casualmente todos estos personajes femeninos que menciono pertenecen a cuatro producciones del grupo Boomerang TV, productora que misteriosamente parece haber quedado fuera del documental 'España en Serie'.
Otra cosa que echo en falta es que se presenten correctamente a los productores y guionistas de las series. En Estados Unidos prácticamente todos los seguidores de series saben quién es Shonda Rhimes, Ryan Murphy, Vince Gilligan, Matthew Weiner o Aaron Sorkin, pero en cambio en España las personas de detrás de las cámaras son las grandes desconocidas, pocos pondrían cara a Ramón Campos, Daniel Écija o Nacho García Velilla. No estaría mal que junto a su nombre y profesión figuraran algunas de las series en las que participa o ha participado, para que así el espectador pueda ubicarlo rápidamente dentro del panorama televisivo español.
Aunque lo que más sorprende de 'España en Serie' es lo que se dijo justo antes de su proyección: que este documental no tenía cabida en ninguna cadena de televisión más allá de Canal+. Hay que reconocer que Canal+ ha sido la primera en hacerlo y no hay que quitarle ningún mérito, pero hay que recordar que en Estados Unidos 'America in Primetime' no lo realizó HBO ni ninguna otra cadena de pago, se emitió en su cadena pública, PBS, la misma que ofrece 'Downton Abbey' o 'Barrio Sésamo'. ¿De verdad este formato no podría haber tenido cabida en alguna cadena de nuestra televisión pública?
Tras el visionado de este segundo episodio que compone 'España en Serie', tuvo lugar un coloquio en el que debatieron sobre el panorama de la ficción televisiva española que contó con varios guionistas y productores.
De allí parecieron salir varios culpables. Por un lado las cadenas, por exigir una duración de 70 u 80 minutos por episodio. A mí la duración de las series no me parece un problema principal, aunque obviamente, para que dure esos minutos se debe tener suficiente material y no ir añadiendo tramas subsubsecundarias sin ningún interés ni repercusión en la trama central. Recientemente he visto la alemana 'Hijos del Tercer Reich' ('Unsere Mütter, unsere Väter') y es una serie que aguanta muy bien los 90 minutos por capítulo. Está muy bien pedir tiempos de 40-50 minutos para los dramas y de 20-30 para las comedias, pero siempre tratando de mantener un nivel de calidad, ¿es que ya nos hemos olvidado de ese bodrio llamado 'Vida Loca'? Creo que el tiempo de duración es lo de menos, lo importante es conseguir mantener al espectador interesado, obviamente si una serie es incapaz de conseguir mantener al espectador atento durante su emisión, debería plantearse reducir la duración.
Tampoco creo que Globomedia y su modelo de series para toda la familia sea la responsable de todos los males, al fin y al cabo la televisión está para entretener, no para educar, y si a cuatro millones de espectadores nos/les entretiene ver un internado con nazis pululando por ahí o a un espadachín español del siglo XVII, me parece perfecto. En España, debido a la poca cantidad de series que se producen, a las cadenas les conviene llegar a todos los públicos posibles, por eso prácticamente todas destacan por su corte familiar. Lo de la fragmentación de targets suena muy bien, pero un país que emite quince series al año no creo que se pueda permitir ponerse a hacer series para hombres de 18-34 años, mujeres de 18-34años... y así hasta completar todo el abanico de espectadores. La fragmentación de targets es posible en Estados Unidos porque tanto las cadenas en abierto como de pago producen mucho porque luego venden todo internacionalmente y hay infinidad de cadenas de cable (destinadas a negros, a mujeres, a hombres, a gays...). Aquí, con Antena3, Telecinco y La1 sería impensable.
Otro punto que se tocó es el del alargamiento de temporadas de las series españolas. Carlos Montero (guionista de 'Al salir de clase', 'Física o química' o 'El tiempo entre costuras') dijo que a todos los guionistas les encantaría estirar al máximo sus series, porque da trabajo a mucha gente y cuando se acaba la serie se quedan sin trabajo, gran error. Es cierto que el nivel de producción de series en España es muchísimo menor que en Estados Unidos o Reino Unido, pero es bastante similar al de Dinamarca. Allí, que parece que se apuesta más por la calidad, pocas series superan las tres temporadas. La productora creativa de 'Borgen', Camilla Hammerich, comenta que en Dinamarca las series duran tan pocos años porque al no haber demasiada producción propia, unas tienen que acabar para poder hacer sitio a nuevas y que ese es el secreto de la televisión danesa, que no deja de innovar y de probar cosas nuevas. Un buen y talentoso profesional que vive por y para hacer series, no debería tener miedo de que su serie terminara, quizá la culpa no sea sólo de RTVE, Mediaset o Antena3, sino también del conformismo, inmovilismo y la comodidad con la que viven los guionistas y productores que, afortunadamente, a día de hoy tienen trabajo.
En el coloquio también se habló de series de otros países. Yo sigo o he seguido algunas de las series que mencionó Javier Olivares (guionista de 'Isabel', 'Infidels' o 'Ventdelplà') en el Festival, como 'Hatufim', 'Braquo', 'Les Revenants', 'Borgen' o 'Bron/Broen' y es cierto que todas ellas demuestran que no es necesario un gran presupuesto para hacer algo digno (un episodio de 'Hatufim' cuenta con un presupuesto de 180.000 dólares, y es la serie más cara de Israel, donde los presupuestos rondan los 50.000 dólares por capítulo), lo que echa por los suelos un argumento muy escuchado que sostiene que el principal problema de la televisión española actual es el dinero, teniendo en cuenta que todas las series nacionales de primetime cuentan con un mayor presupuesto que el de muchos países que actualmente van en cabeza. Aunque también es cierto que no todas las series que vienen de esos países son espléndidas y maravillosas y hay que caer rendidos a sus pies mientras criticamos los productos españoles, la infumable serie israelí 'Ta Gordin' es una prueba de ello.
Y debido a que en el coloquio también se habló de las series nórdicas, oscuras como ellas solas, que tan de moda se han puesto últimamente y de las que tantas adaptaciones se están realizando, aprovecho esta entrada para hablar sobre las mujeres danesas. Hace ya un tiempo vi un documental de la británica BBC titulado "From The Killing to Borgen, the Danish Secret of Success", que incluía entrevistas a actores y productores de ambas series. En él Sofie Gråbøl, Sarah Lund en 'Forbrydelsen', decía que el secreto de las series danesas, además de su seriedad, es que para seguirlas requieren dedicación y atención por parte del espectador y que este tipo de ficciones generan interés porque hacen partícipes a los seguidores, que elaboran sus teorías. Aunque yo creo que el secreto es otro, sus potentes personajes femeninos. Está muy bien que en las series españolas las mujeres destaquen en el contexto en el que viven, ya sea la legalización del divorcio o la defensa de los derechos de la mujer en los años 30, pero también me gustaría ver en nuestra televisión a auténticas luchadoras que son fuertes por sí mismas y no por el momento histórico en el que les ha tocado vivir. Yo quiero una Sarah Lund, una Birgitte Nyborg o una Katrine Fønsmark española, con una me conformo.
BONUS TRACK Aquí dejo una transcripción de una de las intervenciones de Ana Obregón en 'España en Serie': "Y entonces había muchas risas, ¿no? Fíjate Ana Obregón, jaja. Dice que va a hacer una serie, que la ha escrito ella y que tal. Fue el cachondeo de este país. Mira, cuando al cabo de trece emisiones teníamos 38% de share yo digo: bueno, se han callado todos."
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