Cuatro ha estrenado este pasado lunes la polémica serie británica que ha conseguido tanto seguidores como detractores quizás a partes iguales. 'Black Mirror', resumiéndolo en muy pocas palabras, muestra el lado oscuro de la sociedad.
La serie, que sólo cuenta con tres episodios, nos invita a reflexionar, a meditar, sobre el camino que está tomando nuestra sociedad. Y el centro de todo esto no puede ser otra cosa que las nuevas tecnologías: Facebook, Twitter, los "Talent Shows" o la mismísima biotecnología se convierten en los protagonistas de lo que muchos medios han catalogado como "obra maestra". Y, desde mi punto de vista, sí lo es. Porque esta miniserie de Charlie Brooker va más allá de lo que nos cuentan las imágenes, que pueden ser brutas y de un contenido de mal gusto. Todo en esta serie tiene una reflexión moral unida.
Aunque en nuestro país parece que no mucha gente estaba interesada en 'Black Mirror' (6,2%, 6,6% y 7,2%; ninguno de los tres episodios superando el millón de espectadores), la serie sí que despertó la curiosidad al público británico. Channel 4 ('The Million Pounds Drop Live', 'Big Brother') obtuvo casi 1,9 millones de espectadores en el primer capítulo (total de Channel 4 y Channel 4+1), 1,1 millones en el segundo y 870.000 en el tercero, aunque segundo y tercero se intercambian con España porque Cuatro cambió el orden de éstos). A estos datos hay que sumar unas adicionales 2.100.000 personas que vieron la serie en Internet a través de servidores "A la Carta".
El primer episodio de la serie, tutulado 'El Himno Nacional', centra su sátira en el gran alcance que tienen actualmente las redes sociales. La princesa Susana es secuestrada y su captor la matará a no se que el Primer Ministro británico aparezca en directo a las 16h00 en todas las cadenas de televisión del país manteniendo relaciones sexuales con una cerda. Tras varios intentos en vano de dar con el secuestrador, el Primer Ministro se ve obligado a cumplir con las exigencias que aparecen en el video colgado por el secuestrador en Youtube; y que se convierte a los pocos minutos en "Trending Topic" en Twitter. Las calles están vacías. Todo el pueblo de Inglaterra se encuentra en sus casas o en bares para ver el bochornoso momento de su cabeza político, a pesar de los avisos de no ver la conexión. Momentos después de la difusión del directo, la policía encuentra a la princesa, sedada, en un puente de Londres. Pero la princesa no ha sido liberada en ese instante; sino a las 15h30, media hora antes del patético momento. Pero nadie la había visto entonces porque las calles estaban desiertas. El acto ha sido en vano.
'El Himno nacional' aborda una sociedad fisgona, perversa y cotilla al más puro estilo 'Sálvame'. En los últimos minutos del episodio, una frase dicha por la asesora del Primer Ministro aclara la intención del secuestrador: ahora ya sabemos lo que pretendía . La gente parece no mentalizarse de lo que van a ver por televisión, pero lo ven. ¿Estarían ustedes dispuestos a ver a nuestro presidente de Gobierno, Mariano Rajoy, practicar ese acto de zoofilia para liberar a la princesa Leticia de un secuestrador?
Este capítulo de 'Black Mirror' ha recibido, según informa BBC, 322 quejas para Channel 4 y para Ofcom (el Comité de Autorregulación del Reino Unido) y, sin embargo, ha ganado el prestigioso galardón de la "Rose d'Or" de este año a la mejor comedia.
'Toda tu historia' muestra un futuro no muy lejano, en el que los habitantes son libres de implantarse un pequeño chip (grano) detrás de la oreja que les permite visualizar sus recuerdos como si fueran contenidos multimedias, tanto en su cabeza como en un televisor. Los celos y las sospechas de infidelidad de su mujer hacen a un hombre acabar averiguando que, lo que en un principio era un "rollo" de una semana entre su mujer y un amigo en común, acaba siendo un mes, seis meses y finalmente hace 18 meses, lo que también le plantea la duda de que si su hija es suya. Cuando ya lo ha perdido todo, el protagonista de nuestra historia opta por quitarse el grano.
El avance de la tecnología actual permitirá en diez o veinte años, quién sabe, lo que se muestra en este capítulo. ¿Pero realmente nos gustaría visualizar, y que otros visualicen, nuestro más íntimo secreto, los recuerdos?
El último episodio, 'Quince millones de méritos', muestra una vida en la que la tarea de las personas es pedalear en bicicletas estáticas para conseguir "méritos", y viven en pequeños habitáculos cuyas paredes son televisiones, y son obligados a ver todo el contenido de éstos si no quieren pagar una penalización. Pero hay una forma de salir de ese mundo: presentarse a 'Hot Shot', un "talent show" tipo 'Britain's Got Talent' (hay un guiño a este programa con la estrella del logo, al igual que en el programa real) y conseguir un trabajo mejor. El chico protagonista de esta historia le regala los quince millones de méritos necesarios para participar en 'Hot Shot' a una chica que canta muy bien. El jurado del programa opina también que canta bien, pero tampoco para dedicarse a ser cantante, por lo que le dan la oportunidad de convertirse en una actriz porno; o eso o seguir pedaleando. Ella acepta, pero quien le ha dado los "méritos" no soporta que manipulen a la gente de esa manera. Nuestro protagonista pedalea durante meses para poder comprar un ticket para una prueba del "talent" con un número de baile; pero para su actuación para desahogarse con el jurado, quien lo contrata para hacer un programa de televisión por su labia.
Lógicamente, todo esto es un símil. Un símil conel mundo real: las bicis estáticas son el trabajo real de las personas, y los "méritos" que se consiguen pedaleando son en realidad el dinero que ganamos trabajando. Los trabajos que ofrece 'Hot Shot' muestran una alternativa a ese "pedaleo". ¿Estaríamos dispuestos a asumir un trabajo como el que le ofrecen a la chica con tal de librarnos del "pedaleo" de nuestras vidas?
Channel 4 ya ha encargado una segunda temporada de este comedia negra que hoy les hemos traído. Para terminar, les traigo una frase de Rocío A. Gómez Sustacha de ElEconomista.com: 'Black Mirror' es la prueba de que los británicos saben hacer series.
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