Secundarios de lujo

La otra tarde estaba viendo en la TDT una reposición de aquella gran serie llamada "7 vidas", y cuando he vuelto a ver a Gonzalo de Castro con sus neuras tan divertidas, y tomándose una viagra para "cumplirle" a su mujer en su aniversario de bodas, he caído en la cuenta de la gran cantidad de secundarios de lujo a los que a veces no prestamos mucha atención, esos sin los que cada una de las historias que vemos no serían las mismas. Los guionistas se pasan meses maquinando las características de un nuevo personaje a medida de la estrella de turno, y hay veces que lo hacen sin prestar atención a ese actor que llega para completar el elenco y ponerle la guinda al pastel, o que simplemente tiene una pequeña aparición de vez en cuando pero que acaba quedándose para siempre. Son actores que llevan mucho tiempo de un lado para otro trabajando sin parar y no son demasiado conocidos por el público, o gente que empieza en este mundillo y que da mil vueltas hasta que llega la primera oportunidad. En cualquiera de los dos casos, se topan de repente con el papel de su vida, ese que les hace llegar a las masas de golpe y porrazo. Poco a poco se van metiendo en la piel de quien representan, y algunos lo consiguen hacer tan suyo que si los quitas de en medio la serie perdería gran parte de su gracia.

En la misma "7 vidas" hubo un gran número de actores que me pueden servir para explicar muy bien esta situación, actores que destacaron tanto o más que los protagonistas. No hay más que recordar que de allí salió Carmen Machi con su propio Spin-Off bajo el brazo, una actriz que llevaba desde los 17 años sobre las tablas y que no triunfó a gran escala hasta que la irreverente Aída llegó a su vida. Porque si Javier Cámara, Amparo Baró, Paz Vega, Toni Cantó y Blanca Portillo formaban el elenco original, con el paso de los episodios iban apareciendo nuevos personajes que llegaban para estar un rato y acababan todos apalancados en el sofá del "kasi-ke-no". A los ya mencionados Gonzalo de Castro y Carmen Machi, hemos de añadir a Anabel Alonso, Santi Rodríguez o Guillermo Toledo, por citar algunos de los más representativos de la serie.

Pero "7 vidas" no es la única serie en la que los secundarios al final no los son tanto. ¿Qué sería de "Aída" si no existiera el descaro de la Macu, la inocencia del Barajas o el pobre sufridor de Machu Pichu? Tenemos a Marcial en "Médico de familia", cuya muerte nos tuvo pegados a la televisión durante casi dos horas, o a Mariano en "Aquí no hay quien viva", que había tenido pequeñas apariciones en la primera temporada, pero acabó quedándose definitivamente en la segunda. Eduardo Gómez llevaba bastante tiempo con pequeños papeles en conocidas películas y series como "Médico de familia" o "Farmacia de guardia".

En las producciones que nos llegan del otro lado del Atlántico pasa tres cuartos de lo mismo. Un ejemplo muy reciente es el de "Anatomía de Grey", serie a la que llega Addison Montgomery para reclamarle a Meredith que se haya enrollado con su marido, y al final la pelirroja doctora acaba teniendo su propia serie. ¿Y os acordáis de Frasier Crane? Aquel psiquiatra de "Cheers" al que todos tomaban el pelo acabó también en su propio Spin-Off, estando nada menos que once años en antena. Solamente hay que pensar en la época en la que Greg Sanders estaba solamente en el laboratorio de "CSI Las Vegas", hasta que un día Grissom decidió darle una oportunidad y acabó integrado en el equipo. ¿Y que sería de Will Smith sin su inseparable amigo Jazz, o de Eddie Winslow sin el incomparable Waldo Geraldo Faldo? Algunos son tan peculiares que si no hubieran existido las series ya no habrían sido lo mismo.

Tampoco me puedo olvidar de las grandes estrellas que día tras día aparecían en multitud de pequeños papeles y hoy son actores consolidados en la pequeña pantalla. Por ejemplo, recuerdo a una Rachel Green en "Friends" sentada en un avión y dando la tabarra al pobre de Hugh Laurie, quien después se convertiría en el borde Dr. House, y que no sabía cómo quitársela de encima. O a Jenniffer Love Hewitt, que tras muchos papeles en diversas series, se ha consolidado en su papel de Melinda Gordon, la protagonista de "Entre fantasmas".

En fin, que muchas veces ponemos en un pedestal a los grandes protagonistas de cientos de historias que nos invaden día a día, y hasta que no despuntan no solemos reparar en esos miembros de los repartos que son el contrapunto a los actores principales, el complemento, y que sin ellos todas esas grandes series no serían lo mismo.