Me da más ''yuyu'' la actitud de Christopher que la de Nacho Vidal

Tras la expulsión de Carmen Lomana, los concursantes de Playa Uva se han enfrentado a las horas más tensas hasta la fecha. La relación entre Nacho Vidal y el resto de sus compañeros va de mal en peor, hasta el punto de que la organización del programa ha tenido que tomar una drástica decisión: el actor ha abandonado temporalmente la convivencia. Hasta el jueves, Nacho no mantendrá ningún tipo de contacto con el resto de los concursantes. Será el día de la gala cuando Jorge Javier, le comunicará su situación definitiva en el juego. Además, el participante también se enfrentará a la decisión del público, que está decidiendo si debe o no seguir optando al premio, ya que se encuentra nominado junto a Lola. No es una situación fácil para él, no nos vamos a engañar. Sus maneras no han sido las correctas, pues ha protagonizado varias discusiones que a punto han estado de cruzar el limite de lo verbal, aunque francamente, no ha sido Vidal el único concursante que ha dejado que desear estos días.

Christopher no se ha quedado corto. El nuevo discípulo de Fortu, no acepta las criticas y tampoco encaja nada bien las discusiones. Si soy sincero, debo reconocer que me han resultado más desagradables los modales de este concursante que los de Nacho. Además, si somos justos, debemos admitir que en la discusión protagonizada por el participante de QQCCMH y por Nacho, fue el primero quien empezó a gritar a su adversario, sin olvidarnos de los gestos de su cara, que transmitían de todo menos cordura. Quizás Nacho, tiene en contra que está completamente solo, algo que no le ocurre a Christopher, que cuenta con el refugio de dos aliados.

Tampoco estuvo nada acertado Fortu en la pelea entre Vidal y Rubén. Nacho le exigía al míster una lata de remolacha, y el cantante, conocedor del paradero de dicha lata, se mantuvo en un absoluto e innecesario silencio mientras contemplaba la penosa discusión que mantenían sus dos compañeros. No quiero ser mal pensado, pero es probable que Fortu estuviera esperando a que Nacho perdiera los papeles por completo. De esa manera, se hubiera librado del que ha sido su mejor amigo en el programa durante una buena temporada.

En realidad, no estuvo bien ninguno de los concursantes, pues cualquiera de ellos debería de haber mediado para que la situación no hubiera llegado a un extremo tan desagradable.

En el palafito, Lucía disfruta de una oportunidad que no esperaba. El pasado jueves, el público decidió que la nominada con menos votos positivos, permaneciese en el concurso al lado de Elisa. Una lastima la marcha de Carmen Lomana, sinceramente. No obstante, no pienso restarle méritos a Lucía. La madrileña no lo ha tenido fácil. Empezó en este juego con unos antecedentes bastante duros. Ser la mala de España, y la enemiga numero uno de la ganadora de la ultima edición de Gran Hermano, es una mochila con bastante peso que Lucía ha sabido vaciar progresivamente, y para ello, no ha cambiado su manera de ser ni ha necesitado hacer ningún papel. Lucía sigue en el juego por méritos propios, independientemente de que tenga un carácter más o menos complicado. Espero y deseo que continúe demostrando que una villana puntual puede convertirse en una heroína inolvidable. Soy consciente del gran juego que está haciendo Elisa desde hace varias semanas, pero creo que es hora de ver a nuevos concursantes disfrutar de este recinto. Tanto buen rollo por parte de la italiana termina por empalagarme, aunque para gustos los colores.

Tendremos que estar muy atentos a los resúmenes diarios de esta semana para ver si los malos rollos desaparecen de playa uva ahora que Nacho permanecerá apartado del grupo, o si por el contrario, surgen nuevos conflictos entre los participantes. De todo esto hablaremos mañana.