La pelota de Carla y la pandillera de Steisy

Los componentes del grupo fuego volvieron a hacer historia. Fue el turno de Carla, que tuvo que nominar a uno de sus compañeros de manera directa por ser la líder de la semana: 'Nomino a mi Maricarmen'. Una vez más la modelo se definió a sí misma como la pelota número uno de la edición al poner en peligro a una concursante que jamás se ha quejado y que sí quiere continuar en el juego. Me hizo gracia leer en twitter a David Cano: 'Mila Ximenez es innominable. Hay que admitirlo'. Razón no le falta; es un tema que llevo comentando desde el principio del concurso y que a día de hoy sigue levantando ampollas entre los que seguimos este concurso. No se puede entender que sigan utilizando a Víctor, y ahora que no está Dulce a Maricarmen, como cabezas de turco por no atreverse a nominar a la colaboradora de Sálvame.

Hasta ahora han tenido suerte, pero lo más probable es que la semana que viene su equipo sufra la primera baja al encontrarse también en la lista Cristian y Mario, dos duros rivales. Quizás con la expulsión de uno de sus miembros aprendan la lección y dejen de ser tan pelotas y tan cobardes.

Y es que es casi seguro que los nominados del grupo agua se salven. Ambos acaparan la mayoría de los apoyos entre la audiencia votante; solo hace falta pasearse por las diversas encuestas de twitter para ver como Mario y Cristian se llevan más del ochenta por ciento de los votos positivos.

Las dos que ayer superaron una prueba de fuego fueron Miriam y Yurena. Estas concursantes lograron convencer a los espectadores y derrotar a Dioni. Este último ha bailado entre dos aguas durante la última semana; hecho que la audiencia no ha perdonado.

Porque la realidad es que en el grupo agua, hay dos concursantes que están completamente solos. Me refiero a Yola Berrocal y a Mario; ambos han sido el centro de las críticas de sus compañeros. Unos comentarios demoledores e injustos que dejan a Steisy, a Suso y a Cristian en muy mal lugar. En primer lugar porque no hay nada que justifique el cachondeo ofensivo que se han traído con Yola desde hace hace ya varios días, y en segundo porque no se entiende la animadversión que la ex tronista siente por Mario, concursante que lleva alimentando al grupo desde el principio.

Y es que hay que reconocer que el pitido de voz y las formas de Steisy resultan agotadoras e infumables. Empiezo a pensar que su único propósito es el de llamar la atención a costa de lo que sea, aunque para ello tenga que dejar sorda a gran parte de la audiencia. Sus gritos y sus reproches no son comprensibles y están muy lejos de coherencia alguna. Steisy se ha erigido como una auténtica pandillera dentro de este reality; disfruta como la que más cuando se reúne con sus dos compinches para criticar al personal y para descalificar al contrario.

Debería aprender esta concursante de la elegancia y de la madurez de su compañera Yola. Ambas son como la noche y el día, nada que ver. Lo mismo ocurre con Suso, que lleva perdiendo puntos desde su incorporación a dicho grupo. Su manera de menospreciar a Yola Berrocal al hablar de ella como si fuera una boba tiran por tierra lo bueno que haya hecho en este concurso. Suso está actuando con una prepotencia y una mala leche que terminarán por pasarle factura; a la gente no le gusta la altivez y mucho menos ciertos comentarios gratuitos. Así no, Suso.

Me despido reflexionando sobre el buen rollo que Yurena y Miriam están aportando al concurso. Entre tanto mal rollo uno agradece las imágenes de estas dos participantes. Por no hablar de la relación que ambas han creado con Víctor, el garífuna. Me encantan estos tres, no lo voy a negar. Si siguen por ese camino, pueden echarse a temblar los que tengan que enfrentarse a ellas durante las próximas semanas.