CAPITULO 2- CAIDA A LA PISCINA.

- Bueno chicos bienvenidos a nuestra nueva casa, dijo mi padre.

Era un chalé precioso, muy grande con piscina, tenía 2 plantas grandísimas, piscina, jardín, todo lo que yo deseaba, el problema el de siempre Samuel, para no fallar, sentía algo por él, pero tendría que cambiar mucho, para tener algo.

- Bueno de momento es nuestra, vuestra será dentro de 15 días cuando vengáis de vuestro viaje de novio- dijo Samuel con gran mucha gracia-

- -yo reí sigilosamente para que nadie se diese cuenta, no era habitual, que ese tipo de comentarios me hicieran gracia

- Bueno chicos, ahora sí nos vamos, portarse bien, sobre todo tu Samuel. – dijo Belén, con cara de preocupación- Héctor no sé si hemos hecho bien en dejarlos solos, se tenían que haber quedado con mi amiga, -dijo cerrando la puerta-

Ylenia tenía ganas de hablar conmigo, pero en ese momento sonó el teléfono, era mi madre, la notaba un poco tristona, ella me decía que era que estaba muy cansada, pero yo sentía que había algo más, no era cansancio, era tristeza, ¿seguía mi madre enamorada de mi padre?, ¿tendría algún tipo de problema?, yo a ella le contaba todo, teníamos mucho feeling, quizás si no tuviera mi vida en Murcia, me habría ido con ella, la verdad tenía muchas ganas de verla, no nos veíamos desde navidades, en semana santa no pude ir, y después con el colegio, vamos que era mayo y hacia 4 meses que no la veía, me daba penilla, quizás estaba triste por eso, le prometí que en cuanto terminase el instituto, estaría allí, quizás eso me vendría bien para poner tierra de por medio con mi novio, y a ver si cuando volviese Samuel cambiaba.

NARRA YLENIA

Tenía muchas ganas de hablar con Victoria, quería preguntarle dos o tres cosas, desde hace muy poco a este tiempo notaba algo raro, con mi hermano, su actitud con él era diferente, antes lo trataba de otra forma, y sin ninguna duda que se riera con el comentario era una clara prueba, de que eso antes no lo hubiera hecho, me daba igual lo que pasase entre ellos, pero les quería advertir con mi madre y su padre, no se lo iban a tomar bien. Una vez que ella termino de hablar con la madre, empezamos a hablar, pero cuando veía que le podía sacar algo llegó Samuel, y la llevo en volandas a la piscina, y la tiró, se puso empapada, la verdad fue un momento muy gracioso, aunque a ella no le gustó mucho.

NARRA SAMUEL.

Mi hermana, estaba hablando con Victoria, estaba tan guapa con ese vestido amarillo, por muchas mujeres que tuviera en mi vida nadie seria como Victoria, ella es tan especial, ella es tan bonita, pero le quedaría tan bien un chapuzón en la piscina. Me acerqué y vi que estaban hablando de mi, y no me lo pensé dos veces, la cogí en peso y recorrí, el jardín y nos tiramos a la piscina, bueno yo la tiré a ella y ella, se agarró a mí y caímos los dos, estuve tan cerca de sus labios, sin duda, tenía ganas de besarla, pero cuando se seco la cara empezó a gritarme muy enfadada, no quería hacerla sentir mal, quizás me habría pasado, se fue corriendo a su cuarto, quise ir, pero mi hermana no me dejó, me gritaba más que Victoria, eres imbécil, un completo imbécil no te das cuenta, ¿de que no me doy cuenta? – Le pregunté- nada nada, eres un imbécil, pareces bobo hijo.

NARRA VICTORIA, Cuando me tiró a la piscina, me sentí tan mal, no había cambiado, ni iba a cambiar, era un completo hijo de su madre, cuando nos caímos, lo tuve muy cerca, sus labios casi rozaban los míos, pero estaba tan enfadada que en vez de un beso, quería pegarle una torta, lo empecé a insultar y me fui casi llorando a mi cuarto a cambiarme, y a hablar con Laura, ella decía que yo a Samuel, le gustaba y por eso se comportaba así conmigo, pero yo no la creía, y le decía que yo nunca iba a estar con él, que no me gustaba, mentía obviamente, pero lo nuestro era tan complicado.... Me hubiera gustado tanto, que se hubiera venido a disculpar, pero como creía no iba a venir, había cumplido su objetivo hacerme rabiar.