Todos sabéis que soy muy fan del programa Cazamariposas de Telecinco. Suelo ser colaborador habitual en dicho espacio y me lo paso pipa viendo a Nando y a Nuria y también a mi mismo... Sí, soy algo egocéntrico, lo admito. Pero hoy, por desgracia, no voy a hablar de mi. Este post está dedicado a esa asamblea fashion que bien podría autodenominarse como La asamblea choni que aparece en el programa más colorido del acces. Y es que, al igual que hay partes de tu pareja o amigos que no te gustan, también las hay de los programas donde colaboras; y ese grupo que intenta ser un icono de la moda es esa parte que yo detesto y que borraría de un plumazo -me viene al pelo- de uno de mis espacios preferidos. Para los que hayan tenido la suerte de no conocer a estos horteras de bolera -desde mi humilde opinión-, os diré que se trata de un grupo de perdedores que se dedica a analizar la ropa de diestro y siniestro siempre desde la crítica destructiva. El elenco esta formado por Laura Fa, Andrea Vilallonga y por Erik Putzback. Los tres gremlins están moderados por el presentador del programa Nando Escribano, al cual adoro y más después de tener que aguantar a estos mounstruitos sin ningún talento pero con exceso de caspa y muy mala baba. Es hora de analizar a estos tres bichitos uno por uno para que prueben de su propia medicina; no obstante, les voy a hacer el favor de escribir sobre ellos desde una ironía inteligente, -si la excitación me lo permite- para ver si aprenden un poco de lo que es el talento.
Laura Fa: La más choni y macarra de todos. Sus ansias de protagonismo no conoce límite, tanto que le da igual hacer el ridículo y dar opiniones sin sentido si con ello se asegura salir diez segundos más que sus dos compañeros. Sus opiniones siempre provienen de la crítica sin argumentos y con insultos y humillaciones hacia los personajes a los que analiza. Creo fervientemente que esta chica debería mirarse al espejo antes de salir en pantalla, pues sus modelos son dignos de cualquier choni de extrarradio; por lo que es de traca ver a una mujer tan cateta criticar el estilismo de Belén Esteban. Al menos la última reconoce con orgullo lo que es. Yo me visto como me da la gana. Ellos no son nadie para decirme cómo tengo que vestirme. Yo si soy una choni, soy una choni. Laura, hija, relaja la raja relájate y cambia de táctica, o estarás condenada a ser un quiero y no puedo de por life. Y para que seas un poco más permisiva te traigo una foto tuya de 2009 donde no puedes estar más hortera. Consejo Frigenti con amor.
Erik Putzback: El mejor ejemplo de la incoherencia hecha persona. No nos estamos refiriendo a un personaje episódico de Nip Tuck, no, nos referimos a Erik Putzback, conocido por su afición interminable por pasar por el quirófano en su afán de convertirse en la Cher Española sin caer en la cuenta de que, por su bien, debería dejar de someterse a tantas operaciones, porque a este ritmo va a terminar peor que los garfios de Marujita Diaz. Erik no muestra garra ninguna, y tenerla no es hablar como la más choni, citada anteriormente; se trata de algo más complicado que conlleva elegancia y morro, algo que ningún miembro de la asamblea tiene; por lo que nos vemos obligados a soportar con sudor y dolor las reivindicaciones de Erik a la aceptación del bolso como complemento masculino mientras observamos el efecto del botox semanal que probablemente se inyecte en todos los poros de su irreal cutis de Ken gay. Erik, cariño, si vas a seguir por el mismo camino deberías hacer algo que se ajuste más a tu perfil, como entrar en un reality de pseudofamosos, pero no pretendas que tomemos en serio tus criticas sobre moda y estilismo cuando eres la viva imagen de la superficialidad y el plástico baratingui, ¿o se te ha olvidado esta foto?.
Andrea Vilallonga: La más inteligente de los tres al diferenciarse claramente de sus dos compañeros. Y es que cuando empieza la asamblea fashion parece que Andrea se acaba de despertar de la siesta porque la chica casi no habla; y sinceramente, después de escuchar a Laura Fa y a Erik es algo que agradecemos. Su peinado es de lo más artificial, y es que Andrea se muestra de lo más inexpresiva consiguiendo que no se le mueva ni un pelo de tonta su cabeza. ¿Estará poseída?, yo propongo que el programa saque partido de ella y la usen como se merece, como un maniquí al que probarle diversas prendas para reírnos un rato, más si podemos, porque estilismo, lo que se dice estilismo, no vamos a aprender ni un poquito con semejantes expertos.
Después de dar mi opinión sobre la asamblea más irrisoria de la historia, espero que sus miembros no me odien, porque he practicado lo que ellos hacen diariamente. Este ejercicio tiene la finalidad de que los protagonistas de este post sean instruidos sabiamente y que encuentren las herramientas apropiadas que les impedirá hacer el ridículo en un programa tan molón. ¡Que cacéis muchas mariposas!