Precaución, amigo conductor

Hoy se cumplen ya cincuenta años desde que se inventó el cinturón de seguridad de los automóviles, y esto me ha hecho pensar en cuántas vidas se han perdido en la carretera por no utilizarlo, pero también en cuantas se han salvado por hacer ese gesto tan simple de girarse un momento y amarrarse, algo que sólo nos ocupa unos pocos segundos. El título de esta entrada es una de las muletillas más conocidas de las campañas de la DGT en las que se ha intentado, durante la ya friolera de 45 años, que seamos un poco mas prudentes al volante. ¿Pero realmente funcionan estas campañas? ¿Nos llegan realmente a lo más profundo del coco?

Es cierto que en este país parecemos estar cada día más sensibilizados y parece que somos cada vez más conscientes de nuestra responsabilidad al ponernos al volante. Pero a veces da la sensación de que no lo suficiente; las cifras de muertos siguen siendo altas, muy altas, y siempre hay dos factores que "reinan" por encima de los demás: el alcohol y el exceso de velocidad. Y no sólo esto. No hay que olvidar que aún hay gente que no se pone el cinturón de seguridad, que se mete una kilometrada sin parar a descansar, que se distrae con una tontería como la de cambiar de canal en la radio del coche, o peor aún, que conduce bajo el efecto de las drogas después de una noche de juerga. Todas estas cosas nos las han recordado constantemente en cada una de las campañas que hemos visto en televisión; siempre se ha intentado apelar a los sentimientos de los ciudadanos de varias maneras.

No parece que la DGT se haya dejado nada en el tintero en estos 45 años. Allá por el año 64, con la primera de las campañas, se utilizaban unos dibujos animados para enseñarnos algo tan simple como cruzar la calle. En los años 70 se pasó de divulgar e informar, de darnos consejos "suaves", a hablar de los peligros del alcohol, y ya en los 80 se nos advertía de los peligros de combinar con el volante ocio y alcohol. En el año 85 se hizo uno de los anuncios más populares de todas estas campañas: Stevie Wonder nos decía aquello de "Si bebes, no conduzcas".

Esta fue una de las primeras campañas en las que se contrató a personajes famosos para advertirnos de los peligros, técnica muy recurrente en los años 90, como pudimos ver a Carlos Sáinz o Fernando Fernán Gómez. Pero en estos años, además de esas caras conocidas, se optó por el uso de imágenes dramáticas para que viésemos la realidad de los accidentes. En nuestra retina están grabadas las campañas en las que se mostraban los accidentes de tráfico con una crudeza y un realismo que a muchos nos impresionaron. Aún recuerdo hace un par de años, cuando una telefonista le preguntaba a una persona si creía que se iba a morir en Semana Santa. El perplejo ciudadano en cuestión contestaba: "Claro que no, pero, ¿qué pregunta es ésa?". La primera vez que lo vi se me pusieron los pelos de punta. Y es que es duro que te pregunten algo así, da que pensar.

En los últimos años, hemos pasado de ver un par de anuncios al año, coincidiendo con el verano y la Navidad, a mensajes más frecuentes a lo largo del año, y a la combinación de éstas campañas generalistas con otras más específicas como las del uso del casco, del cinturón, los peligros de la velocidad y alcohol o las dirigidas a los jóvenes.

Sólo echo de menos una cosa en este tipo de publicidad televisiva, esos pequeños detalles en los que no se incide mucho y que son igual de importantes, como el correcto uso de los intermitentes, los adelantamientos indebidos, o el mantenimiento de la distancia de seguridad. Salvando ésto, puedo creerme que se hacen buenas campañas para prevenir accidentes, pero seguro que se podrían hacer mejores, porque la siniestralidad sigue siendo muy alta. Verdaderas tragedias en las carreteras.

De lo mejor que he visto últimamente me quedo sobretodo con dos campañas. Por un lado está la gran iniciativa que ha tenido Antena 3 con su "Ponle freno", en la que está incidiendo constantemente con muchos temas muy curiosos, aquellos detalles de los que hablaba antes, como la correcta señalización de los puntos negros de nuestras carreteras. Una gran idea eso de hacer una plataforma de ciudadanos para que todos al tiempo nos "contagiemos y compartamos una actitud responsable en la conducción". Me quedo también con el "Método Buckler"; beberse una cerveza sin alcohol para evitar males mayores.

Y para rematar, también "San Miguel 0,0" puso hace un tiempo su granito de arena, con la colaboración de todas las cadenas por una conducción responsable.

Hay otro muy bueno que he visto este verano en el que se dicen cosas como "brindo por los que saben ingles, por los que tienen chófer", pero no he sido capaz de recordar de qué marca de cerveza es.

Ya se que es muy difícil conseguir que los accidentes de tráfico dejen de ocupar la primera plana en todos los informativos, pero espero de verdad que esta entrada sirva para hacernos reflexionar aunque sólo sea un poquito y no vayamos todos como locos, y yo la primera. Seguro que por llegar cinco minutos tarde a una cita, nadie se va a enfadar con nosotros, que por lo menos hemos llegado. Por favor no pisemos el acelerador más de lo necesario, que no hace falta correr para llegar a casa. No la van a mover de sitio. Pongámonos el cinturón, olvidémonos del móvil por un rato y disfrutemos del paisaje, auqnue sin distraernos. Seguro que hay cosas que no habíamos visto en esa carretera por la que pasamos todos los días. Nuestro cuerpo y nuestra mente nos lo agradecerán.