Que añoraba yo volver a escribir sobre Eurovisión en el blog después de un año y tras llevármelo a EnEpisodiosAnteriores.com donde podréis ver todas y cada una de las canciones de las dos semifinales y la gran final. No podía faltar, desde la green room, después de todo lo que he visto sin dejar mi opinión y aún flipando por el abucheo que se han llevado las dos niñas rusas cuando su nombre ha sido uno de los países elegidos para pasar a la final. Todo por una cuestión política y la controversia de los votos, ya que Crimea está votando como si fuese Ucrania.
A ver, que tengo muchas cosas interesantes por comentar, eso que solo pasa cuando un espectáculo es bueno, aunque yo lo calificaría de insuperable. Es increíble cómo año tras año consiguen superarse en imaginación, un auténtico derroche de buen hacer que se respira desde casa al otro lado de la pantalla, las cosas bien hechas es lo que tienen.
Ahí estaba yo pegado frente a la pantalla del televisor un par de minutos antes, comprobando cómo a la hora punta, las 21h, taladraba mis oídos esa melodía que es como un cántico de los pajarillos que me pone contento, la sintonía de Eurovisión, deseando ver la espectacular intro que nos regalan todos los años haciendo referencia al lema, este año el hashtag #JoinUs.
Al hacer el lema referencia a twitter, estaba claro que iba a ir referido a las redes sociales, aún así el opening ha sido una proeza audiovisual histórica, ante la que me arrodillo y no me da la gana levantarme. Eurovisión es como una gran serie y Emmelie de Forest ejerce como hilo conductor por haber sido la ganadora de la anterior edición. Si hace un tiempo ponían de moda el efecto visual de maquetación desenfocando ciertas partes de la imagen para que cada video o fotografía pareciese una maqueta, ahora prueban el método de la velocidad, con Emmelie recorriendo Copenhague mientras las calles se desplazan más rápido que sus pies.
En el cielo nocturno van apareciendo las caras de esa gente que vivimos el Festival con muchas ganas e ilusión, de los que versionan las canciones porque les gustan. Por desgracia estaba viendo La2 y se coló la voz indeseable del locutor (si es que se le puede llamar de alguna forma) mientras estaba disfrutando, aún así intenté concentrarme y pasar de las mismas bobadas que dice siempre.
Vídeos en internet de chicos y chicas de todos los países van desfilando por la cúpula celeste tarareando el estribillo de "Only Teardrops" hasta que una llama de luz aparece en la distancia y se los traga a todos, la luz de la nueva edición, sobre el nuevo escenario. Una preciosa metáfora de los que seguimos edición a edición. Cuando acaba, de alguna forma nos pasamos todo el año siguiente tarareando las canciones y teniéndolas presentes hasta que llega una nueva y volvemos a unirnos. Eso es #JoinUs.
El enorme cubo recreado sobre el escenario me ha dejado boquiabierto, toda una maravilla teconológica con infinitas posibilidades para hacer brillar más las canciones, posibilidades que despliega de una forma magistral con el primer tema candidato simulando el Universo y que ha conseguido llevarse una sonora ovación y aplausos por parte del público (yo también desde mi casa). De hecho este año el escenario es casi tan importante como el intérprete o grupo que lo pisa. Puede ayudarte a quedar bien si lo haces bien, pero también puede avocarte a un estrepitoso fracaso. El cubo ha sido esta noche un abanico de colores, un simulador virtual, una ciudad, una pared de una calle cualquiera, un cielo lleno de estrellas...
Hasta a las clásicas postales previas a las participaciones de cada país, les han dado otro giro de tuerca. A la vez que mostraban la ciudad de Copenhague y sus numerosas virtudes, cada participante fabricaba su propia bandera haciendo alarde de su imaginación (aunque más bien el alarde de imaginación hay que agradecérselo a los organizadores que les guiaron para hacerlo).
Desde dulces, pasando por cubos de rubik, camas flotantes en una piscina, el arte de la cerámica o un broche de orfebrería hasta obras de arte como la de Suzy de Portugal, que ha sorprendido pintándose entera y poniéndose contra la pared desapareciendo por completo en la pintura de la bandera y encajando a la perfección.
Por lo general me queda la sensación de que todas las canciones han bajado un poco el listón. De las que esperaba mucho, me han dejado o conforme o con dudas, porque parecía como si el cubo ayudase a engrandecer un tema que no es para tanto y de las que no esperaba nada, directamente no han hecho que variase mi opinión sobre ellas. La prueba final son los directos, que por los auriculares y en estudio de grabación suena todo perfecto.
A Aran Mp3 de Armenia, fue a uno de los que le ayudó la inmensidad del cubo y todas sus posibilidades al igual que a Sanna Nielsen de Suecia, les vino incluso mejor no tener a nadie más sobre el escenario y eso les ayudó a sobresalir, las únicas actuaciónes de la noche en que sus protagonistas cantaron en solitario mientras el escenario parecía cobrar vida, desde un bonito Universo recreado con todo detalle hasta el espectacular juego de luces que encerraron a Sanna Nielsen dentro de una jaula cónica en la que los barrotes de luz se fueron desplegando por encima del público asistente. De verdad que el escenario a mí me ha dejado KO de lo bueno que es.
La noche también nos ofreció la posibilidad de conocer a la "zorrita plagiadora" a la que debemos el que Ruth Lorenzo no haya llevado en su coreografía lo que ya mostró en Mira Quién Baila junto al bailarín cantando y bailando como en su vídeo de presentación. La culpable es la estona Tanjia, que casi copió segundo a segundo la coreografía por completo y que le valió un buen rechazo, no pasó a la final. A lo mejor hasta se lo tenemos que agradecer, ya veremos.
La moda de los bailarines, trapecistas, contorsionistas, patinadores, y todo eso que acaba es "es" y "as" parece que no ha pasado. Algunos artistas prefirieron salir al escenario acompañados de la función circense de turno para desviar la atención, para que después el público desde casa diga "a mí me ha gustado la de la chica que sube al cielo", "a mí la de la patinadora". Muy triste. Eso sí, el cubo respondiendo a cada situación con la iluminación y demostrando que también es táctil, sensorial al paso de la patinadora de Montenegro. Estamos en la época JoinUs y de las tablets, eso no podía faltar.
La nota de color la pusieron los islandeses Pollaponk, que son la polla y encima pasaron a la final, con una canción que casi pasaba por normalita hasta que se pusieron a hacer el ganso con ese bailecito que se marcaron mirando hacia un lado y hacia otro, y la portuguesa Suzy con una canción propia de mundial de fútbol que consiguió levantar a todo el público presente en la arena (en realidad cemento). La canción tenía fuerza, pero le faltó ser un poco más "guarrilla", vamos, que tenía que desatarse, estaba muy comedida y no sacó toda la potencia de voz que la canción le pedía.
La niñas rusas abucheadas dieron la nota con una actuación pues como hacen los rusos en las competiciones de gimnasia en los JJOO, para sacar el 10, demostrando su manejo con la barra, sobre el potro y encima anudadas por las coletas del pelo (y ahora pienso qué coño pensará del festival alguien que no lo haya visto en su vida y lea esto).
Un canto a las mamás de todo el mundo por parte de Axel Hirsoux, que demostró que no había muchas viendo el festival. Un tio dentro de una rueda efecto hamster que parece ser que es la última moda en la calle, del resto de Europa, ya llegarán a España las ruedas esas para hacer deporte, adiós a las cintas de correr. Valentina Monetta que no se cansa la tia y que encima hay que volver a aguantarla de nuevo en la final por estas votaciones en que al final pasan más países del este que del resto.
Este año, para quien no lo sepa, el comentarista por España es José María Íñigo, oh sorpresa. La cagó menos que otras veces, por lo menos tuvo el respeto de callarse durante las actuaciones sin perder el control del micro, aunque da la sensación a veces que más que trabajar está allí de paseo, porque no se entera de la misa la mitad, de repente se da cuenta de situaciones que ya han pasado antes y lo exclama con sorpresa. Incluso dijo públicamente que la canción que más le gustaba era la de Países Bajos (él decía Holanda) con The Common Linnets. Lástima que dijo que era una balada, cuando en realidad es una canción más country que el sombrero de Rick Grimes en The Walking Dead.
Dos horas super divertidas de gala y RTVE tuvo la decencia de dejarnos ver mientras se recontaban los votos uno de los espectáculos de baile visuales más acojonantes que me pusieron el corazón así de grande. Una recreación moderna de "El patito feo" en la que un chico que no sabe bailar y del que se burlan, huye por todo el mundo y se encuentra con otros que lo ayudan a brillar con luz propia. Una de esas cosas que hacen especial este Festival de la música. Menuda pieza para guardar en el recuerdo. Os lo dejo aquí:
Quizá no fue el único que casi se agarra de los pelos al ver los países que fueron pasando a la final, el orden era totalmente aleatorio, pero de ahí no paraban de salir países del este, hasta que al final la cosa se puso a favor del resto. Estos son los 10 que pasaron o, visto de otra forma, el resto se quedaron a las puertas y lo de Portugal me pareció un robo en toda regla:
Montenegro
Hungría
Rusia
Armenia
Azerbaiján
San Marino
Ucrania
Suecia
Holanda
Islandia
Nos vemos en la siguiente semifinal que, cómo no, ese canal que todos pagamos no le da la gana ni de ponerlo en esa cadena hundida y que tan para minorías es llamada La2, y así llevamos lustros esperando hasta que cambien de mentalidad, parece mentira.
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