Autobombo, no autocrítica

Tras un mes horribilis para TVE, la mal denominada Defensora del Espectador, Elena Sánchez, reapareció este sábado en su nuevo programa de La 2 para "dar cuentas" ante los espectadores (ver emisión). La sensación ya avanzada tras el primer programa de que se trata de un espacio de autobombo más allá de cualquier ínfima autocrítica se confirmó.

Elena Sánchez, cuyo cargo real es el de Defensora del Directivo (no cesado) de TVE, nos deleitó con una larga entrevista a Javier Pons, director de la cadena pública, que volvió a incidir en las manidas explicaciones del por qué no se emitió el himno español durante la final de la Copa del Rey. Este hecho se convirtió en el tema central del programa pese a que, cerca del final, la propia Sánchez desvelara que de las 1.439 críticas recibidas, 600 corresponden a Eurovisión, mientras que sólo un centenar se refirieron a la Copa del Rey.

Javier Pons, dispuesto a cesar a cualquiera que esté por debajo de él en el organigrama pero no a asumir ningún tipo de responsabilidad personalmente, escenificó a continuación por qué pasa lo que pasa en la pública. Justo después de declarar que la receta es "que se haga bien el trabajo" con un rótulo que reza "evitar errores", se le pregunta por la supuesta coincidencia de Eurovisión 2010 con la final de la Champions. Pons asegura que "he manifestado a la UER nuestra extrañeza de que se haya modificado el día de emisión de la final de Eurovisión, que siempre es un sábado, a miércoles, y que ellos no hayan tenido en cuenta que coincide con un evento de dimensión mundial".

Estimado Pons, si las reglas son "hacer bien el trabajo" y "evitar errores" deberías empezar por aplicártelas antes de pedir que lo hagan los demás. Lo que sucedía no es que Eurovisión cambiara de día, de sábado al miércoles, sino al revés: es la Champions la que cambia de miércoles a sábado, por lo que vuestra "extrañeza" se tendría que haber dirigido a la UEFA y no a la UER, que seguro os miró un poco raro cuando les fuisteis con el cuento. Más aún, se sabe ya desde el 19 de mayo (casi 3 semanas antes de emitir el programa) que ambos eventos no coincidirán porque Eurovisión se retrasa al 29 de mayo. Como director, según tú de la cadena "reconocida socialmente como la primera televisión del país", estos errores no son tolerables, más aún cuando a diferencia del Himno, esta entrevista era grabada y con posibilidad a editar todos los tropiezos y falsedades cometidos.

Sobre el Eurovisiongate, Eva Cebrián, directora de contenidos de TVE, volvió a asegurar que se "superponían dos contratos". "Para tratar no incumplir ninguno de los dos, se emitió primero el tenis y después íntegramente y en diferido la semifinal". Cebrián insiste en que esta decisión "fue la única que pudo tomar en ese momento". Lo que Cebrián no dice es que la opción más sencilla y válida hubiera sido trasladar uno de los dos eventos a La 1, que perfectamente hubiera podido emitirse, aunque fuera comiendo algunos minutos al 'Telediario' (algo que sucede cada cierto tiempo, cuando hay fútbol por ejemplo, sin que nadie ponga en el grito en el cielo). Lo que tampoco dice Cebrián es que no se hizo porque TVE estaba (y está) más preocupada de la audiencia que por el servicio público o por cumplir contratos adquiridos.

Otros temas calientes de la pública durante el pasado mes fueron la polémica destitución de Manuel Torreiglesias al frente de Saber vivir, o cómo será TVE sin anuncios tras la decisión del Gobierno de suprimir la publicidad. Temas que no existieron para la Defensora, porque no aparecieron en un programa en el que sí vimos lo chulos que son para dar las carreras de las motos, o lo bonita que les ha quedado la web de RTVE, que en algunos momentos vendían como estreno cuando en realidad llevaba ya un año en el aire. Autobombo y más autobombo en un programa en el que, a diferencia de en El Corte Inglés, "el cliente nunca tiene la razón".