Prometieron quedar cada noche en Salinger's, el restaurante de sus padres fallecidos hacía 6 meses en aquel fatídico accidente de tráfico.
Julia, Charlie, Bailey, Claudia y Owen reservarían cada noche una mesa especial para contarse sus vivencias de cada día, para sufrir juntos, para llorar y reir juntos, para tener un punto de encuentro que les hiciese permanecer unidos, para intentar cubrir entre todos el hueco dejado por las dos personas a las que tanto querían pero que jamás regresarían ya a casa.
Tras tomar las riendas de la nueva situación, aquella primera noche todos asistieron con sus problemas a aquella mesa tan especial para compartir opiniones, mientras comenzaban a repartirse el pan y a reir por primera vez desde el trágico suceso, siendo conscientes de que ahora ellos mismos eran los dueños de sus propias vidas que acababan de dar un giro.
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