Mila y Carla hacen el ridículo y quedan a la altura del betún

Ningún concursante se sentó detrás de Yola en la palapa. La nominada no recibió apoyo de ninguno de sus compañeros, aunque a decir verdad, tampoco le hizo ninguna falta. Mila y compañía le están poniendo el premio en bandeja; y es que no se entiende el despotismo con el que la colaboradora de sálvame se dirige a la ganadora de 'Hotel Glam' y 'El Reencuentro'. Mila se ha tirado toda la semana calentando la cabeza a Steisy y Yola con un único fin: buscar el enfrentamiento entre ambas y así salvarse ella de la nominación. Es algo que consiguió, aunque ya está empezando a pagar el precio de tal burda artimaña. La noche terminó con Carla como nominada, un hecho muy esperado por la audiencia votante.

Serán esos espectadores los que vengarán el injusto comportamiento de Mila para con Yola, y lo harán mediante sus votos. Es evidente que la canaria lo tiene casi imposible para salvarse esta semana. Su paso por el concurso, basado más en el peloteo extremo que en la supervivencia, está a punto de llegar a su fin. De hecho, no creo que tenga la mínima oportunidad de quedarse en playa uva. Me arriesgo a afirmar que de primeras no será salvada y que, posteriormente, será expulsada de manera definitiva frente a Steisy y Paco.

Y es que Carla no ha sabido jugar sus cartas. El estar detrás de Mila y ser la sombra de la colaboradora durante dos meses le terminará pasando factura. No ha sabido desarrollar una identidad propia y es poco probable que los que se gastan el dinero en salvar a Mila lo hagan para salvarla a ella. Principalmente, porque los seguidores de la colaboradora son conscientes de que la permanencia de Carla, más que beneficiar a su favorita, la perjudica. Carla ha sido una buena superviviente pero una pésima concursante, porque al fin y al cabo, esto no deja de ser un reality show, un concepto que abarca muchas cosas, aplicables a cualquier tipo de género y que no solo obedecen a aspectos de la supervivencia en sí.

El principal de la canaria fallo es su incapacidad para despertar empatía entre los espectadores, error que comparte con su madre y defensora en plató. El haber obedecido constantemente las órdenes de Mila y el creerse por ello intocable, son hechos que han desembocado en una imagen de prepotencia de la que solo se obtiene rechazo. Si a eso le añadimos que siempre ha intentado huir de las nominaciones, blanco y en botella. Exponerse a la decisión del público es tan peligroso como no exponerse en ninguna ocasión. Lo único que se consigue al hacer esto, no es otra cosa que acrecentar la fobia en la audiencia y que cuando estés en el disparadero, te voten como si no hubiera un mañana. En este caso, al ser la votación en positivo, Carla conseguirá que sus detractores se sumen a los seguidores de Yola, provocando su expulsión con toda seguridad.

Tampoco han mostrado Carla y Mila ápice de humildad en este programa. Anoche, sin ir más lejos, volvían a cargar contra Yola tras saberse que ésta había decidido nominar a la canaria. La escena fue surrealista, más que nada porque no se entiende que Mila reproche a Yola la nominación a Carla cuando ella fue la primera que no tuvo ningún pudor en nominar a Suso en vez de nominar a Yola, que era la concursante con la que llevaba arrastrando problemas toda la semana. El caso es que Mila y Carla le exigen una lealtad a Yola que ellas mismas no tienen para con el resto de sus compañeros. De hecho, Mila no la ha mostrado en todo el concurso; para prueba de ello, todas las semanas en las que nominó a Víctor Sandoval cuando se suponía que era su íntimo amigo.

Mila emplea la ley del embudo en su beneficio y no muestra ningún tipo de reparo ni de pudor en hablar mal de los demás. Emplea una violencia en su discurso que termina resultando insoportable; se atreve a hablar de la dignidad de los demás cuando ella no se ha molestado ni por un segundo en hacer examen de conciencia. Acusa a Yola de ''mirar por su culo'' como si eso fuera algo malo dentro de un programa competitivo donde solo puede quedar uno. Se atreve a decir que una compañera es corta y luego pretende que la persona afectada por sus insultos le guarde respeto y fidelidad, y así podría tirarme hasta mañana. Definitivamente, Mila Ximénez está perdiendo el norte y todo ápice de credibilidad.