EL RANCIO, LA REYNOLDS Y LA MUERTE DE DOÑA CROQUETA

Se han ido de vacaciones los vecinos de Montepinar. Se acabaron las risas este verano. Unos vecinos que con el paso del tiempo han conseguido superarse a si mismos. Nunca sabremos como habría continuado ANHQV si hubiese seguido en antena; pero lo más seguro es que ahora mismo no seguiría emitiéndose. No es que podamos contentarnos con LA QUE SE AVECINA, es que esta serie ha conseguido desligarse casi del todo de su hermana mayor para convertirse en un producto de ficción con presencia propia.

Antonia San Juan y su ex-vedette fracasada han conseguido ganarse al público. Su entrada fue como un soplo de aire fresco que consiguió redirigir a la serie hacia los derroteros que ha tomado. El Rancio , ese repugnante ser que cae de maravilla a la gente, ha ido in crescendo en su odio visceral hacia la humanidad. Si al principio, era un personaje siempre ligado a su mujer y en mal meter, ahora se ha convertido en un personaje más agresivo - grandes momentos con la pistola de su suegro- y más obsesivo en sus propios ticks y manías. Jordi Sánchez ha encontrado la orma de su zapato en este personaje que interpreta con una naturalidad- a pesar de la inverosimilitud de escenas como las del Guardía Civil jeje- que provoca asombro en el espectador. Beatriz Carvajal- esta temporada menos presente que nunca- ha dejado la serie para irse a Los Misterios de Laura; pero su Goya se quedará en el recuerdo de los vecinos- y teleespectadores- de Montepinar. Nacho Guerreros como Coque, Jose Luis Gil que consiguió quitarse el ¿estigma?- si es que le puede considerar eso a ser querido por el público por un personaje concreto- de Juan Cuesta con un Enrique Pastor al que en más de una ocasión parecía que conducirían a la locura absoluta por su `unión´ con el Rancio. Que decir de Macarena Gómez, Antonio Pagudo, Marivi Bilbao, Gemma Cuervo, Nathalie Seseña y tantos otros. Simplemente que están geniales y que nos han hecho pasar un verano de lo más refrescante.

El reparto sigue siendo un acierto; pero hay que admitir que el gran de ingenio de los guionistas también está jugando a su favor. El último episodio de la temporada ha dejado las cosas muy caldeadas. Goya ( la inmensa Beatriz Carvajal) muere haciendo lo que más le gustaba ( cocinando). Su marido esconde la muerte para no herir a Javi. El rancio- pistola en mano- intenta matar a Parrales, el que creía amante de su esposa Berta; pero se entera que Coque es el verdadero amante. Parrales cumple el sueño español de tener un piso - por cortesía de Berta que tiene otra aparición mariana- y ser presidente de esta nuestra comunidad. El Rancio, Coque y Enrique huyen a tierras desconocidas, mientras que Maxi se queda con Estela después de que su hija Lola la decidiese poner de patitas en la calle por decirle que su padre era Bin Laden. Entre tanto, el Cuqui sigue a lo suyo- que si moto nueva, que si tengo que pagar a la Cuqui...

Con este final de temporada del todo descerebrado, uno se pregunta ¿Qué será lo siguiente? ¿Hacia dónde nos llevarán los guionistas en la próxima temporada?. Solo esperemos que no nos hagan esperar otro año entero para disfrutar de unas risas- tan saludables en unos tiempos tan revueltos como los que vivimos.