Enseriado

'Anatomía de Grey' tiene un gran reto que la enfrenta exclusivamente a sí misma: superar el inevitable desgaste de llevar seis temporadas a sus espaldas y una séptima que acaba de comenzar y que ha contado con el respaldo del público. Después de muchos problemas creativos forzados por ausencias del reparto (Katherine Heigl y T.R. Knight), supieron poner toda la carne en el asador en la pasada Season Finale y todos volvimos a creer en que la magia "greysiana" era posible. Así fue y así ha sido en la Season Premiere de la 7ª temporada.

No se trataba de un capítulo doble por lo que la concentración de tramas y la intensidad del capítulo eran imprescindibles. No era un trabajo fácil retomar la serie después de toda la sangre derramada por los pasillos del Seatlle Grace Hospital así que Shonda Rhimes decidió dar un breve salto temporal y ofrecernos un conjunto de flashbacks necesarios para comprender el capítulo en su totalidad y encajar a los personajes en el futuro de su nueva andadura como cirujanos. Creo, y ésta es solo la opinión de un fan(ático) de la serie, que han sacado todo lo mejor que podían conseguir dadas las circunstancias de una serie que empieza ahora su séptimo año.

Los personajes principales

Meredith y Derek. Después de salir durante treinta segundos en la sexta temporada, todos teníamos ganas de ver cómo la pareja protagonista lleva de nuevo el timón de la serie, junto al resto del casting original. Una demanda que los fans hemos reclamado a lo largo y ancho de toda la red de blogs y foros. Durante este capítulo ha vuelto la antigua Meredith, la que se queja y no se conforma, la Meredtih cirujana y, sobre todo, la que oculta cosas a Derek para no hacerle daño. La protagonista no ha querido contarle que sufrió un aborto durante el viaje de Derek entre la vida y la muerte y creo que ha sido un gesto inteligente guardarse la confesión para los capítulos posteriores. Por su parte McDreamy, adrenalítico y sin control, no ha querido o no ha sabido, asimilar la tragedia que supone el motivo que desencadenó el tiroteo en el hospital y que ha afectado de lleno a todos sus compañeros. Ambos personajes se encuentran en un momento perfecto para darnos drama y escenas de pareja dignas de la 'Anatomía de Grey' más vintage (os remito a los capítulos de la tres primeras temporadas).

'Glee' ha vuelto a demostrar, en el primer episodio de su segunda temporada, que es una de las series más esperadas por el público americano. Así lo confirman los 12 millones que registró el pasado martes y que contó con el apoyo masivo del público joven al anotar 5,6 puntos de rating y un 15% de share en este segmento de espectadores tan codiciado por los anunciantes. Los premios recibidos y la fuerte apuesta promocional de la cadena FOX han vuelto a funcionar al unísono.

Había una gran expectación por ver desde dónde iban a retomar esta segunda tanda de episodios, tras una primera temporada que nos dejó a muchos con la boca abierta y que contó con el apoyo de espectadores muy alejados de series musicales de televisión. Por este motivo Ryan Murphy, creador principal de 'Glee', ha decidido no hacer experimentos y mantiene las señas de identidad de la serie, aunque en mi opinión haya cometido errores; algunos de carácter menor y otros no tanto. En general fue una Season Premiere bastante buena, pero en la que eché de menos algunas cosas que esperaba. Ésta es una de las características más propias de 'Glee', que siempre se maneja en un peligroso equilibrio entre lo puritano, lo educativo y lo ácido.

Separo en este análisis la parte musical de la parte del guión para analizar el capítulo desde una perspectiva más completa.

Música.

Es, como siempre, lo mejor del capítulo. Los productores musicales saben lo que hacen y encajan las canciones allí donde se puedan lucir mejor. Los chicos rompieron el hielo con "Empire State of Mind" rindiendo un merecido homenaje a Nueva York, ciudad que acogerá el campeonato musical este año para los chicos de "New Directions". El dueto entre Rachel y la nueva aspirante al coro estuvo impecable y la canción de despedida, también de la gran Lea Michelle, puso el broche de oro musical al capítulo. No estoy tan seguro de la idoneidad vocal del nuevo aspirante, ya que se parece demasiado al estilo musical de Finn (Cory Monteith) y no creo que se necesiten voces nuevas para lucir las canciones. Por eso me he alegrado bastante cuando la nueva chica se marcha, en el último momento, al grupo rival "Vocal Adrenaline". Hubiese sido un error gigantesco incluirla en el coro protagonista. Las voces de ahora están equilibradas y cubren casi todos los registros que demanda una serie como 'Glee'.

No soy de los que se compran las canciones ni de los que iría a ver un concierto de los actores, pero el sonido, su ajuste en el guión y el playback están acoplados de un modo excelente y a la altura de los musicales más famosos que se han llevado a la gran pantalla.

La catástrofe está servida. 'Gossip Girl', la que fuese serie revelación en "The CW", no ha logrado ni los dos millones de espectadores en la Season Premiere de la cuarta temporada; un dato que viene a confirmar el prolongado desgaste que arrastra la serie desde la pasada temporada, cuando los guionistas decidieron hacer pedazos todo lo que habían conseguido hasta entonces. Y no me extraña, por lo tanto, que los espectadores hayan dado la espalda a la nueva versión descafeinada de los pijos del Upper East Side. Donde antes había crueldad y glamour, ahora sólo queda mediocridad. La serie está irreconocible y parece una mala imitación de sí misma. Si el planteamiento general era el día a día de jóvenes ricos y pijos en el instituto, ¿por qué cambiar aquello que funciona para experimentar con tramas que ni los propios guionistas saben a dónde se dirigen? Una falta de ideas que se volverá a plasmar en esta temporada que, al igual que la anterior, se hará larga y a los seguidores les quedará una total sensación de indiferencia cuando finalice.

Visto el despropósito del año pasado, los creadores de la serie decidieron apostar fuerte y han querido llevar a Blair y Serena hasta París, donde han rodado un arco de varios episodios. Pero, una vez más, la serie muestra indefinición y adolece de originalidad. El resultado final tiene una aceptable estética pero la serie es irreconocible en todas de sus escenas. No es que no pase nada en el capítulo, sencillamente es que no pasa nada que tenga interés. Analizo, a continuación, la trágica situación por la que pasan las de los protagonistas principales a lo largo del capítulo.

Blair y Serena. Gastarse tanto dinero en producción para rodar en París tendría sentido si la presencia de ambas protagonistas estuviera justificada, pero no es el caso. Serena y Blair pasean rodeadas de bolsas de ropa entre típicos planos con las imágenes de escaparates al más puro estilo 'Pretty Woman', y al final del capítulo se pelean para reconciliarse a los cinco minutos. ¿Dónde ha ido a parar la maldad congénita de Blair? ¿Por qué Serena parece cada vez más tonta y tan falta de personalidad? La relación de amor y odio que tenían en las dos primeras temporadas nos dejó momentos buenísimos y de una acidez que nos ponía a los pies de todas las conspiraciones, pero ya no queda ni rastro de aquellos grandes momentos de Blair como capitana de la vileza púber. ¿Tan difícil era buscar un verdadero conflicto para las dos en vez de recurrir a la escena del chófer y el pariente de los Grimaldi? ¿Dónde han ido a parar las epifanías de los sueños de Blair? ¿Por qué Serena pone siempre la misma cara ante cualquier circunstancia que se le presente? Menudo desperdicio de actrices, sobre todo en el caso de Leighton Meester, capaz de eclipsar a los demás.

'Nikita' representaba el 50% de los estrenos de "The CW" para esta temporada, por lo que las expectativas sobre su aceptación eran altas. La serie, como su protagonista, ha salido airosa y ha logrado más 3,5 millones de espectadores, superando, aunque sea por poco, a su lead-in, 'The Vampire Diaries'. Un hito para tratarse de la cadena sobre la que siempre pesa el halo de una inminente desaparición del panorama televisivo americano. Ésta audiencia, junto con él relativo éxito de 'Hellcats', le da a la cadena unas nuevas alas con las que intentar sobrevivir hasta los siguientes upfronts.

¿Se corresponde la calidad del capítulo con la audiencia que ha obtenido para el canal en el que se emite? Desde luego. El público joven y femenino de "The CW" empezaba a cansarse de tanta historia de niños pijos y guapos que no llevaban a ningún lado y ha mostrado una clara preferencia series que siguen siendo carne de cañón de los "Teen Choice Awards", pero que presentan un carácter más dinámico, con una ambientación más ambiciosa y personajes algo más trabajados. Para una cadena de televisión de estas características, 'Nikita' colma con creces todas las aspiraciones de los desesperados programadores, que entre repetición y repetición en su parilla, tienen que intentar retener a su público para que no huya despavorido.

Nikita, tan guapa como inteligente

La serie gira totalmente en torno a Nikita, absoluta protagonista de la serie y que está muy bien interpretado por Maggie Q. La protagonista tiene muchas cualidades que hacen de ella un buen personaje principal: fría, metódica, sensual, inteligente, sensible y violenta. Tiene momentos buenos tanto en los registros de acción y de lucha como en escenas dramáticas. La secuencia en la que visita la tumba de su prometido es uno de los mejores momentos del capítulo y un estilo que se debería explotar más y reducir así un poco los puñetazos, huesos rotos y sangre a chorros. Aunque está claro que veremos mucho más de lo segundo que de lo primero.

Se trataba de uno de los grandes estrenos de ficción para esta temporada y el resultado final ha sido decepcionante, si se tiene en cuenta la gran expectación que se había creado y la fuerte promoción por parte de TVE. No ha sido así en la audiencia registrada, que ha superado la ya utópica cifra de los cuatro millones y el 20% de cuota de pantalla. 'Las chicas de oro', una nueva ficción de la factoría de José Luis Moreno, ha intentado copiar en exceso la serie original que tanto nos hizo reír en los años 90 ('The golden girls', NBC). El resultado de este plagio autorizado (la productora ha adquirido los derechos de los guiones) es un producto inacabado, con demasiados huecos. Tal y como se veía venir, el gran elenco de actrices es lo mejor de la serie, pero ni su inmenso talento interpretativo puede suplir los excesivos gags sin sustancia o sacar a flote la monotonía de los guiones. Muchas carencias, en mi opinión, para una serie con un planteamiento tan sencillo.

Sin embargo, no todo es un error en la serie. Cierto es que ha hay algunos puntos buenos y que, a pesar de una cierta indefinición de las cuatro protagonistas, las chicas doradas arrancan alguna que otra sonrisa. En una serie con un peso interpretativo tan predominante frente al resto de elementos artísticos (decorados, música, efectos especiales, etc.), analizar los personajes es la mejor forma de llegar a una conclusión sobre si la serie merece, o no, la pena.

Doroti (Concha Velasco). En primer lugar, no entiendo por qué han decidido llamarla Doroti, un nombre que en nuestro idioma suena demasiado forzado. Adoración, por menos glamour que tenga, hubiese sido una elección más acertada. Dejando la elección del nombre a un lado, el personaje de Doroti es el más inacabado de todos y el que encaja menos entre el resto de compañeras. Le han dado un enfoque demasiado dramático o excesivamente antipático, según el momento. Es como si dijese la misma frase una y otra vez pero de distinta forma. La relación de Doroti con su madre, Sofía, me parece uno de los mayores errores de la serie, ya que no se llevan ni bien ni mal, sólo comparten frases en plan "ahora hablo yo y después hablas tú". Un personaje con poca sustancia para tratarse, en cierta medida, de la que tiene un plus de protagonismo sobre las otras. Creo que el talento de la Velasco está muy por encima de su guión, demasiado tal vez. Merecía más.

Rosa (Carmen Maura). El papel más trabajado y el que ha mostrado más aristas. Durante los dos capítulos emitidos la hemos visto en situaciones donde no se enteraba de nada, en otras en las que estaba indignada y también ha mostrado un buen nivel de histerismo, algo fundamental en una serie con un carácter femenino tan marcado. Los gestos y la manera de hablar que tiene es la que más me ha divertido. Ha tenido muchos puntos buenos, en especial el momento en el que pega un tiro al creer que unos ladrones han entrado en casa. La relación con las demás es donde veo que el personaje flojea más, ya que sus compañeras de piso no la ridiculizan lo suficiente, ni la humillan, algo que hubiese sido muy bienvenido en el guión y que le hubiera aportado mucha chispa. Otro detalle que ha llamado la atención es que se refiere en varias ocasiones a su pueblo, pero no parece pueblerina ni a juzgar por su vestuario ni por su su profesión, psicóloga.

Siempre se habla de HBO como el canal de cable americano que ofrece series con una calidad e impacto muy superior al del resto de emisoras televisivas ('The Sopranos', 'Six Feet Under' o 'The Wire' son algunas de sus series más memorables). Pero a la hora de producir TV movies tampoco escamita y crea producciones que brillan por sí solas. Los telefilmes cuentan con el beneplácito del público, el reconocimiento de los premios (en los Emmy tiene un apartado propio) y la participación de grandes actores que aceptan estos proyectos sin pensárselo dos veces. Tanto en nuestro país como en EE.UU. las TV movies viven uno de sus mejores momentos y las audiencias, en la mayoría de los casos, acompañan a la calidad de las mismas. Analizo, a continuación, dos TV movies de emisión reciente en HBO.

'Temple Grandin' (2010).

"Mi nombre es Temple Grandin. No soy como el resto de la gente. Pienso en imágenes y las conecto". Así empieza la fantástica película para la televisión 'Temple Grandin', ganadora de numerosos premios Emmy en la última edición y que ha permitido a Claire Danes demostrar que es mucho más, muchísimo más, que una actriz mona que solo es capaz de interpretar "Romeo y Julieta". Y es que gracias a su soberbia actuación la película mantiene un nivel de calidad e interés altísimo de principio a fin.

La TVmovie es un biopic de Temple Grandin que a pesar de ser autista logró ir a la universidad, doctorarse y trabajar como profesora universitaria. Además es la responsable del diseño de la gran mayoría de mataderos en Estados Unidos. Todo un hito para alguien que nace con semejante desventaja. La película, llena de ritmo y acción dramática, nos muestra todo el recorrido de Temple desde su diagnóstico como autista (según un médico de la época causado por la frialdad de la madre) hasta su graduación universitaria y su trabajo como experta en ganadería. Cosas que en otro personaje resultarían prescindibles pero que en el caso de una persona autista cobra una dimensión completamente desconocida para el resto.

Gracias al ahínco de su madre, representada magistralmente por Julia Ormond, y de sus familiares, Temple Grandin desarrolla impresionantes conocimientos matemáticos unidos a su gran memoria visual, dejando escenas tan especiales como la fabricación de su máquina a presión para darse abrazos a sí misma o la resolución de problemas matemáticos imposibles. El guión huye de los tópicos y la ridiculización fácil, algo que seguro sufrió la propia Grandin a lo largo de su vida, pero que en la película se muestra desde un punto de vista de obligada reflexión para el espectador y alejado del pesadumbrismo. El momento de la graduación, dotado de una gran emotividad, es el fiel reflejo de cómo de la nada se puede lograr el todo, de que nada es imposible. Aunque la vida de Temple Grandin no se detiene ahí y la joven comienza a trabajar en el desarrollo de un sistema de encierro relajante para el ganado. Algo que podría resultar un letal somnífero en otra película pero que en 'Temple Grandin' disfrutas como si ser ganadero en la América profunda puede ser lo mejor que te ocurra en la vida.

Se disfruta de los momentos en los que Temple sonríe, en los que no entiende nada, en los que no capta la ironía, en los que su mundo se viene abajo. Todo mostrado al espectador desde un prisma particular, introspectivo, inimitable, con acceso a los pensamientos más íntimos de la protagonista. Es mucho más que una película bajo el manido título de "basado en hecho reales". Se trata de un viaje en el que, de forma apasionada, disfrutas de cada parada donde, a medida que avanzas, se crea un nuevo nivel más complejo para la protagonista, que siempre sabe armarse de valor y supera con creces todos los retos a los que se enfrenta. Es una película hecha para el disfrute artístico y la reflexión crítica, tan propios de la buena televisión.

"The CW" no se lo cree; 'Hellcats', una de las dos novedades que la cadena presentó para este otoño, se ha estrenado con un éxito notable, al reunir a tres millones de espectadores, todo un récord para el canal. Se cuentan las aventuras de Marti Perkins, estudiante alternativa de Derecho, que se queda sin beca para seguir estudiando. De entre las mil y una opciones que tendría para salir adelanten Marti escoge ser una animadora de las Hellcats, grupo implacable y endogámico de la universidad que no se lo pondrá nada fácil. Y el piloto narra, precisamente, el paso de estudiante bohemia que va en bicicleta a todos lados a una animadora que vive en un edificio propio en el campus junto con el resto de cheerleaders. Y no hay mucho más, aunque tampoco "The CW" se caracteriza por su ambición creativa o un subtexto muy desarrollado. Si me preguntan si se trata de una serie que merece o no la pena, la respuesta dependerá de quién me lo pregunte ya que no es una serie para un público muy cultivado sino para adolescentes ávidos de zancadillas, traiciones y sociología universitaria.

El episodio piloto tiene ritmo, las escenas se suceden con rapidez y el conflicto principal se presenta desde el inicio, cualidades que se hacen imprescindibles en series para teenegers. Aunque, a mi juicio, puede parecer que la protagonista lo tiene todo demasiado fácil y no tiene ningún problema en pasar de estudiante de Derecho a animadora en un abrir y cerrar de ojos. No hemos visto qué opinan los amigos de su facultad salvo el personaje de Dan, el más insulso de toda la serie, ni ningún profesor que le diga cómo cambiarán sus prioridades si se aleja de la escuela de leyes para rodearse de uniformes y piruetas. Un contraste mayor entre lo que deja atrás y lo que va a tener delante en los próximos capítulos hubiese sido interesente. Aunque aún queda por ver una temporada completa y hay muchos caminos que se pueden explorar. Por otra parte, los seguidores de bailes urbanos y coreografías colectivas tienen un aliciente extra en 'Hellcats' que sólo durante el piloto muestra varias actuaciones con calidad y realización bien trabajada.

Por méritos propios. Así se ganó Addison Montgomery (Kate Walsh) el derecho a tener una serie propia, 'Private Practice', donde ella es la protagonista absoluta. Es cierto que muchos aún estamos recuperándonos y lamentando su marcha en 'Anatomía de Grey' pero los que hemos resistido a su nueva serie, a pesar de que al principio nos lo pusieron muy difícil, aún podemos disfrutar de la Addison que tanto nos hizo reír en el pasado. Si de mi hubiera dependido, jamás la habría desligado de su plaza como ginecóloga en Seatlle, pero la ABC vio en este spin-off, anodino en sus inicios pero con una calidad notable en su reciente tercera temporada, una nueva forma de extender el fenómeno Grey, que en aquel entonces anotaba una media superior a los veinte millones de espectadores; en caso de que el spin-off se hubiese planteado en la actualidad no habría visto la luz. Aún así la doctora pelirroja se ha dejado caer tres veces por su antiguo hospital a modo de crossover, aunque del último prefiero no acordarme por el poco sentido que tuvo.

En su primer capítulo vimos un personaje que nos dejó a todos con la boca abierta. "¿Tú eres la mujer que se acuesta con mi marido?" le espetó a una Meredith aún hoy sin poder cerrar la boca. Desde ese momento disfrutamos de un personaje sarcástico, hilarante y con la pizca de neurosis que necesitaba la serie en ese momento. Y es que Addison encajó desde el principio. No me extraña, pues, que la propia Shonda Rhimes decidiera hacer su personaje regular cuando inicialmente estaba prevista su aparición para cinco capítulos. El triángulo amoroso estaba servido y durante toda la segunda temporada presenciamos el desesperado intento de Addison por salvar su matrimonio, a pesar de los continuos desplantes y el desdén de Derek, enamorado perdidamente de Meredith. En uno de sus momentazos, Addison hizo sus necesidades cerca de la caravana donde vivía con Derek y tuvo la mala suerte de que le picaran bichos campestres en sus partes más íntimas. La doctora Bailey la examinó entre supuraciones de leche materna y continuas interrupciones durante el reconocimiento médico. Una gran metáfora de guión para simbolizar la vida amorosa de la doctora Montgomery. En otra ocasión estaba tan necesitada de atención por parte de su marido que gritó en medio del pasillo un memorable "I'm not Meredith Grey!" con todos casualmente presentes durante la pelea. ¡Ésa era 'Anatomía de Grey' en su esplendor!

Desde las 2 de la madrugada podrás seguir la retransmisión de la gala en su 62 edición. En comedia 'Glee'(19 nominaciones) y 'Modern Family' (14) tienen muchas posibilidades de arrasar en número de galardones mientras que 'Breaking Bad' o 'Mad Men' intentarán hacer lo propio en drama, salvo que 'True Blood' dé la sorpresa y consiga la estatuilla al mejor drama. También está por ver si Glenn Close ('Damages') se volverá a llevar un Emmy a casa o se lo arrebatará su rival Jualianna Margulies ('The Good Wife'). En cuanto a los actores muchos son los que dan por vencedor a Michael C. Hall ('Dexter') frente a otro de los favoritos, Bryan Cranston por su papel en 'Breaking Bad'.

1.46 Sintonizo Sony en VEO. Todo funciona perfectamente. Nervios. Curiosidad.

1.49 Vestidos sosos. ¿Será la crisis?

1.53 Jane Krakowski de '30Rock' muy guapa.

1.55 Nathan Fillion de 'Castle' posa incómdo.

1.56 Ya anuncian en Sony que en breves momentos comienza la conexión...

1.57 Mathew Morrison de 'Glee' con pajarita.

2.00 Empieza la conexión en directo desde Sony y AXN. Jimmy Fallon habla con los chicos de Glee a modo de parodia.

2.02 Tina Fey se une a la parodia. Y la gran Betty White bailando y pavoneándose con Fallon.

2.03 Cómo era de esperar, todos cantan una canción al estilo Glee. Se unen actores de todas las series.

2.04 Termina el sketch de Glee y salen todos al escenario. Fallon toca la guitarra y anima al público.

2.07 Jimmy F. da la bienvenida a la gala. Planos de todos los actores. Entre ellos, Susan Sarandon.

2.08 El presentador vuelve a coger la guitarra y se acerca al público.

2.09 Turno para la comedia. Vídeo sobre los mejores momentos de todas las series cómicas.

2.11 Jimmy Fallon presenta a Betty White junto al protagonista de Mad Men. White picarona como siempre. Presentan al mejor actor secundario en comedia.

2.11 Y el Emmy es para.........Eric Stonestreet de 'Modern Family'. Merecidísimo.

2.12 Eric S. dice que siempre ha querido ser un payaso. Agradece a todos los miembros de Modern Family su premio. Sus compañeros y familiares, emocionados.

2.14 Publicidad.

2.18 Volvemos.

2.20 Jim Parsons y Sofia Vergara presentan mejor Guión de Comedia. Y el Emmy es para... 'Modern Family. Recogen el premio dos de sus guionistas. Está claro por donde van a ir los tiros. Alaban al elenco y recuerda cómo hace poco MF era un simple proyecto.

2.23 Presentan el premio para actriz secundaria en comedia. Y el Emmy es para...

Jane Lynch por 'Glee'. No podía ser de otra manera, ha sido uno de los personajes comedia revelación. Tal y como se esperaba. Muy graciosa y también nerviosa, da las gracias a los creadores de la serie, elenco, familiares...

2.26 Publicidad. Os recuerdo que en EEUU tienen muchas publis, pero todas muy cortas.

2.30 Volvemos. Mathew Perry y Laurem Graham presentan al mejor director de comedia . Y el Emmy es para...... Ryan Murphy por 'Glee'. Como se esperaba. Agradece al canal FOX, elenco... Dice que Glee versa sobre la educación y los valores. Muy modesto.

2.36 Un vídeo buenísmo sobre Modern Family. Sale George Clonney como marido de las dos mujeres protagonistas, como si fuesen a sustituirlo y las actrices dan su opinión. También sale durmiendo en la cama con la pareja gay.

No me extraña que 'The Big C' haya sido el mejor estreno de Showtime en ocho años. La serie merece eso y mucho más. Con media hora de duración desgrana la vida de Cathy, diagnosticada de cáncer, y que ha decidido que ya es hora de dejar de complacer a los demás, ahora es su turno. Laura Linney borda un papel con guión en apariencia simple pero de sustento complejo, otorgando al episodio todos los matices y detalles de la historia que, cuidadosamente, se presentan al espectador. Ya en la primera escena se intuye lo que vamos a ver durante el capítulo: Cathy quiere una piscina y el contratista sólo le ofrece la posibilidad de tener un jacuzzi, un término medio que le ha valido durante toda su vida pero que ahora, con la gran "C" sobre sus espaldas, no es suficiente. Ella quiere una piscina y la quiere ahora. Ésta metáfora se extiende a lo largo de todo el capítulo y a través de todas las relaciones personales de la protagonista con su marido, hijo, hermano y vecina, personajes que prometen y que están perfectamente encajados en la historia. Él simbolismo al que me refiero, y que es más típico del cine, es difícil de plasmar en televisión, pero 'The Big C' lo maneja con naturalidad, algo que ya hemos visto en otras series del canal como 'The United States of Tara'. El final del capítulo es un broche de oro a todo lo anterior y que nos adelanta lo que vamos a ver durante la primera temporada de esta nueva promesa cómica de la televisión americana.

La tradicional estructura de los tres actos (planteamiento, desarrollo y desenlace) funciona con gran acierto en esta nueva serie. En el primer set parece que todos apalean a la pobre Cathy, pero tras unos buenos puntos de giro, ella pasa al otro lado del ring y empieza a repartir para todos. La protagonista no va a quedarse de brazos cruzados tanto si le quedan veinte años de vida como si muere en veinte días. El espectador empatiza a través de ella, comprende su situación y se solidariza al final del capítulo. La entiendes, la respetas. Conectas con su psicología y esperas acompañarla en el duro camino que se le acaba de plantar en sus narices. Pero el ingenio del guión hace que no te compadezcas ni un solo segundo de su situación, sino que te rías de su sentido del humor, de su descaro.

NO SPOILERS. Antes de comenzar este artículo quiero declararme fan absoluto de 'Glee', serie revelación de la temporada y que se ha convertido en un fenómeno de proporciones aún por conocer. Con un piloto digno de manual, unos cuantos capítulos redondos y un elenco de actores desconocido a la par que extraordinario, la serie ha calado en la audiencia y en la crítica de un modo que no se recordaba en varias temporadas. Triunfó en la pasada edición de los Globos de Oro y en los premios del sindicato de actores y lo hará, sin lugar a dudas, en la próxima gala de los premios Emmy donde anotó 19 nominaciones, el récord de este año.

Ahora bien, hay otros aspectos y circunstancias que me hacen reflexionar sobre si el éxito de 'Glee' está sobredimensionado o si se trata de una serie que pervivirá en la historia de la televisión. ¿El fenómeno mundial responde a la calidad artística de la serie o a elementos externos de puro marketing?

En su contra

Premios y crítica. Son, han sido y serán un arma de doble filo. Los premios y la crítica, casi siempre unidos en fiel matrimonio de conveniencia, encumbran tan rápido como desprecian. La serie más premiada de este año puede pasar al olvido en el próximo. Los Emmy, sin ir más lejos, son especialmente crueles y amnésicos. 'Glee' ha arrasado en premios pese a su breve vida televisiva y muchos han sido los críticos que la han nombrado serie revelación del año. Confío en que Jane Lynch y Lea Michele ganen el Emmy como mejores actrices cómicas pero también deseo que no sea una moda pasajera en la que prime más la etiqueta de serie del año que la calidad que la sostiene.

Renovación demasiado anticipada. Nos dejó a todos perplejos. Lo normal es renovar una serie por una temporada además de la actual, pero FOX decidió sacar pecho y renovó la serie por dos temporadas adicionales, a pesar de que aún no había concluido la primera tanda de episodios. Se trata de un movimiento arriesgado, por cuanto la propia FOX desconoce qué evolución tendrá la serie en sus siguientes temporadas en audiencia, sobre todo en aquellos tramos del año donde no coincida con 'American Idol', programa que funciona como una auténtica locomotora en arrastre de espectadores. Mucho tienen que girar las cosas para que 'Glee' se desplome, pero todos conocemos ejemplos que han sufrido el rechazo del público de una día para otro.

Excesivo merchandising. Discos, singles, descargas oficiales, conciertos, recitales privados en la Casa Blanca... Es, precisamente, este aspecto el que más alas da a los detractores de 'Glee' que la ven como una copia de 'High School Musical' pero sin los guaperas cachas y las chicas princesas de la factoría Disney. No les culpo. FOX, ávida de dinero y para obtener la máxima rentabilidad, exprime la gallina de los huevos de oro todo lo que puede. Los adolescentes americanos, tan duchos en estos fenómenos, cumplen fielmente sus compromisos y actúan tal y como se espera de ellos: una fuente insaciable de dólares. Un acaparamiento mediático que le resta credibilidad como serie y que la aproxima más hacia el mundo de los ídolos púberes, con la difunta Hannah Montana a la cabeza.

Season PremiereHan sido dos auténticos baluartes de la ABC, han dejado momentos televisivos memorables, alguno de ellos sublimes, han contribuido en parte a que en la actualidad la televisión americana goce del máximo prestigio internacional. 'Mujeres Desesperadas' y 'Anatomía de Grey', con seis temporadas cada una a sus espaldas, dieron muchas alegrías en sus primeros años, cuando superaban sin problemas los 20 millones de espectadores. Pero, tras seis años de emisión, ¿deben seguir hasta que ambas se conviertan en un tenue reflejo de lo que fueron? O por el contrario, ¿Es mejor terminar antes que el nivel de calidad baje demasiado? El diagnóstico para ambas series es muy similar.

'Mujeres Desesperadas'. Las chicas de Wisteria Lane supusieron una auténtica revolución en la pantalla. La serie se extendió a lo largo y ancho del mundo, los premios se amontonaban, la audiencia crecía en cada capítulo y la ABC se desmarcaba de su estilo "blanco y familiar" por un drama de humor negro en toda regla. ¿Qué ha ocurrido, entonces, para que 'Mujeres Desesperadas' haya perdido la mitad de su audiencia y haya cerrado su última temporada con poco más de 12 millones?

Marc Cherry, creador de la serie, ha sido víctima de su propio éxito y el principal responsable de que una gran serie no haya tenido la evolución de audiencia que le correspondía en el caso de que hubiesen seguido fieles al espíritu de la primera temporada, todo un referente en cuanto a técnica de guión y dirección. Cierto que 'Mujeres Desesperadas' siempre ha tenido una calidad notable, pero no es menos cierto que el espíritu de la primera temporada es casi irreconocible. No obstante el reparto, principal aval de la serie, despeja las dudas de por qué la serie sigue teniendo un importante número de fieles, aunque en la quinta temporada saltaron todas las alarmas. El misterio de ese año, con Dave Williams a la cabeza, fue un completo despropósito y todos sabíamos que iba a ocurrir muchos antes de la Season Finale. Fue, precisamente, en esa temporada cuando se produjo el desgaste de audiencia más acusado. Para la sexta Marc Cherry ha tomado nota y ha relanzado la serie al nivel que se merece, regalando a los fans capítulos excelentes y que nos han traído muy buenos recuerdos de los comienzos. Además, en el último capítulo de este año vimos algo que hizo saltar todos los rumores: ¿Significaba el regreso de Paul Young un punto y final para la serie en la séptima temporada?

Se ha escrito mucho sobre cuántas temporadas tiene contratadas la ABC con el creador de la serie. En un principio se pactaron ocho, tras las que Cherry pasaría a ser productor ejecutivo y no creador en una serie que, con toda probabilidad, contaría con un reparto completamente distinto. Esta idea de las Mujeres Desesperadas 2.0 se desechó ante el desgaste de la audiencia y a fecha de hoy las cuatro actrices principales tienen contrato hasta la 7ª temporada. Durante este mes se han conocido las numerosas incorporaciones de actores a la serie, así que todo parece indicar que están tirando la casa por la ventana. La situación, pues, es clara: si esta temporada 'Mujeres Desesperadas' consigue levantar el vuelo seguirá y si la audiencia sigue decreciendo creo, con toda seguridad, que Bree, Lynette, Susan y Gabrielle se despedirán de la audiencia para siempre. Como fan absoluto de 'Mujeres Desesperadas' opto por la segunda opción. La sexta temporada ha dejado muy buena sensación y sería un error mayúsculo alargar la serie porque sí. El regreso de Paul Young traerá consigo muchos recuerdos de la primera temporada y espero que Mari Alice tenga aún secretos escondidos y se decidan a sacarlos a la luz en la próxima tanda de capítulos, que comienzan el próximo 26 de septiembre.