Bienvenidos a 'Happy Town'

Entra en un condado misterioso, una ciudad de la que no podrás escapar. Engalanada para la ocasión, con gente maravillosa, bondadosa, receptiva, siempre abierta a los visitantes que se aposentan en sus maravillosas vacaciones, un placer visual del que disfrutar, la felicidad en su mayor grado...

Toda la fachada de 'Happy Town' es mentira. Entre esa gente maravillosa se encuentran almas perdidas que andan buscando a sus seres queridos raptados por "El hombre mágico", mentes perversas e inocentes que juegan con armas mortíferas para llevar la justicia como bandera de un bien divino. Y bajo la fachada de sus maravillosas vistas, se oculta un mundo subterráneo lleno de secretos que dejan en evidencia el mayor de los terrores.

Muchos la han comparado con 'Twin Peaks', serie que no tengo el gusto de conocer pero que se encuentra entre esas antiguas en la lista para ver más adelante con tiempo. Tras el visionado en totalidad de sus 8 episodios (a un ritmo record para el canal Calle13 de entre 10 y 18 días de diferencia doblados al castellano con respecto a su versión original), que aunque parezcan pocos no dejan de ser una buena cantidad por la calidad de la mayoría de ellos y el buen sabor de boca que dejan siempre que se vean semanalmente, se podría decir que 'Happy Town' ha sabido mezclar el género del terror que comenzó 'Harper's Island' por sus misteriosas muertes y la búsqueda de los culpables, con el suspense más atractivo de Alan Wake, videojuego que comenzó como serie de televisión en su precuela Bright Falls y del que conserva escenas muy significativas como la veneración al venado y la imposibilidad de marcharse de una ciudad que parece tener vida propia y que decide quién la abandona y quien debe quedarse entre sus fronteras aunque con ello tenga que poner vidas en serio peligro.

Los personajes en 'Happy Town' son muy variopintos y hay verdaderas joyas que, de no haber sido por la excesiva importancia que se le ha dado a los estereotipos en la trama principal, podrían haber llevado a un argumento más sólido e interesante y haber alejado así a la serie de su cancelación prematura. Cinco son los pilares en que se sustenta el misterio.

Mención especial a las viejecitas que regentan la mansión donde se hospedan otros personajes principales. Con ellas uno siempre anda alerta. Bajo su perspicaz sonrisa y enamoradizas miradas, de vez en cuando en sus rostros se detectan esbozos de ira y agresividad, como si de repente fueran a quitarse sus máscaras y dejar tras de sí la piel dejando al descubierto unas brujas con piel arrugada, narices puntiagudas con verrugas y ojos saltones. Uno se queda con las ganas de saber cuánto hubieran dado de sí estas simpáticas y misteriosas brujillas de haber continuado la historia.

Henley Boone es el primer personaje en el que reparamos. Su llegada a Haplin carece casi de importancia, pero enseguida vemos que su llegada a la ciudad no es casual, anda buscando algo y, aunque no logra alcanzar un nivel excelente, su misión está muy bien definida, lo que le otorga consistencia.

Merritt Grieves, un personaje del que sospechar desde el primer momento. ¿Qué hace una tienda de antiguedades fotográficas y cinematográficas en una ciudad así? Por un momento uno podría pensar que es "El hombre mágico" y que con una sola grabación es capaz de inmortalizar y recoger la esencia espiritual de aquel al que graba. Con su sensualidad encandila a las brujillas de Haplin y con sus palabras logra embaucar a cualquier persona que se cruce en su camino. Misterioso, con don de palabra, cualquiera diría que su estancia en la ciudad tiene un pasado turbulento y que ni siquiera él está exento del peligro que acecha.

Peggy Haplin, la dueña y señora reina de la ciudad, más tarde que pronto se descubren sus más oscuros secretos. La sensación hacia el espectador es la de una mujer retorcida, con la malicia enterrada detrás de un rostro que trata de ser amable. Interpretada por Frances Conroy, que nos dejó uno de los personajes más carismáticos, divertidos y apasionantes de 'Mujeres Desesperadas' durante algunos capítulos interpretando a la cliente de Carlos en su etapa como masajista y posterior pagadora de gastos a cambio de tener la vida que nunca pudo tener, inolvidable.

Dan, un hombre que llega para investigar el caso del asesinato de Jerry Friddle y que emplea sus propias artes para conseguir eso y mucho más, con métodos poco ortodoxos. Por desgracia, el final de la serie no le reserva un papel digno que podría haber sido espectacularmente significativo.

Grandes emblemas sustentados sobre un guión más que aceptable, pero que sin embargo resultan enturbiados por personajes estereotipo cuyo interés no va más allá que el de una mosca cruzando la pantalla y que de vez en cuando nos traen tristes recuerdos de la cancelada 'Jericho'. El típico sheriff con su típico padre y la típica familia anodina que no aportan nada y que son meros juguetes dentro de algo más grande que no termina de destacar. Todos ellos en situaciones que escapan a la lógica. ¿Qué hace un sheriff que busca vehementemente la justicia protegiendo a un asesino? Protagonistas, héroes de los que nos preguntamos por qué se las dan de héroes, por qué todo se centra en ellos cuando hay otras figuras más importantes para destacar y potenciar en el argumento.

Quizá sean estas las razones lógicas de una cancelación prematura. El propio espectador sentirá la emoción intensa del misterio e irremediablemente después será arrastrado a la anodina vida de estos anodinos personajes y de nuevo volverá a ilusionarse con el espléndido guión y sus misterios para después ser de nuevo arrastrado a situaciones poco interesantes en un ciclo ininterrumpido que enturbia lo que podría haber sido una serie sobresaliente, con un final poco sorprendente para lo que cabría esperar, con tramas abiertas por todas partes y que, aunque logran dejarte pensando, al saber que ya no habrá más, pronto pierden importancia y caerán en el olvido... a no ser que alguien las rescate en un futuro.