'The Good Wife': ser o no ser (procedimental)

Uno de los estrenos más esperados de este arranque de curso televisivo es 'The Good Wife', regreso a la pequeña pantalla de Julianna Margulies nueve años después de su paso por 'Urgencias', donde su interpretación de la enfermera Carol Hathaway le valió un merecido Emmy.

Margulies es el principal reclamo de la serie y sobre ella recae todo el peso interpretativo. En 'The Good Wife' es Alicia Florrick, la mujer de Peter Florrick, un reputado político que acaba en la cárcel por gastarse dinero público en putas. La grabación de Peter en la cama con una meretriz se filtra a todos los medios y éste acaba renunciando públicamente en rueda de prensa, de la mano de Alicia y su cornamenta. Una trama de arranque demasiado real para los estadounidenses, que han visto al menos tres casos como éste en los últimos tiempos. Y las infidelidades públicas tiran.

Seis meses después del escándalo, Florrick decide que es hora de retomar su vida profesional, aparcada hasta ahora para centrarse en su familia y la carrera de su marido. Y recupera su trabajo de abogada en un interesante caso a priori perdido... oh wait. Vistazo a la esquina inferior derecha de la pantalla y sí, está el logo de CBS. Tal vez nadie lo advirtió pero, como el 99% de la parrilla del canal, 'The Good Wife' es una serie procedimental.

Ojo, ser procedimental si a priori no te gusta el género no tiene porqué ser malo. Bien es cierto que la mayoría de series de ese canal son clónicas unas a otras (decenas de maquillados spin-offs de 'CSI': Las Vegas, Miami, Nueva York, 'Caso abierto', 'Mentes criminales', 'Sin rastro', 'El mentalista', 'NCIS', 'NCIS: LA', 'Numb3rs'...) pero las series procedimentales han dejado también varias joyas como 'House'.

En el episodio piloto, 'The Good Wife' sabe enlazar con habilidad las tramas personales de los personajes principales, que tendrán continuidad, con las del caso del que a priori no volveremos a saber nada. En el terreno personal, 'The Good Wife' presenta una trama rica con unos personajes atractivos, probablemente lo suficiente como para prescindir de los casos autoconclusivos o, al menos, dejarnos en un segundísimo plano.

Julianna Margulies es la nueva madre coraje. Su marido en la cárcel por corrupción, cornamenta pública, dos hijos en edad adolescente y conviviendo bajo el mismo techo que su suegra. La gente le pregunta cómo es posible que continúe con su marido, y ni ella lo sabe. En el terreno profesional, comienza desde abajo tras varios años de ausencia y enfrentándose a otro joven abogado por una única plaza. Los enemigos de su marido le pesan en el juicio pero sorprende a todos por sus habilidades como abogada.

En definitiva, una trama prometedora, unos personajes atractivos capitaneados con acierto por Julianna Margulies en donde la única mancha es que tengamos en cada capítulo un caso autoconclusivo. Si 'The Good Wife' sabe enganchar a la audiencia manteniendo la tensión de su trama de continuidad y dándole tiempo, será sin duda uno de los aciertos del curso. Si por el contrario se decide a explotar su lado más procedimental con una trama paralela que avance lentamente, estaremos ante otra serie de abogados del montón. La respuesta, en próximas semanas.