Yurena y Miriam nos hacen felices

Hay que reconocer que a Yurena, la expulsión de Miriam del equipo agua le ha venido muy bien. Y no solo porque ya no está sola, sino porque la novia de Carlos Lozano está sacando lo mejor de la cantante. Ambas han conectado a la perfección y lejos queda ya esa pesadez que el espectador sentía ante las quejas de estas concursantes. Fue divertido ver las imágenes en el que las dos reconocían mediante graciosos gritos estar felices. Desconozco cuál será la mecánica del concurso a partir del próximo jueves, aunque admito que me gustaría seguir viendo a estas dos participantes dentro del juego, sobre todo si siguen adoptando esa actitud tan positiva. Probablemente el próximo eliminado tendrá que enfrentarse con ellas en una votación eliminatoria; espero que ese rival sea Dioni, pues el resto de nominados me parecen mucho más atractivos.

Otra de las escenas que nos proporcionó el debate el pasado domingo fue la protagonizada por Víctor Sandoval. El concursante homenajeó su paso por Gran Hermano VIP al llevar a cabo un amago de abandono. Afortunadamente y como es costumbre en Víctor, todo quedó en un drama sin importancia ya que finalmente decidió continuar en el concurso. Es cierto que el presentador produce sentimientos encontrados. Por un lado resultan cansinas sus reacciones, muchas veces sin fundamento y casi siempre exageradas, pero no sería justo no reconocer esa gracia que le caracteriza y que tanta ternura despierta en este servidor. Y es que a Víctor se le perdonan cosas que en otros resultan determinantes. Probablemente porque el presentador, a diferencia de muchos de sus compañeros, actúa sin ninguna doblez y sin hipocresía de por medio. Víctor, con fallos como el que más, logra entretener sin proponérselo; el espectáculo es pues un aspecto que va ligado a su personalidad. Una cualidad que debe valorarse en este tipo de programas y que no todos tienen.

Se enteraron los habitantes de playa paraíso de la decisión de la audiencia de dejarles sin pulpería. Es una medida justa; es evidente que los componentes del grupo contrario jugaban con cierta desventaja en las pruebas de los jueves. Por no hablar de que lo que hemos visto en esta edición no lo habíamos visto en ninguna otra; me refiero a la cantidad de comida con la que han contado ciertos concursantes.

También pudimos ver el domingo pasado unas imágenes en las que salía un Antonio Tejado en plena forma. El ex participante disfrutaba de un fantástico día de piscina en un hotel hondureño. No seré yo quien le juzgue, aunque entiendo las críticas de los espectadores por esta actitud. No obstante, sigo creyendo que el único responsable de todo esto es el médico pertinente que ha decidido que Antonio abandone el programa por motivos de salud. Si él ha tomado dicha decisión y en consecuencia es el especialista, ¿quienes somos nosotros para criticar al concursante?.

No me despido sin comentar la actitud que algunos siguen manteniendo con Mila. El pasado domingo, Carla y Jorge, ganadores de la prueba de recompensa, tenían que ponerse de acuerdo y decidir qué tercera persona les acompañaba en la cena ganada en la prueba. Como era de esperar, ambos eligieron a la colaboradora a pesar de que Paco se lo merecía mucho más. El peloteo sigue reinando en este grupo; algo a lo que muchos ya nos hemos acostumbrado. Sigue resultando igual de bochornoso y el acto en sí empieza a ser despreciable. Dejar sin comer a un compañero que lleva esforzándose desde el primer día respecto a la supervivencia para seguir bailandole el agua a la señora Mila Ximénez dice mucho de todos ellos. Patético.