- Mamá, me he enamorado del hombre equivocado, estoy enamorada hasta las trancas de Samuel el hijo de Belén....
UNA SEMANA DESPUES....
En esta semana había sido muy feliz, con Samuel no me sentía tan mal, era increíble, nos hablábamos, nos contábamos nuestras cosas, esto antes hubiera sido imposible, me parecía tan increíble, que todavía no lo creía, es más me defendió de las burlas de sus amigas, desde ese día no me han vuelto a decir nada más, éramos amigos...
Hable con mi padre y Belén, estaban genial, se lo estaban pasando de lujo en el viaje, ya le quedaban menos de una semana para llegar, creía que le mentíamos cuando le decíamos que no había ningún problema entre nosotros, como siempre Samuel y yo estábamos peleando.
Llegué a mi casa llorando, Ylenia me vio y se subió a mi cuarto conmigo, ¿Qué te ha pasado?, Victoria oye, yo no la respondía, por un lado entendía que Samuel era libre de besar a quien él quisiera, pero yo me sentía engañada. Llegué a mi cuarto y me tendí sobre la cama, justo después sentí como la puerta se abría.
Habían pasado varias horas de clase, solo me quedaban 2 horas, Educación Física y Francés, hoy no había sido un día cualquiera, lo primero que dejé a Marcos, aproveché una mini discusión que tuvimos a la entrada al instituto, me llené de valentía y con mucho tacto para no herirlo, le dije que necesitaba tiempo, que no quería hacerle daño, que él se merecía otra mujer que si lo quisiera, y yo no podía, el se fue llorando, y no lo volví a ver más, en todas las horas.
- TOC TOC se puede soy Ylenia
- Si pasa,- dije llorando-
- ¿Qué te pasa Victoria?, ¿es por lo que te ha hecho Samuel?.
- Yle, no lo entiendes.
- Si lo entiendo, ¿estás pillada por él, verdad?, se te nota demasiado.
- Ojalá te pudiera decir que no, pero mentiría, yo lo odiaba, pero todo el odio se ha convertido en amor, no sé que ha podido pasar, yo jamás hubiera pensado estar con un chico como él, es la primera vez que lo confieso, pero me gusta, ojalá pudiera ser algo más..
- Victoria, me gustaría decirte otra cosa, pero es mi hermano, lo primero que él no es un chico de novias, quiere a las mujeres solo para una noche, y mi madre y tu padre, no os dejaría estar juntos, lo entiendes...
- Me lo vas a decir a mí, si en mi clase casi todas han tenido algo con él, y si solo fuera mi clase,, y además es una tontería, nunca podríamos estar juntos, él no querría tener nada conmigo. Y en lo otro quizás lleves razón, nunca nos dejarían estar juntos –dije llorando-
- Victoria, no quiero verte así, después salimos de compras, y te despejas, llama a alguna de tus amigas, que las mías no pueden.
- Gracias, ¿bajamos a comer algo, le digo a Mari, la asistenta, que nos prepare algo?
- Vale, quiero que te animes Victoria, arréglate el maquillaje.
- Bueno chicos bienvenidos a nuestra nueva casa, dijo mi padre.
Era un chalé precioso, muy grande con piscina, tenía 2 plantas grandísimas, piscina, jardín, todo lo que yo deseaba, el problema el de siempre Samuel, para no fallar, sentía algo por él, pero tendría que cambiar mucho, para tener algo.
Viernes, como otro viernes cualquiera, estábamos para entrar en clase, al día siguiente era la boda de mi padre y mi madrastra, ufff Qué mal suena llamarla así a la pobre, como otro día mas, estaban Samuel y sus ladys, como yo las llamaba, vamos 4 o 5 lameculos de mi futuro hermanastro, que estaban todo el día detrás de él, bueno de él y de sus amigos, estaban apoyadas a la puerta de la entrada, y como no me iban a hacer algo, que sería hoy ¿zancadilla para que me caiga?, ¿ me quitarían algún libro? O solo se empezarían a reír cuando pasara, el coraje de esto es que Samuel las veía y no hacía nada, no se reía pero tampoco me defendía, en el fondo pensaba que me gustaba verme sufrir.