Quiero que se salve Nacho y que Suhaila sea la finalista del palafito

Se salvó Nacho y salió Elisa. Que Lucía haya superado dos nominaciones en negativo supone todo un triunfo para la concursante, y más habiendo tenido a la italiana como rival. La gala de anoche dejó claro que no debe darse nada por hecho. No hay cosa que más le moleste a la audiencia que lo previsible, y por eso ayer, la mayoría de votantes dio un golpe sobre de la mesa. No se le puede negar a Elisa que ha sido una de las mejores concursantes de esta edición, pero también hay que reconocer que la participante llevaba dos semanas flojeando. Si a esto le sumamos la teoría del cincuenta por ciento jugaba en su contra, y que su representante no ha podido hacerlo peor, blanco y en botella. Era evidente que los espectadores iban a reaccionar ante los humos de Pilar Yuste, que desde que Elisa fue conducida al palafito, no ha parado de atacar a otros concursantes para resaltar las virtudes de su representada. A parte, estaba claro que los seguidores de Lucía y los acérrimos de Lola iban a unir sus fuerzas votando a la italiana, por no decir que muchos seguidores de la rubia no se molestaron en descolgar el teléfono al dar por segura la continuidad de la misma en el concurso; grave error, siempre que el favorito de uno esté en peligro, se tiene que votar.

Pero debemos hablar de los vencedores de la noche, y esos fueron Fortu, Rubén y Christopher. Les salió la jugada redonda al conseguir el mister la inmunidad y así desempatar a favor de Fortu para nominar directamente a Nacho Vidal. El martes competirán dos de los fuertes de esta edición, es más, me atrevo a decir que el nominado que no sea salvado, llegará igualmente a la final, pues no debemos olvidarnos de que del palafito saldrá un finalista, y esa puede ser perfectamente Suhaila. Es más, deseo que sea ella y que Nacho continúe en la isla, por fastidiar a los otros más que nada, que cada día me caen peor. Ayer Fortu no pudo ser más vulgar en un intento fallido de resultar gracioso: te quiero a cuatro patas, a dos patas y a una pata, le dijo el cantante a su pareja. La pobre no sabía ni dónde meterse, lógico. Los defectos de Fortu van revelándose cada semana. Fue bastante curioso observar su cara mientras Nacho, Suhaila e Isa nominaban. Va a resultar que el actor tenía razón cuando decía que el cantante se pone enfermo con las nominaciones, y es que parece tomárselas demasiado en serio.

Luego tenemos a Rubén, el típico chismoso que va distribuyendo cotilleos a su antojo. Su afición por hablar del contrario a las espaldas del afectado es cuanto menos llamativa, sobre todo si tenemos en cuenta que luego no es lo suficientemente valiente como para decir las cosas a la cara. Su hermano pequeño, Christopher, no es mucho mejor. Tiene una mirada lenta y contundente, de esas que tienen los locos que salen en las películas. Ambos cumplen las órdenes del líder del grupo de rock, algo que también hace el suertudo de esta edición, Rafi Camino, que ayer nominó a Suhaila después de estar toda la semana pegado a ella. Es más que probable que por todo esto, la audiencia decidiese ayer salvar a Nacho, y es que menudas caras pusieron los hombres de esta temporada cuando se enteraron de que la audiencia había optado por perdonarle al actor sus últimas salidas de tono. Por eso, en un intento desesperado, enfrentar al actor a la fémina más fuerte de la temporada, Suhaila, concursante que ha sabido darle un espectacular giro al concurso al unirse junto al que ha sido su enemigo durante estos dos meses. Y ahora, somos los espectadores los que sufrimos ante este dilema que supone la nominación más dura hasta la fecha. Menos mal que nos queda el consuelo del palafito, ese recinto que se ha quedado sin dueña por rebeldía de la audiencia.