(Contiene spoilers hasta la quinta temporada de la serie)
La cúspide de Fringe como serie fue su tercera temporada donde supo aunar una gran trama con unos antagonistas de altura que le dieron brillo y profundidad a toda el salto interdimensional. Estos villanos eran el reverso tenebroso de nuestros héroes y consiguieron con sus conspiraciones dar esplendor a la serie y evidenciar ese axioma que dice que una película es tan buena como lo sea su malo.
La cuarta temporada cayó en picado debido a una falta de antagonista, sus reversos tenebrosos se convirtieron en aliados y todas las rencillas entre mundos paralelos se solucionaron con la pipa de la paz (a saber lo que pudo Walter en ella). Llego la paz y toda la tensión se esfumo. Para contrarrestar este vacío nos vendieron los planes megalomaniacos de Robert Jones que aliándose con Bell intentaron crear un nuevo paraíso donde ellos serian los dioses. Todo se demostró como un experimento fallido que nunca convenció al personal y hundió la calidad de una serie que había llevado su cosmología catódica a los niveles mas altos.
Frente a esta tierra desconocida decidieron finalizar la serie con una quinta temporada, dando un vuelco a toda la idiosincrasia de la serie y ofreciéndonos una invasión del planeta tierra a manos de los alopécicos vigilantes, unos seres un tanto contradictorios para los fans de la serie ya que siempre se habían mostrado reservados y muy celosos de su secretísmo con las ansias de nunca ser descubiertos y de repente ni cortos ni perezosos deciden invadir la tierra y diezmarla. Un vuelco poco inteligente, solo necesario para darle un final a todo e introducir a estos seres que nunca quedo claro quienes eran.
La poca coherencia con los observadores en cierto modo evidencian ese regusto extraño que nos ofrece el final de Fringe alejándose de su espíritu X-Files para deleitarse con un tratamiento similar a V o Falling Skies, donde como una serie de SyFy nos dan una clásica serie de ciencia ficción con invasión terrícola y consiguiente resistencia para expulsar a los enemigos, con la única ventaja que no es necesario presentar a los protagonistas ya que todos los conocemos.
Este salto temporal no acaba de funcionar y toda la trama de la hija adulta nunca ha conseguido llegarme al igual que su final, el único que ha tenido que disfrutar del retoño veinteañero a sido el actor Joshua Jackson que se ha encontrado con una rubia guapa llamándolo Papi.
Un final un tanto raro para los que seguimos la serie desde siempre donde todo este final evidencia una carencia creativa y una apuesta por algo tangible y fácil de confeccionar donde haya acción y una continuidad en la trama que no descontente al publico en general. Demasiado futuro para un servidor y toda la trama de los observadores y su intento por cambiar el oxigeno de la tierra no me acaban de hacer tilín, aunque no negare que distraen y están bien planteadas pero no son aquellos detalles que hicieron que me enamorara de su tercera season.
Por otro lado esta ultima temporada se rige por dos tramas principales. Por un lado la gincana de Walter y sus interminables vídeos y pistas que detallan como expulsar y vencer a los invasores, que roza el ridículo en muchas ocasiones pero distrae al personal y mas aun conociendo la afición de Walter por toda sustancia alucinógena y psicoactiva. Convierten toda la salvación en un juego llenos de pruebas para reunir los elementos que nos den la arma definitiva, aunque siete vídeos incrustados el en ámbar me resultan excesivos, que le haremos.
El gran protagonista de esta temporada es Peter y su particular versión de Matrix que es en lo que se ha convertido Fringe. Volviéndose todo un Neo pronto a conseguir los poderes de sus enemigos (claros homenajes al señor Smith de la película) y ayudado por la tecnología invasora poder ver el mundo a través de esta visión de datos y lineas temporales como hacia nuestro querido Neo en el ilusorio mundo de Matrix. La venganza paternal de Peter lo convierten en todo un superhéroe con el poder de teletransportarse y arrear unos buenos mamporros. Esto ha condenado a nuestra querida Olivia a un segundo plano y ella que era la única con poderes se ha quedado con nada. Veremos si de aquí a final de temporada los guionistas le dan una mallas y le permiten volar y lanzar rayos por los ojos.
Todo un cambio este colofón de Fringe alejándose de su esencia primaria y dándonos un producto mas comercial donde no hace falta saber mucho del pasado y solo disfrutar de este pésimo presente donde estos observadores han dejado de mirar y han decidido meter baza en nuestra realidad. Asistiremos a estos episodios finales que restan deseando como mínimo que nos den una gran final a esta invasión y consigan arrugar algunos trajes a los malos y que Walter descubra algún compuesto para que les crezca el pelo a los malos ya que quizás con melenas y un buen acondicionador se les quite esas ganas de dominar el planeta.
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