Lo mejor está aun por llegar

Y pensar que estuvieron a punto de desaparecer antes de tiempo. Por sorprendente que nos pueda parecer a día de hoy, la primera tanda de episodios de Los Pacos no funcionaron como era de esperar. En Antena 3, por suerte, supieron estar a la altura de las circunstancias y en vez de suprimir la serie de la parrilla decidieron darle una nueva oportunidad otro día y a otra hora de emisión. No fue este el único cambio visible; el humor grueso fue perdiendo terreno frente a las historias de acción con toques de comedia y el elemento romántico formado por la intermitente relación entre Sara y Lucas. También se prescindió de algunos personajes secundarios como la madre de Paco, Bernarda o sus hijos para dar un nuevo giro, más serio, a los guiones de la serie. Fuese por el motivo que fuese, los índices de audiencia remontaron, sobre todo entre el público femenino y adolescente, los cuáles se sintieron especialmente atraidos por la parte más sentimental de la historia. Al calor de este interés surgieron numerosos blogs y foros que seguian de cerca la evolución del romance entre Sara y Lucas, escribían sus propias versiones de la trama o especulaban con el futuro de los personajes.

A este respecto conviene hacer un inciso. Y es que aunque ahora ya no seamos conscientes de ello, había un punto de partida potencialmente polémico en dicha relación sentimental; la diferencia de edad entre ambos personajes, que se veía agravada por el hecho de que ella era menor de 18 (al menos en las primeras temporadas). A mayor abundamiento, hay una innegable tensión sexual entre los dos que se manifiesta a través de un montón de pequeños detalles: miradas furtivas, sonrisas y susurros, juegos de palabras y dobles significados... Aunque este sea un detalle irrelevante para la mayoría de los seguidores de la serie, lo cierto es que socialmente, a día de hoy, era una apuesta muy arriesgada por lo políticamente incorrecta, como demuestran las recientes polémicas protagonizadas por escritores o tertulianos que se confiesan atraidos por jovencitas mucho más jóvenes que ellos. En este sentido hay que reconocer la habilidad de los guionistas para plantear la situación de manera que no sólo no resultase escabrosa, sino incluso divertida. La primera baza son los propios actores: y es que pese a la diferencia de edad entre ambos, los dos son jóvenes, atractivos, y hay una química evidente entre ellos que traspasa la pantalla e incluso llevó a mucha gente a especular con que su relación iba más allá del terreno de la ficción. La segunda, pero no menos importante, es que es Sara quien lleva la iniciativa mientras que Lucas, por el contrario, se muestra tímido e indeciso, atrapado entre la evidente atracción que siente por ella y el respeto a su amigo Paco. A la postre, esa inversión de las reglas del juego fue lo que terminó de salvar las apariencias y facilitó la empatía entre los personajes y los espectadores: los varones, porque cualquiera de nosotros podría ponerse en el lugar de Lucas y soñar con que una chica como Sara estuviese locamente enamorada de nosotros, mientras que ellas, por su parte, podían identificarse con Sara y apreciar su determinación al tiempo que bebian los vientos por Hugo Silva. Una vez solventado ese escollo, concretado el tono de la serie y con un elenco fijo de personajes, Los hombres de Paco estaban listos para despegar y, como se suele decir, lo mejor estaba aun por llegar; pero eso es otra cuestión que desarrollaremos más adelante. Primero, hablaremos sobre el estreno de Circuit, lo más reciente de Michelle Jenner.