No ha sido ningún boom de audiencias (cualquier procedimental barata de CBS ha conseguido más) pero, a lo largo de sus cinco primeras temporadas, 'Perdidos' ha logrado convertirse en todo un fenómeno de culto a lo largo y ancho del planeta. Su comunidad fan ha tenido una constancia que, rozando la paranoia, ha permitido a su distribuidora -Disney- enriquecerse con la venta de DVD, libros y cualquier producto de merchandising asociado, además de lanzar al estrellato a una serie de actores en su mayoría no muy conocidos antes de comenzar a trabajar en la serie.
Pero todo lo bueno se acaba. Y seis años después, tras alargar la historia más de lo que se debería, abrir tal cantidad de interrogantes difíciles de cuadrar en sólo una tanda de capítulos, y acabar con la producción mundial de opiáceos para el equipo creativo, 'Perdidos' nos deja.
'Perdidos' nació en un año de oro para la televisión en Estados Unidos. Tras varias temporadas de sequía creativa a base de lo mismo, además de la propia 'Perdidos' se consolidó 'Mujeres desesperadas' y dos series que demostraron que las de médicos seguían teniendo vida si no te limitabas a copiar 'Urgencias': 'House' y 'Anatomía de Grey'.
Desde ese 2004, todas las cadenas han intentando más bien con poca fortuna conseguir la "nueva Perdidos". Sólo NBC ha logrado acercarse con 'Héroes', que se desvaneció rápidamente tras su primera temporada. En estos cinco años no sólo no ha habido ningún producto generalista con tanta repercusión como estas series de 2004: la audiencia ha sufrido también una espectacular mutación, a nivel mundial y especialmente en Estados Unidos. El aumento de los grabadores digitales, la fuga de público de la televisión generalista al cable o la imparable penetración de internet hacen que 2009, televisivamente hablando, poco se parezca a 2004.
Y en estas estamos cuando ABC, consciente que es ahora o nunca cuando tiene que retener a los fieles de 'Lost' se atreve a producir 'FlashForward', una nueva serie de intriga con todos los ingredientes de una producción de J.J. Abrams sin J.J. Abrams. 'FlashForward' desprende varios síntomas de que esta puede ser la definitiva. En primer lugar, Disney se ha esmerado en preparar un lanzamiento mundial donde no sólo se lanza la misma semana en todos los países de habla inglesa (Canadá, Reino Unido, Australia...) sino que además se rompe por primera vez la barrera del idioma con el estreno, en la siguiente quincena, en multitud de territorios más como Italia, Rusia, Bélgica o la propia España. Siguiendo esta línea, Disney ha sido por primera vez consciente que jamás podrá competir con la difusión por Internet y se ha aplicado la máxima de "si no puedes vencerlos, únete a ellos". Por internet circulan multitud de vídeos de la serie sin que nadie se haya molestado en reclamar su copyright, se han difundido varios sets de imágenes promocionales y, esta semana, con la filtración del primer episodio íntegro, comienzan a surgir las primeras críticas de la serie.
Y visto ese primer episodio, 'FlashForward' tiene todos los ingredientes para enganchar al buen lostfan. Eso sí, que nadie se lleve a engaños, argumentalmente 'FlashForward' no tiene nada que ver con 'Perdidos'. En la serie, todos los habitantes del mundo se desmayan a la vez durante dos minutos 17 segundos. Todos ellos tienen visiones de lo que les sucederá justo dentro de seis meses.
¿En qué se parecen? Pues en mucho más de lo que a primera vista puede parecer. En primer lugar, son dos series corales, en la que se nos presenta a un grupo de personajes de muy diferentes clases y nacionalidades. Cada personaje se aborda de manera individual pero, como en el caso de 'Perdidos', pronto descubrimos que todos están conectados entre sí.
En segundo lugar, está la complejidad argumental de la trama. Todo apunta a que los guionistas de 'Lost' le pasaron algo de droga a los 'FlashForward', que promete tramas y misterios igual o más enrevesados. Las dos series tienen un gran misterio común (¿qué es la isla? ¿por qué nos hemos desmayado?) a los que hay que sumar la multitud de subtramas, misterios e incógnitas de cada personaje. El piloto de 'FlashForward' va abriendo preguntas tanto de los personajes como del misterio general, incluyendo la gran incógnita con la que termina el piloto.
En cierto modo, es también similar a la hora de contar la historia y presentar a los personajes. Si en el piloto de 'Lost' nos centramos en Jack y a través de cómo él va interactuando con los demás vamos conociendo al resto del equipo, 'FlashForward' utiliza al personaje de Mark Benford para hacer lo propio. Eso sí, en contra de lo que el nombre pueda dar a entender, 'FlashForward' utiliza mucho menos que 'Lost' los flashbacks y flashforwards, al menos en el episodio piloto.
En definitiva, 'FlashForward' utiliza el esqueleto que articula a 'Lost' para montar sobre él una historia totalmente diferente. En el plano decepcionante está, sin duda, la factura técnica que deja la serie. Si ABC convirtió el piloto de 'Lost' en el más caro de la historia de la televisión con espectaculares efectos visuales, en 'FlashForward' no pasa desapercibido que estamos en tiempos de crisis. Los efectos especiales son más bien discretos y no aprovechan todo el potencial que se le podría sacar a la trama. Las consecuencias del desmayo general podrían ser tan espectaculares como las del tráiler de la película "2012" pero se quedan en simples efectos de mercadillo que el protagonista ve en los informativos de las teles de una tienda. Una lástima, porque con un poco más de presupuesto, podría haber pasado de un piloto prometedor a una serie redonda.
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