'Awake', un enredo de procedimental

El original argumento de 'Awake' hacía que esta ficción se perfilara como la gran apuesta de la temporada de NBC. Reconozco que fue la única novedad de la cadena que me llamó la atención el pasado mes de mayo. Pero la serie parecía que no acababa de convencer a los directivos de la cadena y fue relegada a mitad de temporada para realizar modificaciones. Después de una larga espera, y con buenas críticas por parte de las webs de televisión americanas, esta noche se estrena el primer capítulo en Estados Unidos. A pesar de ello, la ficción es una creación de Kyle Killen, padre de 'Lone Star', el primer fracaso de la temporada pasada, serie de Fox que fue retirada de parrilla tras dos episodios emitidos.

Michael Britten (Jason Isaacs) es un detective de policía que tras sufrir un accidente de tráfico junto a su esposa Hannah (Laura Allen) y su hijo Rex (Dylan Minnette) vive dos realidades: en una de ellas su hijo murió, mientras que en la otra, es su mujer la que no sigue con vida. Para poder diferenciar las dos realidades, podemos fijarnos en la pulsera que luce el protagonista para "tener las cosas claras", una es roja y la otra verde, por ello he decidido llamar a una realidad "mundo verde" y a la otra, "mundo rojo". Como muestro en las imágenes que acompañan esta entrada, estos colores no solamente podemos observarlos en su muñeca, sino en los complementos de los terapeutas y en las vestimentas de su familia.

MUNDO ROJO

En el mundo rojo fue Rex quien murió en el accidente, mientras que su esposa, que no consigue superar la muerte de su hijo, y él se salvaron. Su terapeuta es John Lee (BD Wong), el cual considera que ha creado otro mundo en sueños como consecuencia del trauma de perder a un hijo. Junto a Vega (Wilmer Valderrama), que ha sido ascendido a detective, tiene que detener a un asesino en serie.

MUNDO VERDE

En el mundo verde su hijo sigue con vida, pero Hannah falleció al volcar el coche. Como consecuencia de la muerte de su madre, la relación entre Rex y su padre es bastante fría y distante. En esta ocasión Judith Evans (Cherry Jones) ejerce de psiquiatra de Michael, una mujer que cree que su caso es bastante complejo y no podrá evitar de ponerlo a prueba. En este mundo Vega no es detective, sino un oficial de policía subordinado que le ayuda a resolver el secuestro de una niña, de una u otra forma, los casos de una y otra realidad que ambos policías tienen que resolver en cada episodio, guardan algún tipo de relación que ayudarán a su resolución.

Ambas situaciones parecen muy reales y el paso de una a otra es mediante el sueño, por lo que es imposible distinguir cuál es real y cuál no. ¿Las dos realidades son ciertas? ¿Sólo lo es una? ¿O quizá todavía no haya despertado del coma y todo lo que vemos es un gran sueño? ¿Y por qué no una tercera realidad en la que Michael murió y se salvaron Rex y Hannah?

En mi opinión, una serie policíaca procedimental más cuyo único aliciente son los "dos universos", factor que puede jugar en su contra al no haber ninguna relación entre su vida laboral y su vida familiar, el caso policial de un lado puede confundirse con la situación familiar del otro, y al revés; creo que este lío puede perjudicar bastante a su audiencia en NBC. Una serie un tanto desaprovechada que podría haber dado mucho más de sí misma.