'Pasaporte a la isla': el peor reality show en la historia de Telecinco

Tras una temporada televisiva llena de grandes y exitosos reality shows en Telecinco, con el adictivo e imprevisto culebrón Paula-Omar-Lucía en 'Gran hermano 15', la vida televisada 24 horas al día durante dos meses de Belén Esteban, una de las estrellas del canal, en 'Gran hermano VIP 3', y una nueva y esperada edición de 'Supervivientes', con uno de los mejores castings de su historia, Paolo Vasile ha intentado seguir atrapando a la audiencia con una especie de reality low cost: 'Pasaporte a la isla'.

A priori la idea no era mala del todo: un grupo de famosos luchando durante unos meses con arriesgadas pruebas mentales y físicas de por medio, por una plaza para la próxima edición del show de aventura que presentan Jorge Javier Vázquez, Raquel Sánchez Silva y Lara Álvarez. Pero los objetivos no se han cumplido ni de lejos: los concursantes apenas son conocidos, no luchan en pruebas espectaculares por demostrar su valía como futuros supervivientes, ni nos gustaría ver a ninguno de ellos de nuevo en 'Supervivientes 2016'.

Jordi González es marca de calidad de la casa, y más en este tipo de espacios de entretenimiento ('La casa de tu vida', 'El debate de GH', 'Gran hermano VIP'), pero ni su buen saber hacer han conseguido que este programa de televisión destaque por algún motivo, sin contar el inexplicable fichaje de Laura Lobo, la presentadora de la palapa ibérica que hace tremendamente aburridas y largas las conexiones en directo.

El penoso casting, inundado por "viceversos" (la influencia de 'Mujeres y hombres y viceversa', otro producto de la productora, Magnolia TV, pesa demasiado) y famosos de quinta categoría que son únicamente conocidos en su casa, sumado a la ausencia de al menos un par de celebrities destacables, hace que no interesen las hazañas ni las broncas de los concursantes, exceptuando las madres de '¿Quién quiere casarse con mi hijo?', que algún que otro momento divertido y surrealista están protagonizando.

Otro punto que no entiendo es el de las visitas, ¿qué pintan Carmen Gahona, Pepi Valladares (reconvertida ahora en concursante), o el último tronista de turno con su novia pasando unos días alli? Menos mal que la Esteban se negó a tal mamarrachada. Las visitas en algún programa de este tipo a veces hasta funcionan y llaman la atención del público, pero no como uno de los mayores reclamos de las galas, y menos con invitados como estos.

Lo único positivo que encuentro a la emisión de este programa es el hecho de apostar por programas nuevos y de producción propia en verano, época donde las reposiciones abundan y básicamente no hay nada interesante que ver en la tele. Puestos a mantener contenta a la audiencia, hubiera encargado una nueva edición de 'Campamento de verano', espacio divertido y ágil que no funcionó nada mal y tenía más atractivos que este, o incluso hubiera rescatado 'Acorralados', la versión rural de 'Supervivientes' dejó muy buen sabor de boca y al menos tenía el objetivo de ver a famosos ordeñando vacas y recogiendo huevos.

Al final, y visto lo visto, va a resultar que programar 'Sálvame deluxe' también en sábado es todo un acierto, ya que en 'Pasaporte a la isla' lo más interesante es lo que pasa en plató y las discusiones de los colaboradores, vamos, como en el 'Deluxe'. Sin lugar a dudas los comentaristas eclipsan a los propios concursantes.

La única salida para los amantes de este género es esperar, esperar a que pasen las semanas y lleguen las emociones y novedades de 'GH16', los famosos en "mayúsculas" y su convivencia 24 horas de 'GH VIP4', y las reacciones de más rostros populares en 'Supervivientes 2016' desterrados a una isla desierta, porque el pasaporte de este programa está más que caducado y, aparentemente, sin opción a renovar.