Lo que 'Las Joyas de la Corona' se llevó

A ninguno de los que frecuentamos internet nos ha sorprendido la victoria de Azahara en 'Las Joyas de la Corona', la cual era bien conocida desde hace tres semanas, tanto su victoria como la no expulsión y posterior expulsión de Lara, todo debido a que el programa no era grabado, si bien algunos hablan de una metedura de pata de Lara en una red social, algo bastante cuestionable debido a la multitud de nicks duplicados que pululan por internet sin consentimiento al ser totalmente libre registrarse con ellos.

Sí eran de especial interés ayer por la noche ver la ceremonia de coronación de la ganadora, las emotivas y simpáticas despedidas de estos personajes con los que muchos ya nos hemos encariñado y sobre todo la visita de Lomana al mercadillo de Leganés por primera vez en su vida. Y es que uno llega a cuestionarse si tanto ha aprendido Carmen Lomana de sus niños y su carácter totalmente humilde y espontáneo (sin el cual todo el reality hubiera parecido una comedia barata sin sentimiento), como los propios concursantes han aprendido de ella y los demás profesores, aún confesando estos en la gala que todo lo que hicieron fue un duro papel para enseñarles disciplina.

Lara no ha faltado a un solo programa ni aún siendo expulsada por sus propios conocimientos (nulos, rio de España el Danubio), teniendo especial protagonismo a esa hora que la cadena sabe tan bien que tiene via libre para coger todo el share que quiera de audiencia y más con la emisión de su visita junto con Lomana a su humilde casa y el mercadillo, donde la novata encontró eso que quizá no está acostumbrada a ver entre tanta fiesta de lujo, el sentir de la calle, de un barrio. Y de nuevo Lara y Azahara nos dejaron su himno del verano "Parla parla, Lega lega".

Es en esta visita donde se recoge la esencia fundamental aprendida en este sensacional programa: Nunca lo sabemos todo, nunca lo tenemos todo, aún teniendo todo, siempre falta algo y aún faltando de todo, siempre se posee lo más importante, sólo hay que aprender a descubrirlo, valorarlo y sacarle partido con el apoyo de los demás.

Antiguas joyicas (en honor a Jorge que terminó convertido en el pelotilla del grupo que quiere quedar siempre bien) se presentaron para presenciar la victoria de la ganadora excepto Julián. Sobre Julián podrían decirse muchas cosas, pero su principal problema es que no le cogieron por ser como los demás, tenía un gran defecto, era orgulloso. Quizá nunca se dio cuenta de qué hacía realmente entre toda esa gente que nada tenía que ver con él, buena presencia, porte, inteligencia, cuando su principal meta era corregir esa faceta que jamás supo enmendar, saliendo con el mismo defecto con el que entró.

Con el paso del tiempo recordaremos con mucho cariño a todo ellos, a Gisel y la empanada que llevaba encima todo el día, a Pepe y su gran evolución, más gracioso cuanto más tiempo transcurría (hecho que suele darse al contrario en los realities, donde los más graciosos al final terminan perdiendo la gracia), Lucía y su tremendo sentido de un no sé qué que no puedo ni identificar y que le hacen ser única. Siempre recordaré esa foto de Saturno a la que ella llamó Sol y me partí de risa por el suelo o la cara de asombro que se me quedó al comprobar que una estudiante de derecho no sabía el significado de "venia". Virginia, esa bruja mala adorable, una de las concursantes junto con Lara más personales que existen y han existido jamás en la televisión. Azahara, la joya de la corona oficial con una historia a sus espaldas que aún colea, pero como siempre dicen, en una historia siempre hay dos versiones y debemos escuchar ambas para poder saber y opinar.

No se quedan atrás los profesores, con mención especial a esa loca profesora de historia del arte de la que pensé que estaba interpretando un papel y me quedé a cuadros cuando ví que su carácter era realmente así, tan nervioso que ni varias tilas podrían calmar al más tranquilo. La Senillosa y Liberto peleándose "elegantemente" por los platós mientras sus alumnos eran casi engañados por tanta elegancia irrespetuosa sin ellos saberlo. Ese Liberto, una de las personas que me ha enseñado que el ser humano puede esconder debajo de tanta buenas palabras y tanto saber estar, un auténtico cínico, que no ha dudado en hacer el ridículo por un rato de cámaras. Y lo que más me asusta es que se esté ocupando semejante personaje de los niños de las infantas... Mariasela, que no aguantaba el carácter de Lara cuando ella misma debería haberse mirado en el espejo y ver lo irreverente que ha sido a lo largo del programa y por último el que tenía que currarse el mejor papel, Nacho Montes, porque seguramente en su interior estaría muerto de risa con Lara, tan similar en modales a aquella Tatiana a la que tanto defendía en 'Gran Hermano: El Debate', y tener que atacarla para seguir su guión de "malvado" que nadie se ha creído ni un sólo momento.

Ha sido un verano divertido. Comencé a ver el programa sin mucho interés y desde que vi a Lara me enganché irressistiblemente esperando con ansias cada noche de jueves y sin quererlo esas personas me enseñaron cosas, sobre la personalidad, sobre los caracteres, tal y como sólo consigue 'Gran Hermano', el padre rey de los realities. Ayer gracias a Azahara que agradeció a Mafer la confianza depositada en ella, pudimos saber que el casting ha corrido en parte a cargo de los mismos que realizan los casting de GH, con lo cual se entiende perfectamente ahora que hayamos tenido la enorme suerte de poder ver a estas joyas inolvidables, a las que siempre recordaré con un cariño muy especial.

Y lo más curioso de todo, por mucho que hayan hecho… por primera vez no odio a ninguno de ellos. Espero con ganas una segunda edición.