El argumento giraba en torno a la búsqueda de la ya mencionada Patricia Marcos, encarnada por Beatriz Ayuso, una joven que en la noche de su decimo octavo cumpleaños sale de fiesta con su prima a festejar las fiestas del barrio. Los personajes y la localización de la ficción es clave para que los espectadores puedan sentir cierta cercanía con la historia y es que la serie representa una familia tradicional de barrio sin ningún tipo de lujo como podría ser un chalet con piscina o algo parecido.
La preocupación y la tensión comienza a surgir cuando Lola, la madre de Patricia e interpretada por una maravillosa Luisa Martín, se despierta preocupada a las cinco de la mañana al no oír llegar a casa a su hija. Aquí es donde todos los personajes comienzan a aparecer y a aportar cada uno un granito de arena relevante y dentro de la más auténtica sucesión de acontecimientos, esencial para captar la atención de la audiencia.
Minuciosamente y sin entrar de lleno en tramas amorosas o personales del resto de personajes que no aportaran nada a la investigación de la joven, la ficción reflejaría las emociones y sentimientos de los más cercanos a Patricia Marcos. Lo más bonito de esta serie fue que la misma no te orientaba intencionadamente a sospechar de ninguno de los personajes y que estaba en tus manos el querer pensar mal de alguno de ellos.
De la manera más veraz, la policía fue dando con la respuesta al asesinato de la joven pues después de cinco capítulos era encontrada en un saco flotando en un río. Sin duda, uno de los capítulos más estremecedores de la serie junto con la escena en la cual un hombre ajeno a la familia se presenta en la comisaría a altas horas de la noche para confesar el asesinato de Patricia. No obstante, resulta ser una persona desequilibrada mentalmente a la que se interna. Otra de las escenas que más sensación causa sería la interpretada por Cris (Marina Salas), prima de la desaparecida, cuando ella misma también es "secuestrada".
La situación de cada miembro de la familia, como la de su hermana pequeña en la escuela sufriendo todo tipo de comentarios sobre su hermana mayor, la de su hermano mayor sintiéndose culpable por no haber acompañado a su hermana a casa esa noche a la vez que es sospecho directo de su muerte o la del novio de la chica viéndose a escondidas con su prima, hacen de la serie una gran obra maestra.
Y muchos de los componentes que en esta serie sirvieron para mantener la intriga hasta el último capítulo no han sido aprovechados por ninguna de las dos series de Antena 3. Para empezar, 'Bajo Sospecha' ya apuntaba con su nombre a que el propio argumento sería el que nos hiciera cambiar de opinión en cada capítulo sobre quién había secuestrado a la pequeña Alicia Vega. Además, el entorno en donde se desarrollaban los acontecimientos dejaba mucho que desear. Al más puro estilo americano, la trama se desarrollaba en una urbanización de chalets cerca de un bosque que desde el principio se lo quiso utilizar como herramienta de misterio.
Sin embargo y a pesar de que la audiencia fue notable, el misterio era expuesto de una manera muy sencilla y aunque los diferentes capítulos se centraban en apuntar las miradas a un personaje concreto, al final de los mismos esta sospecha se disipaba mediante excusas fáciles para ser otro personaje el que estuviera en el disparadero.
Es por todo esto que la serie de Antena 3 era más propia de una novela negra americana que de una posible situación real, que bueno, si se quería orientar a ello, lo hicieron bien pero sinceramente creo que lo que buscaban era narrar una situación con cierta credibilidad y por ello el final fue de lo más absurdo posible.
Y por su parte, 'Mar de plástico' cada semana está dejando más claro que la desaparición de Ainhoa Sánchez solo sirve para ser un elemento de atracción e intriga pero para nada el principal de los puntos fuertes de la trama y es que "El Niño" ha comenzando una relación interracial prohibida con una bella inmigrante.
Pero no solo es él quién a pesar de que su novia haya sido decapitada presta más atención a otros asuntos personales. Rodolfo Sáncho, que interpreta a Héctor Aguirre como Sargento de la Guardia Civil, llega a "Campoamargo" -otra de las razones que reflejan la tremenda necesidad de crear una atmósfera de suspense, junto con el nombre de "Cienfuegos" en 'Bajo Sospecha'- para investigar el asesinato de la joven. Mientras, se divierte besando a la mujer de un amigo suyo fallecido en combate unos años atrás.
En definitiva, las tramas personales de los personajes están cobrando más fuerza que la que se supone que es la trama principal. Otro de los errores que se podrían observar en esta serie podría ser las pocas emociones que la familia de la chica transmite a la audiencia y es debido a que apenas vemos una escena en la que la asesinada interactúe con su madre o hermana, algo que sí que ocurría en las dos ficciones anteriores. Y es que en esta se decide empezar directamente con el asesinato de la chica.
Con amores de telenovela y un escenario característico de thrillers de suspense, la nueva serie de Antena 3 se aleja de la vida real y cotidiana de la mayoría de los espectadores. No obstante y a diferencia de la anterior, en esta sí que parece que se quiere mostrar una historia para nada coincidente con el día a día de los ciudadanos españoles, en nuestro caso, y por ello puede gozar del aprobado.
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