Solo hace falta ser un poco observador para darse cuenta de que en esta edición de Tu cara me suena se cumple a la perfección ese refrán que dice, más vale caer en gracia que ser gracioso; es el caso de Xuso Jones y de Edurne, concursantes que a ojos de este crítico espectador, cuentan con un favor muy distinto al que reciben sus compañeros; y es que al final, todos los concursos acaban convirtiéndose en un gran hermano donde las relaciones personales terminan siendo más importantes y más decisivas que el propio talento del concursante. De lo contrario, no se comprende la puntuación que el jurado le otorgo ayer al Murciano, simpático donde los haya , pero arte imitando, como que va un poco justo...
Da lo mismo que Xuso o Edurne hagan una mala gala, porque sus puntuaciones siempre son elevadas. No corre la misma suerte el resto de la plantilla, por ejemplo Melody, que a pesar de presumir de una trayectoria brillante dentro del concurso, fue puntuada muy por debajo de Xuso Jones cuando su actuación era mucho más complicada, y a pesar de ello fue defendida muy dignamente. Pero claro, no podemos olvidarnos de el pulsador, que juega un papel determinante. Por lo que se ve, al botoncito, al igual que al jurado, le caen bien la extriunfita y el imitador de Justin Bieber, y hablando del jurado, lo que ocurre con ellos es un reflejo de lo que se cuece entre los concursantes: como señalaba al inicio del post, solo hace falta ser un poco observador para darse cuenta de las verdaderas intenciones de los participantes, y las de ayer fueron bastante cantosas.
Ahí todos eran conscientes de que la final de esta edición estaría protagonizada por Melody y por otro concursante, y en la duodécima gala tuvieron la ocasión perfecta para cambiar las tornas y tumbar a 'la niña gorila', dejándola en un segundo puesto con más de 20 puntos de distancia entre ella y Edurne. Me hizo gracia ver a todos con sus sonrisas cuando lo que estaban haciendo era estrategia pura y dura para asegurarse que Melody no fuese numero uno, costase lo que costase, a pesar de que para ello tuvieran que dar los cincos puntos a Edurne cuando a esta ultima le sobraran, ya que era la ganadora de la noche con diferencia, pero claro, si así aumentaban la diferencia dentro del ranking de puntuaciones entre ambas, mejor que mejor. Todo esto, disfrazado del peloteo característico de estos programas y del buen rollismo que no se cree ni el regidor, y que termina por resultar insoportable.
Y no puedo despedirme sin hablar de Marta Sánchez. Aún me pregunto cual es el programa que ve o en que piensa cuando escucha las actuaciones. ¿Dónde esta realmente Marta?, ojalá Iker Jiménez nos lo explique algún día, porque las frases y conclusiones de la cantante son todo un misterio; sin duda alguna, hubiese sido preferible en esta edición, tener a esta Marta como jurado:
Y es que ya es insulto oficial que alguien te diga eso de eres más soso que Marta Sánchez, porque el mote, la rubia se lo ha ganado a pulso.