'¿Quién quiere casarse con mi hijo?' no sería lo mismo sin su estrella Mari Carmen

Llevamos ya varias semanas con la nueva edición de '¿Quién quiere casarse con mi hijo?', el programa más divertido y disparatado de la televisión nacional, ya que desde que desapareció 'El diario de Patricia' es muy complicado ver en la pequeña pantalla a tanto personaje junto.

Las historias de amor entre los solteros y sus pretendientes siguen enganchando tanto como el primer día, síntoma que demuestra que cuando un producto es bueno no es necesario cambiarlo e introducir muchas novedades que lo alejen del original.

Partiendo de la base de que la incorporación de un padre ha resultado muy positivo, sin lugar a dudas la gran protagonista de la tercera edición es Mari Carmen, la madre de Fran, esa señora a la que subtitulan todo lo que dice.

Mari Carmen es una de esas mujeres antiguas, una mujer de su casa que le gusta limpiar, ir a la compra, servir a su marido y a su hijo, tener mucho vello púbico, lavar las bragas a mano y sobre todo, tenerlo todo bajo control.

Desde que la conocimos en la presentación de los solteros ya destacaba por encima de los demás, ella no iba al programa de Cuatro a perder el tiempo, realmente iba a buscar una buena esposa para su hijo, nada de sexo esporádico ni relaciones cortas, y lógicamente una mujer no entrará en su familia si ella no da el aprobado.

Que a su hijo Fran no le gusta una pretendienta del montón pero inteligente y con dinero, ella se lo pasa por el mismísimo arco del triunfo y se la intenta inyectar en vena (caso Mariló), que su hijo duerme con una pretendienta africana, ella intenta que su pequeñín esté bien alimentado para que no tenga anemia y pueda aguantar el ritmo, ya que según su opinión las mujeres de África están todo el día caliente al igual que su clima (caso Houda), que a su hijo le gustan las mujeres delgadas y esbeltas, a ella le da igual, siempre prefiere que sean "gordillas" y coman buenos potajes (caso Sara).

Entre sus frases célebres encontramos algunas como: "Melania no sabe comprar, no sabe. Y, para comprar, hay que saber", "me da miedo volar, vi una película en la que se comían unos a otros", "¿tú vendrás a limpiar mi tumba cuando yo me haya muerto?", "de ti me gusta que sea sencilla, superficial", "me voy a modernizar y no voy a sufrir más", "las Torres Gemelas no deberían haberse caído nunca", "me gustas para Fran pero ¡qué disgusto saber que eres bisexual!" o "con el gobierno de Rajoy la gente está buscando más amor".

Es imposible recopilar todas las perlas que suelta esta mujer en el programa, pero su visión sobre la religión, las Torres Gemelas, Budapest, la elección de llevar tanga o la bisexualidad hacen que cada vez que abra la boca te rias sin parar. Pero lo cierto es que la madre más tróspida le echa muchas ganas al asunto, ella siempre da su opinión sincera pero intenta modernizarse y abrir la mente a las prácticas de la gente más joven.

Todavía nos quedan unas semanas más por disfrutar de la estrella de la edición y esperamos volver a verla pronto en otros espacios del grupo audiovisual. La tele necesita gente más auténtica y normal que decida mostrarse tal y como es sin tener la necesidad de ganar dinero y hacerse famoso.

Mención aparte merece la brillante presentación del show que hace Luján Argüelles, ya sea saliendo por pantalla o como hilo conductor narrando las historias, el rostro de Cuatro le pone la guinda que le falta al pastel para que la noche del miércoles el canal de Mediaset España sea la fiesta semanal del cachondeo, las situaciones frikis y las historias surrealistas.

@BertoMolina