Los Lunnis, ¿ángeles o demonios?

El interesante y a la vez respetado mundo de los "mensajes subliminales". Todo un arte para sus creadores, toda una satisfacción para los que los descubren y un tema casi tabú para los que odian hablar de cosas que escapan a la lógica, acciones y símbolos que tradicionalmente a lo largo de los siglos se han ganado una fama.

El arte ha sido desde siempre el amplio abanico donde esconder mensajes secretos, desde la pintura, pasando por la música y la televisión, incluso llegando de manera más evidente al séptimo arte, ante un público que, sorprendido, e incluso dudando de lo que sus propios ojos han visto, indaga entre el resto de personas para saber si lo que ha observado es real o no, cuando de repente en un fotograma se cuela bien alguna imagen un tanto subida de tono o incluso una botella de coca cola cuya misión consiste en penetrar en el subconsciente del espectador con un firme objetivo.

No todos los mensajes subliminales que inserta un autor tienen por qué ser con fines maléficos. En ocasiones son con objetivos publicitarios como el nombrado anteriormente, en otras ocasiones por simple diversión como en el caso más patente del mundo del cine en "El Club de La Lucha" y otros son simple coincidencia.

Más daño provocan sin embargo aquellos que van ocultos en series o películas infantiles como en el caso de las películas Disney.

Uno de los "mensajes subliminales" más recurrentes sin duda ha sido el de ocultar un mensaje al revés dentro de una canción. Es en este campo donde abundan ejemplos para dar y tomar, desde canciones míticas de The Beattles hasta otras más actuales. Un campo que durante una época llevó a muchos a creer que detrás de las letras de sus artistas favoritos se ocultaban las mismísimas palabras del diablo en persona, creencias que se remontan al mítico 666 que dado la vuelta se torna en el 999.

Es en este marco donde se encuadra una serie infantil con una letra bien conocida en nuestro país, LOS LUNNIS. Su letra y melodías carismáticas han hecho cantar a niños y mayores, transmitiendo dulzura y candidez, eso sí, con la melodía del derecho. Pero, ¿qué ocurriría si pusiésemos del revés la famosa canción de estos personajes entrañables?

¿En qué pensaba el autor de la letra y la música? ¿Se trata de una autosugestión del propio oyente al leer mientras escucha o es todo tan real como parece? ¿Es todo una coincidencia? Algunas partes se escuchan bastante claras aún sin tener la letra delante de los ojos. ¿Son Los Lunnis ángeles o demonios?