El cuatro de abril de 2002 fue la fecha escogida por Telecinco para estrenar la tercera edición de Gran Hermano. Una temporada que se enfrentó a varios retos y que superó con creces. Tras la emisión de la primera edición de Operación Triunfo en TVE, GH tuvo que hacer frente a varias dificultades. Por fin, todos los detractores del longevo reality, contaban con la excusa perfecta para atacar sin piedad al gran hermano. Había triunfado un programa musical y blanco, donde sus participantes también eran grabados durante 24 horas, y el espacio había arrasado sin emitir a penas la convivencia de los triunfitos. El gran éxito cosechado por la academia de OT, dejó a Gran Hermano repleto de incógnitas. Nadie sabía si la audiencia aceptaría tras la fiebre OT, una nueva edición de GH. Ni si se interesarían por unos concursantes que ya habían visto dos ediciones anteriores y que vendrían sin duda mucho más resabiados que los anteriores. La desconfianza era un reto arduo, pero GH lo consiguió.
El segundo reto, fue el cambio de los presentadores del concurso. Fernando Acaso fue sustituido por Paula Vázquez, que muchos meses después renegaría del formato, y Mercedes Milá abandono voluntariamente el timón de la casa transparente para irse a la cadena contraria y así afrontar nuevos retos profesionales. Fue Pepe Navarro quien se hizo cargo de una edición que rompió completamente con la línea de las dos anteriores. El resultado, contundente. Líder indiscutible una vez más en sus franjas de emisión y en la de los programas de la cadena que se dedicaban a comentar el famoso reality, confirmando así que Gran Hermano no había muerto, para desgracia de todos aquellos que así lo afirmaron poco antes de su comienzo.
Pero nos encontramos muchas diferencias entre la tercera edición de Gran Hermano y sus predecesoras. Podemos decir que es en esta ocasión, cuando verdaderamente contamos con concursantes que juegan sin esconderse en ningún momento. Estrategias diversas, complots y algo que agradecieron muchos espectadores: autenticidad por doquier; porque esta ultima no está reñida con el juego y ambición de todo participante.
Pasamos de una tranquila Mercedes Milá a un presentador bastante polémico. Pepe Navarro no tuvo ningún reparo a la hora de opinar de algunos de los concursantes de esta edición, siendo bastante recordadas por los seguidores de este formato, las broncas que el presentador mantuvo en directo con Noemí Ungría y con Raquel Morillas, a la que criticó duramente en una entrevista mientras la concursante aun permanecía en la casa.
Fueron doce los concursantes que entraron en la primera gala, y entre las novedades de la casa nos encontramos con un estudio de radio donde los concursantes escucharían las canciones más sonadas del programa y donde también presentarían un programa radiofónico nocturno. Una suite paralela a la casa, donde el ganador de la prueba semanal podía ir y disfrutar de ciertos privilegios con un acompañante; y también se instaló en esta ocasión una cuadra con varios animales que estaban en manos de los concursantes. El casting en esta ocasión fue mucho más agresivo que el de GH2.
Nos encontramos con caracteres y personalidades bien marcadas que no pasarán desapercibidas ni dentro ni fuera del concurso. Una vez más,
la primera expulsión fue protagonizada por una mujer: Noemí Ungría, que meses mas tarde iniciaría una relación sentimental con Raquel Morillas, compañera de su edición.
Pero lo verdaderamente llamativo y destacable de Gran Hermano 3 es la organización de grupos por interés y afinidad. Es en GH3 cuando nos encontramos con dos grupos bien diferenciados dentro de la casa, enemigos acérrimos con un objetivo común: librarse los unos de los otros para llegar al final de la mano de sus cómplices. Nos encontramos pues en primer lugar con un grupo mayoritario, denominado como 'La Superpandi', liderado por la fuerte concursante Raquel Morillas. En un inicio, la casa siguió a Raquel, quedándose la otra líder, Patricia Ledesma, completamente sola, .
No cambiaron las cosas dentro de la casa hasta que los concursantes conocieron el resultado de las segunda expulsión, donde fue Jacinto el eliminado por la audiencia, creyendo la mayoría que sería Patricia la elegida. En ese momento, los planes de Raquel se vinieron abajo y Patricia empezó a contar con adeptos dentro del concurso, destacando a Kiko Hernández, que una semana antes pedía a cámara la expulsión de la que después de convertiría en su pareja dentro de la casa, la propia Patricia. Muchos espectadores hablaron de interés por parte del madrileño, que se acercó a la andaluza al descubrir que la audiencia, a diferencia de él y de sus compañeros, no habían seguido las directrices de Raquel Morillas. También se acercaron a Patricia concursantes como Javito y Óscar, formándose así un nuevo grupo que se denominaría como 'La Minipandi'. Nos encontramos pues, con dos claros grupos rivales: La superpandi, formada por Raquel a la cabeza, Carolina, Ness, Elba, Jorge y Candi, y la Minipandi, formada por Patricia como líder, por Kiko, Javito y Óscar. La convivencia no resultó fácil y los concursantes coincidían entre ellos cuando no les quedaba más remedio que colaborar en conjunto para superar las pruebas semanales, pero una vez llegada la noche, cada grupo se encerraba en una habitación y hablaban sin tapujos de sus rivales. Se vislumbra claramente en GH3 como los concursantes de Gran Hermano se dirigen sutilmente a la cámara como si de un juicio se tratase para exponer sus razonamientos, que tenían la finalidad de dejar por los suelos a sus enemigos dentro del juego. Fue delicioso poder seguir esta edición a través del canal 24 horas, el cual suspendieron poco antes de la finalización de la edición por la desaparición de QuieroTV. Me atrevo a decir que fue una de las ediciones más emocionantes y divertidas, ya que los concursantes no perdían en ningún momento su capacidad de competición.
Pero si dentro de la casa, las emoción de las tramas originadas por los concursantes iba a más, lo mismo ocurría en los programas de la cadena que comentaban el concurso. Mientras en el programa de María Teresa Campos
Día a Día, la mayoría de colaboradores apoyaban claramente al grupo liderado por
Patricia, en el programa de por las tardes, presentado por
Emma Garcia, ocurría completamente lo contrario, donde la defensa era claramente hacia
la superpandi. Lo mismo pasó en
Crónicas Marcianas, donde los colaboradores e incluso el propio presentador, ponían en tela de juicio las decisiones que la audiencia tomaba semana a semana al salvar a la andaluza:
una concursante controvertida que contó con una gran legión de seguidores pero también de detractores. Lo cierto es, que aunque Patricia despertara un gran odio en las diversas webs de internet que comentaron esta edición, sus seguidores lograban semana a semana salvarla a ella y a sus aliados, consiguiendo con esto reducir semanalmente a los miembros del grupo contrario.
Y con Gran Hermano 3 se descubrió que los familiares de los concursantes podían ser más famosos que sus propios defendidos. Fue el caso de Encarni Manfredi, madre de Patricia, que acudía semana a semana con la virgen del roció al plató para evitar la expulsión de su hija. Sus enfrentamientos con los enemigos de Patricia fueron muy sonados y Encarni logro aparecer en varios programas de televisión, llegando incluso a entrar en el reality Hotel Glam, varios meses después.
Además, en Gran Hermano 3 surgió el primer intercambio con un concursante de una edición de otro país. El elegido para ir hasta Gran Hermano Mexico fue Ness.
A la final de Gran Hermano 3 llegaron Patricia, Javito y Kiko. Patricia no logró ganar debido a la animadversión que despertaba fuera de la casa. Su legion de seguidores solo consiguieron conducirla hasta el segundo puesto. El tercer finalista fue Kiko Hernandez, que meses después de convertiría en una figura televisiva cuanto menos polémica.
Y fue Javito quien se coronó como ganador de GH3. Su carácter prudente pero a la vez definido le sirvieron para alzarse con los 20 millones de pesetas.
Gran Hermano 3 contó con 101 días de duración, también tuvo revista oficial, canción oficial y disco oficial. Sufrió un abandono voluntario por parte de Óscar, y fue sustituido por Javier Estrada. Fue una de las ediciones más controvertidas, quizás, porque es en esta temporada donde aparece por fin un grupo de concursantes más exhibicionistas sin importarles discutir o expresarse aun siendo conscientes de que están siendo observados; algo que fue muy necesario para acabar con el mito de que en Gran Hermano, todos fingen. Al final, la casa les puede. Mi opinión personal, es que estamos hablando de una de las mejores ediciones de Gran Hermano. Pocos meses después, empezó la primera edición de Gran Hermano emitida en Otoño. Sí, mañana hablamos de Gran Hermano 4.