Programas de viajes o cómo quemar un formato en televisión

'Callejeros Viajeros', 'Españoles en el mundo', y también madrileños, aragoneses, canarios, andaluces... ¿Alguien da más?

Es previsible que los programas de viajes terminen extinguiéndose, y la razón es muy sencilla: pura saturación del espectador. La televisión nunca ha viajado tanto en tan poco tiempo, si lo pensamos un segundo nos daremos cuenta de que hace apenas tres años no había ni rastro de este tipo de programas. Si bien es cierto que ya triunfaban programas de reportero y cámara en mano como 'Callejeros', lo cual siempre dejó una ventana abierta a cruzar la frontera y contar cómo se vive en otros países, nadie imaginó la acogida que tendrían los programas de viajes en televisión.

No ha sido una vuelta al mundo, sino varias, un recorrido apasionante que todavía hoy continúa mostrándonos los lugares más maravillosos del planeta. Sin embargo, aunque puede parecer contradictorio, el problema ha sido la gran aceptación del público, las cadenas enloquecieron con los datos que marcaba un formato tan barato y semana tras semana cogían un avión rumbo a Pekín, Sidney o Buenos Aires.

Así que, cuando creíamos que todo estaba inventado, un formato sencillo se implantó en nuestros televisores y nos arrastró a visitar culturas y parajes extraordinarios. La fiebre se desató y la fórmula fue copiada por varias cadenas haciendo de su lema esa frase que dice: "Si algo funciona, exprímelo al máximo". Como ocurre en otros órdenes de la vida, el negocio está por encima de muchas cosas, y si los directivos deciden estrujar un formato hasta la última gota, lo harán sin dudar, aunque sepan que su éxito pudiera haber sido más paulatino y prolongado.

Existen bastantes antecedentes de programas que han muerto por hartazgo, aborrecidos por un público saturado de ver el mismo formato. Pero a veces no es la repetición lo que cansa a la audiencia, pues se ha comprobado que un formato atractivo puede permanecer bastante tiempo en antena, el problema llega cuando no hay descanso, cuando es emitido una y otra vez de manera ininterrumpida.

'Fama, ¡a bailar!' y 'Mira quién baila' son dos ejemplos de cómo quemar un formato con el consentimiento absoluto de las cadenas, en un primer momento deslumbradas por la ambición de empalmar éxito tras éxito, y después sabiendo perfectamente que eso sólo conduce a destruir el programa que un día te llevó a la cumbre.

La quinta edición del talent show de Cuatro, con datos del 3%, concluye este mes, con un final que no estaba previsto hasta dentro de varios meses. Del mismo modo, el concurso de baile de La 1 enlazó varias ediciones seguidas logrando un récord: durante un año natural (2006) llegó a dar cabida a tres ediciones. Esta emisión sin descanso provocó que datos por encima del 30% en las primeras ediciones se convirtieran en datos más cercanos al 20% en las últimas. Por repetición, no, por simple saturación.

Son sólo dos muestras de lo fácil que es matar un programa, lo que vendría a ser un suicidio consentido y apoyado por la cadena. ¿Correrán los programas de viajes la misma suerte?

La segunda temporada de 'Callejeros Viajeros' cumplirá este lunes, con la emisión de 'Los Ángeles de California', donde aparecerá Javier Bardem, 90 entregas de forma ininterrumpida. ¿No es un poco excesivo? Ni siquiera en verano se toma un respiro. Que haya innumerables ciudades que mostrar, que el formato sea barato y que la audiencia sea buena, aunque ya no espectacular, no es razón suficiente para exponer el programa hasta esos límites. No obstante, como indicamos anteriormente, el mercado televisivo prefiere dos años de éxito asombroso que cuatro de un éxito relativo. Por esto, deducimos que Cuatro es consciente de que está quemando el programa y lo seguirá haciendo hasta que sólo queden cenizas. De momento no falta ni un solo lunes a su cita semanal, lo que en los últimos meses empieza a dejar huella.

El estreno de la segunda temporada de 'Callejeros Viajeros', con parada en Los Ángeles, alcanzó 2.025.000 de espectadores y un 13,0%. Un año y 60 programas después, el viaje a Cerdeña marcaba 1.576.000 y 9,9% de share. Actualmente y en lo que llevamos de año difícilmente supera el millón y marca cuotas del 5-6%. ¿No es esto un síntoma de agotamiento?

Antes de la exitosa primera temporada de 'Callejeros Viajeros' en la primavera de 2009, con un máximo de 18,2% para la entrega de 'Las Vegas', La 1 y Telemadrid ya habían comenzado a viajar. 'Españoles en el mundo', que todavía aguanta en la programación con buena salud, se centró no tanto en retratar los países en sí mismos, sino en contar cómo los españoles viven en ellos. Similar al programa 'Madrileños por el mundo' en Telemadrid, tan similar que la cadena de la FORTA se planteó denunciar a TVE por plagio.

'Madrileños por el mundo' inició su andadura en 2007 y poco a poco se fue llevando al público a sus escapadas, a viajes de ensueño. Era la novedad del momento, Telemadrid dio con la tecla y durante muchos meses convirtió sus flojos prime time en datos estratosféricos, superando varias veces el medio millón de espectadores y con cuotas superiores al 20%. Veamos si un formato explotado hoy es un formato agotado mañana:

Tenemos todo el territorio nacional plagado de programas de viajes. Castellano-manchegos, asturianos, valencianos o extremeños que viven en el extranjero, todos dispuestos a prestar su tiempo para explicarnos qué se vende en un mercado asiático, mostrarnos cómo de concurridas están las playas de Sudamérica o relatarnos la aventura de un safari africano con animales salvajes a escasos metros.

Será que nos identificamos con los protagonistas, será que deseamos conocer lugares a los que probablemente nunca vayamos, será que nos gusta aprender otras costumbres, descubrir otras culturas, ver que el mundo es distinto dependiendo del color del cristal con que se mira. Será que una de las pasiones del ser humano siempre ha sido viajar, será que somos aficionados a la arquitectura, a la gastronomía, a la naturaleza... Será que nos sentimos huéspedes de hoteles, playas, selvas, iglesias, restaurantes, catedrales y de los lugares más recónditos del planeta con sólo el mando a distancia. Será que viajamos, aun estando sentados en el sofá.

¿Cuánto aguantarán los programas de viajes? ¿Son un espejismo los síntomas de agotamiento? ¿Son otra víctima de la vorágine televisiva? Mientras tanto La 1 prepara 'Buscamundos', un programa de viajes en el que se promete más emoción, riesgo y aventura. La fórmula continúa...