Frigenti loves GH

Salió Vitín y no por culpa de Omar. Lucía y Alfredo vuelven a equivocarse de lleno al contarle a la audiencia que el más votado ha sido un concursante ejemplar. Se ve que mientras muchos veíamos a Vitín insultar a Yolanda y a Alejandra, ellos estaban tomándose una cañas.

El amigo de Omar ha sido un concursante desagradable para el espectador en muchísimas ocasiones, y es que Vitín ha pasado buena parte de este concurso enfadado y mostrando a la cámara unas frustraciones que no encajaban con las bromas que gastaba el concursante en puntuales momentos de lucidez. El juego que podía aportar Vitín al concurso de aquí hasta la final, quedaba reducido a unas cuantas suplicas a Alejandra de una noche de amor sin roce; casi tan desagradable como ver a Yolanda restregándose con Jonathan constantemente.

Muchos acusan a tu amiga de hacer un papel dentro de la casa. ¿Que dices al respecto?

Cada uno es libre de pensar lo que quiera. creo que ella ha demostrado ser auténtica en muchos momentos a lo lago del concurso. Paula es una persona que se guía por sus impulsos y su pasionalidad. Yo la conozco desde que éramos niñas y doy fe de que ella es así fuera de la casa, con sus más y con sus menos como todo el mundo; si algo define a mi amiga es su autenticidad, virtud que hace que algunos la defiendan y otros la critiquen.

¿Qué opinión te merece la actitud que ha tenido Omar con Paula?

Como le dije a Lucia en su día, podría opinar muchas cosas sobre la actitud que ha demostrado Omar con respecto a mi amiga durante lo que llevamos de concurso, pero prefiero callarme por educación. Las imágenes hablan por si solas. A Omar le falta empatía y le sobra cinismo.

Alejandra y Omar no entienden las exageradas risas de Paula. Vitín considera que la reacción que tuvo la concursante tras encontrarse en el confesionario con una ropa que no era suya, se escapa de ese concepto que en ocasiones tanta ignorancia produce, denominado normalidad. Tienen los tres su parte de razón. Seguramente en algunos momentos Paula exagera su felicidad, al ser consciente de que recibe su ropa nueva en plena emisión del debate; todos ahí dentro intuyen que los domingos, millones de espectadores conectan con Telecinco para seguir los últimos acontecimientos vividos en la casa, con conexiones en directo incluidas, y Paula no tiene ni un pelo de tonta. En lo que se siguen equivocando Alejandra, Omar y Vitín, es en intentar explicarle a la audiencia lo que es real o fingido, subestimando la inteligencia de todos aquellos forofos de este reality que deciden cada semana votar por un nominado para que abandone la casa. Ganarían muchos más puntos si decidiesen obviar el juego de su rival para examinar el suyo propio con cautela, pues seguramente el espectador sienta mucho menos rechazo por los ataques de euforia de Paula que por esas nuevas relaciones interesadas pero etiquetadas con la palabra amistad. Al fin y al cabo, si Omar y Alejandra reivindican su derecho a dudar de la autenticidad de una concursante, también puede la audiencia mostrar ciertas reticencias ante una complicidad inexistente con un objetivo algo sucio.

La escoria que sigue Gran Hermano está formada por un grupo de personas que año tras año acusa a este programa y a sus trabajadores de manipular imágenes, falsear votos telefónicos y de beneficiar a unos participantes determinados. Son tan retorcidos y a la vez imaginativos que incluso apuntan la posibilidad de una campaña presidida por la cúpula de Telecinco para convertir en ganador a un concursante en concreto. Esas personas escondidas tras un nick son tan mezquinas que no conocen el significado de la palabra decencia, pues a pesar de reiterar sus argumentos, se empeñan en seguir visionando un concurso que según ellos no es más que una ristra de mentiras. Algunos se atreven a insultar y a amenazar a tertulianos de la cadena, viéndose algunos obligados a abandonar sus redes sociales personales ya que resulta imposible pasar un buen rato cuando lo único con lo que te encuentras en tu perfil son menciones de usuarios escondidos tras un avatar, decididos a pagar sus frustraciones personales con los que trabajamos dando la cara en un plató de televisión. Esa escoria forma parte del denominado grupo de los reventados. Usuarios que año tras año y según su conveniencia, y en base al desarrollo de los acontecimientos, pueden pasar de alabar al programa a vilipendiarlo radicalmente si las cosas no salen como ellos quieren; porque al parecer, esta gente todavía no se ha dado cuenta de que existe vida más allá de twitter y que las personas que no utilizan esta red social tienen el mismo derecho a votar en cualquier reality que cuente con esa posibilidad de interacción. Lo más cachondo del asunto es que deben ser algo masoquistas, pues nunca fallan a la cita de los jueves. Algunos incluso siguen el 24 horas que este bendito programa pone a disposición de los yonkis que no podemos vivir sin Gran Hermano. Vamos, lo que viene a ser la más absoluta incoherencia e inmadurez transformadas en espectador gañan. Y luego están los que sin escrúpulos, por no opinar como ellos, se atreven a soltar lindezas como estas sin pensar que los que salimos por televisión tenemos familia.

Es triste que la condición sexual de una persona les siga valiendo a cuatro descerebrados para intentar amenazar y hacer daño a una persona. La verdad es que a mi, lo que estos personajes puedan dedicarme y perdón por la expresión, me la pela; pero es lamentable que en los tiempos que corren siga habiendo personas vejadas e insultadas con el anticuado maricón. Luego nos las damos de tolerantes. ¡Válgame dios!

También es curioso que haya participantes de este concurso que formen todavía parte del grupo de los reventados, término que puso de moda el inigualable Iván Madrazo en GH10. Ayer mismo, Lucía, novia de Omar, furiosa por la expulsión de Loli, publicó un tuit bastante desafortunado, para momentos después rectificar. Que le expliquen a Lucía que no se pueden soltar estas perlas tan a la ligera, y menos si formas parte de la plantilla del programa en el que has decidido participar libremente.

Hoy termina una semana que ha resultado ser de las más deliciosas de esta edición de Gran Hermano. Me río de todos aquellos que afirmaban que este concurso de convertiría en un auténtico pelmazo si Lucía resultaba expulsada por la audiencia. Eso no ha pasado, ni pasará tampoco después de conocer la identidad del nominado más votado por la audiencia de esta semana. En Gran Hermano nadie es imprescindible, y eso es algo que se viene demostrando desde hace unos cuantos años, aunque aun haya algunos atrevidos en vislumbrar lo contrario. La expulsión de la noche será decisiva, pues de ella depende la futura situación con la que deberán lidiar los concursantes durante los próximos días. Voy a saltarme a Jonathan porque para mi desgracia, no será él el eliminado, a no ser que desde el domingo que se anunciaron los porcentajes en el debate se venga produciendo un milagro. Una autentica pena que no vaya a ser así, porque la pseudocarpeta que el primo mantiene con Yolanda es verdaderamente lamentable. Si del tibio de Jonathan y de la pesada de Yolanda dependiese el asunto, nos tiraríamos con ellos hasta GH18 para ver un edredoning o para asistir a un compromiso medianamente creíble y decente. Pero así es la audiencia. Nos tendremos que seguir tragando esta carpeta que está más quemada que el palo de un churrero.

Salió Shaima. Nuestra Xami ha dejado un gran vacío en la casa, eso lo sabemos los que seguimos este programa minuto a minuto. La ausencia de Shaima podía respirarse durante esta madrugada, y es que nos costará acostumbrarnos a la retirada de la cotilla más encantadora de la historia de este concurso. Es vidente que no se lo esperaba, ni ella ni sus compañeros. Todos creían que Xami era la que contaba con más apoyo fuera de la casa, y la verdad es que la musulmana goza de mucho más cariño que algunos de los que siguen ahí dentro. Pero esto es Gran Hermano, y una nominación desastrosa puede provocar que una persona imprescindible como Shaima termine saliendo antes de tiempo.rnEstuvo esplendida en la entrevista marcándole unos cuantos goles a Lucía. La verdad es que no se que esperaba la novia de Omar de Xami. En todo caso, la que no supo jugar fue ella, ya que entró con información del exterior y habiendo observado a la musulmana antes de embarcarse en esta aventura. ¿Pretendía Lucía que Xami traicionase a Paula y le dorase a ella la píldora?, ¿No era consciente Lucía de que Shaima es de todo menos discreta?. En cualquier caso, Shaima le ganó la batalla a Lucía en el plató, logrando apoteósicos aplausos por parte del publico; es justo reconocer que la entrevista de Shaima ha sido de las mejores hasta el momento. Al menos ha sido la eliminada más contundente durante su entrevista tras su paso por la casa y tambíen la más inteligente al saber torear ciertos temas que la dejaban en mal lugar, ya que Xami ha cometido muchos errores dentro de este juego. No obstante, Shaima es de esas concursantes que se gana el perdón del público sin necesidad de tener que realizar esfuerzo alguno. Es de esas participantes que reivindican una picardía traviesa y a la vez encantadora, logrando que acciones que recriminaríamos a cualquier otro jugador, a ella se las pasemos por alto e incluso nos riamos y nos sintamos cómplices de las mismas. Sin duda alguna, Habíbi no decepcionó en el plató y en caso de ponerse en marcha una repesca en esta edición, la musulmana ayer se ganó una plaza que bien tiene merecida. Nunca se sabe, quizás el juego de Shaima no haya finalizado con su expulsión.

Faltan pocas horas para que nos emocionemos con ese mágico y a veces doloroso ritual que vivimos semanalmente durante este concurso. Esta noche, Mercedes Milá volverá a pronunciar esa frase mágica que representa el poder de la audiencia que se implica en este programa. Hoy conoceremos el nombre de la quinta expulsada de Gran Hermano 15, y previsiblemente, habrá reacciones de todo tipo. Lo que está claro es que perderemos sin ninguna duda, a una gran concursante. Dos de las nominadas de esta noche han vivido esta experiencia a tope, regalándonos momentos que son ya parte de la historia de la televisión. Son Paula y Shaima las que más han exprimido esta experiencia, y las que por desgracia se jugarán su continuidad en la casa. Es muy remota la posibilidad de que Alejandra sea la eliminada, ya que hace tan solo cuatro días esta concursante no contaba ni con el seis por ciento de los votos, así pudimos verlo en GH: El debate.

Lo bueno de un concurso como Gran Hermano es que uno puede permitirse el lujo de cambiar de opinión cuarenta veces al día. Los primeros que lo hacen son esos concursantes que luchan con uñas y dientes para permanecer más tiempo en la casa, aunque francamente, algunos son bastante torpes. La que ha decidido sacar su artillería pesada es evidentemente una de las nominadas, Alejandra. La manchega ha pasado de comerle los mocos a su amiga Paula a ponerla verde con los peores enemigos de la primera: Omar y Vitín.

Como era de esperar, salió Alfredo. Su poca personalidad y eso de rezando y con el mazo dando le pasaron factura al hermano de Omar. Algo borde estuvo en la entrevista creyéndose el director del programa. Ni su explicación sobre su reconciliación con Yolanda ni su arrepentimiento por haber acusado a Paula del tema perro me resultaron creíbles. Espero que le vaya bien con su morena y que le permita conectarse a internet y esas cosas, que una cosa es cultura y otra ignorancia. Por cierto, empieza a resultar insoportable escuchar a Lucía gritar ole tú cada dos por tres. Un bozal para ella, gracias.

Si a Laura en GH12 la sancionaron con la nominación disciplinaria por llamarle fea a Terry, no me imagino que tipo de castigo podría recibir Omar el próximo jueves.

Ayer por la tarde, Paula le comentó a Vitín que había hecho una broma refiriéndose a Lucía como la putanesca. También se lo conto a Alejandra y Luis, pero minutos después lo sabía toda la casa excepto Omar. No tardaron mucho Alfredo y Vitin en envenenar a Omar contándoles la anécdota, aunque engordada y exagerada. Omar, lejos de acercarse a Paula para mostrarle su descontento y hablar razonablemente del asunto en cuestión, prefirió hacerle un buen traje a la de hawaii con sus dos mayores aliados. Traslado el texto que mis compañeros de Telecinco.es elaboraron en el minuto a minuto y después continuo:

1.30 Vitín debate con Omar y Alfredo. Cuenta que Paula ha dicho un comentario muy feo sobre Lucía en el estudio de radio tachando a la morena de "señorita de la calle". El de las 837 pibas fuera estalla y suelta todo tipo de barbaridades sobre la niña del helio: "Me suda la polla lo que le pase, que se haga un dedo, es una puta borracha y una despechada...rubia de bote...La crujo el cuello". El carabanchelero revela que su amor de 15 días tiene de verdad problemas serios con el alcohol y que trabajaba en estado de embriaguez y se quedaba dormida. Por si fuera poco, Alfredo suscribe las palabras de su hermanastro: "El primer día que entramos, ya le olía el aliento a alcohol. Lo de alcohólica lo llevo pensando mucho tiempo". Vitín entiende que Omar esté enfadado, porque supuestamente la hawaina ha dejado de prostituta a su carabanchelera, pero le pide calma a su compañero. Sin embargo, el novio de Lucía no está por la labor y anuncia que le va a propinar todo tipo de insultos a la que muere de amor.

Azahara ha empezado a jugar. En realidad lleva haciéndolo desde el principio, pero parece que la malagueña ha decidido poner en practica esas tácticas que utilizan los concursantes que optan por potenciar el rol de víctima. Podría haber sido Paula la que hubiera elegido este papel, ya que contaba con una serie de elementos que le permitían jugar con todas las cartas a su disposición; o Alejandra y Yolanda, tras ser nominadas semana sí y semana también. Pero estas tres concursantes han optado por marcar su terreno y vivir esta experiencia con una autenticidad que Azahara no desea sacar de paseo. Es muy licita su estrategia, otra cosa es que algunos no nos traguemos ciertas escenas que vienen a ser cuanto menos ridículas. Jamas he puesto en duda el amor que siente la concursante por los animales; de hecho, esta característica que vendió Azahara desde el principio, hizo que me posicionase más por su parte que por la de Luis y Fran, sus enemigos durante los primeros días de convivencia por unos ideales completamente contrarios. Aquí servidor es el primer defensor de los derechos de los animales. Voy a manifestaciones, colaboro gratuitamente desarrollando labores con Igualdad Animal y El Refugio entre otras asociaciones, pero es algo que nunca he contado porque considero que son actos que deben quedar en la privacidad de uno y no presumir de ello. Está genial sentirse orgulloso de una creencia, pero es muy cutre utilizarla para un fin estratégico.

Hoy es día de fiesta para los amantes de Gran Hermano. Asistiremos a la ceremonia habitual de la expulsión de uno de los tres nominados y también seremos cómplices de una nueva ronda de nominaciones de la que saldrán los próximos aspirantes a abandonar la casa la próxima semana.

No tengo ninguna duda en la elección de la audiencia. Lucía será expulsada y será doblemente humillada. Primero por el apoteósico porcentaje de votos que abarcará la concursante, y segundo, por el ridículo que ha hecho ante toda España al acusar a Paula de haber pronunciado una frase errónea. A lo mejor mañana tengo que rectificar si no es ella la eliminada esta noche, pero lo dudo muchísimo. Lucía entró en Gran Hermano con todas las cartas a su favor: la empatía de una audiencia cansada de una relación poco creíble entre su ex y Paula, el papel de víctima asignado por derecho tras haber sufrido durante tres semanas viendo al amor de su vida magreándose con una rubia a priori, con pocas neuronas, y por último, Lucía contaba cuando entro con una gran dosis de información para utilizar en su propio beneficio; pero la todavía concursante, ha roto esa baraja de cartas que la vida le puso hace dos semanas en las manos y ha optado por dejarse llevar por los instintos más primarios del ser humano: el rechazo, la pasión y un incompresible odio por el objetivo equivocado. Es por todo esto, que Lucía va a pagar un precio bastante caro esta noche. Primero tendrá que dar explicaciones por habernos vendido una moto al entrar en la casa para luego hacer todo lo contrario. También deberá justificar esos actos que tanto criticó en Paula y que ella misma ha terminado practicando, y lo más duro, deberá enfrentarse a la realidad de lo que ha pasado en la casa para deshacerse de su visión primaria y tóxica.