TDT de pago o el artículo 101.1 de la Ley de Contratos

Según esa norma, un concurso público sólo se puede modificar si es por "interés general".

La Ley General Audiovisual está ya en marcha. El Gobierno ha remitido ya al Consejo de Estado el anteproyecto de ley para que emita su dictamen, paso previo para que se apruebe definitivamente en consejo de ministros. Dentro de esa nueva ley, el ejecutivo socialista ha incluido la regulación de la polémica TDT de pago.

Según el borrador del anteproyecto, cada cadena podrá destinar dos canales de TDT a emitir contenidos de pago. Avanza así el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero con una medida que ha desatado las críticas de parte del sector, la alabanzas de unos cuantos, y el silencio del resto.

Los críticos, entre ellos el potente Grupo Prisa con sus cadenas Cuatro y Digital Plus, aseguran que se trata de una medida ilegal, amenazando incluso con ir a los tribunales para evitar que se apruebe. Se basan en el artículo 101.1 de la Ley de Contratos de las Administraciones Públicas. "Según este artículo, no se puede modificar un contrato de la administración ya realizado salvo si esa modificación es de interés general", explica una fuente crítica. "¿Acaso la TDT de pago es de interés general? ¿O más bien del interés particular de Jaume Roures y de Mediapro, que tiene los derechos de televisión de los partidos de fútbol y tiene que rentabilizarlos?", se pregunta esta fuente.

Sin contenidos de pago

Cuando el Gobierno decidió abrir el concurso para repartir los canales de TDT, en las bases de ese concurso no estaba previsto que hubiera contenidos de pago. Tanto es así que, Ono, otro de los críticos, ha asegurado que no se presentó a ese concurso porque la televisión en abierto no era su negocio. "Si llegan a decirnos que iban a permitirse contenidos de pago, desde luego que hubiésemos ido a ese concurso", han explicado en numerosas ocasiones públicamente desde Ono.

Inlcuso, la operadora que ahora preside José María Castellano, hizo público con motivo del concurso, en 2006, que envió un escrito al gobierno preguntando si los contenidos de pago iban a estar permitidos. Al negarle ese extremo, Ono decidió no presentarse al mismo. Ahora todo ha cambiado.

Respecto a las críticas de Prisa, fuentes del sector aseguran estar desconcertados por la feroz reacción que ha tenido el grupo contra la medida. Sobre todo porque se supone que está negociando un acuerdo de fusión con La Sexta, la cadena participada por Mediapro, que ya ha pedido a Industria emitir contenidos de pago. "Creíamos que eso estaba pactado ya, pero la reacción tan dura de Prisa ha sido desconcertante", aseguran desde una cadena.

Además, hay que tener en cuenta que la TDT de pago podría restar clientes a la plataforma de Prisa, Digital Plus. Aunque los partidos que se emiten por la plataforma serán siempre más atractivos porque elige primero, la saturación de partidos podría restar demanda.

¿Medida de presión?

¿Llegará Prisa a cumplir su amenaza y demandar al Gobierno si la aprueba? El tiempo lo dirá. Algunos creen que se trata de una medida de presión, una más del grupo, para conseguir algo a cambio. O quizá una manera de jugar fuerte de cara a las negociaciones que está manteniendo con Mediapro y La Sexta para la fusión con Cuatro.

Porque a quién verdaderamente le interesa que se apruebe, y cuanto antes, la TDT de pago es a Mediapro. La productora catalana ha pagado mucho dinero por los derechos de emisión de los partidos de fútbol de las tres próximas temporadas y tiene que rentabilizarlos. La TDT de pago es básica en sus planes. Sin ella, todo se complica para Roures porque tampoco goza de una excelente salud financiera.

Aún así, aunque llegue a aprobarse, las escasas semanas que faltan para que empiece la próxima liga,el 29 de agosto, hacen difícil que Mediapro llegue a tiempo. El fin de la temporada de sesiones en el Congreso puede retrasar la aprobación de la ley a octubre. Además, todavía es necesario encontrar un adaptador para emitir esos canales de pago, un método para cobrar por los partidos... Demasiadas cosas en demasiado poco tiempo.