El derecho penal y las leyes se instalan en Supervivientes de la mano de Nacho Montes. Que se anden con ojo los compañeros del estilista a partir de ahora, porque si se descuidan, el plató de 'De buena ley' viajará hasta Honduras para dictar sentencia. El surrealismo que vivimos ayer gracias al ataque de histeria de varios de los participantes fue cuanto menos cachondo y guasón. Esta pluma disfrutó como nunca durante la que fue sin duda, la mejor gala hasta la noche; protagonizada por un Montes histérico y una Katia más Aveiro y brava que nunca. Todo comenzó cuando Abraham declaró a Jorge Javier su decepción y animadversión contra el maestro de protocolo, acusándole de falso e hipócrita. Lo sorprendente fue que Katia se unió al ataque del guapo de Gandia Shore desentendiéndose del que hasta ahora había sido su mejor amigo en Playa Uva y Cayo Paloma.
Los argumentos de Abraham y de Katia coinciden con lo que muchos pensamos del comportamiento y la actitud que Nacho lleva adoptando desde el comienzo del concurso. El concursante se ha dedicado a criticar cruelmente al resto de sus compañeros, algo de lo que ha sido participe Katia, que ahora se muestra escandalizada echándose las manos a la cabeza. Quizás es porque ahora, Nacho ha roto esa barrera que todos parecen no querer traspasar, obviando las órdenes de la hermana del futbolista y jugando por libre enfrentándose a quien haga falta. No voy a defender a Nacho Montes ni muchísimo menos, pero si hace siete días pedia su expulsión, debo reconocer que la idea de su permanencia en el programa es algo que me atrae. El espectáculo que formo ayer en la palapa, promete continuar durante las próximas semanas y esas secuencias cómicas no quiero perdérmelas. Primero fue Abraham el que afirmó que Nacho hablaba a las espaldas de sus compañeros, y después Katia, la que reconoció que el estilista, había acusado al resto de participantes de acercarse a ella para poder posar posteriormente en un photocall con Cristiano Ronaldo. Al parecer, fue Carolina Sobe la encargada de que se corriese este rumor, negado por Montes, que entró en cólera y amenazó con denunciar ante el juzgado a todos los participantes que le difamasen si no había vídeos que demostraran tales acusaciones. No sé si Nacho Montes se cree que somos tontos, pero parece no saber que somos conscientes desde la primera edición de este concurso, de la imposibilidad de que todo lo que ocurra en el programa quede grabado y registrado. Más que nada, porque aquí no hay cámaras fijas como en un reality de encierro, ya que técnicamente no es viable. No obstante, resulta deliciosa la idea de imaginarse a Nacho Montes poniendo querellas a tutiplén en la comisaría más cercana a Barajas.
¿Será necesario un reencuentro para resolver estos litigios con los que amenaza el concursante? Carolina Sobe, nominada esta semana, lo tiene claro: Me limpio el culo con tu paranoia, declaración que termina de convertir a la exgranhermana en una figura fundamental en esa isla. Lo peor es que temo por su expulsión, al encontrarse en la palestra con el denunciante y con Tony. Está claro que si la audiencia fuese inteligente, echaría al novio de Oriana sin dudarlo. Este último es más una palmera que un concursante, y llegados a este punto, resulta fundamental librarse de aquellos que den menos juego, ya que está visto que en esta ocasión el público no está dispuesto a quedarse con los mejores supervivientes. Para prueba de ello, la injusta expulsión de Leo Margets, que ha demostrado durante esta última semana ser una gran concursante en ese reducido palafito que compartía con Rafa Lomana. Me hubiera gustado ver a ambos hasta el final, mientras disfrutábamos como locos de los momentos más irreales vistos hasta la fecha en la playa vecina. El dúo formado por Rafa y Leo me resultaba apasionante, formando ambos un tándem estable y competitivo. El público ha optado por seguir disfrutando de las eróticas intenciones de Viviana Figueredo, premiando el papel de ésta a cambio de las dosis de supervivencia a las que nos tenía acostumbrados Leo. El que parece tener un público fiel es Rafa, superando un nuevo televoto.
Veremos qué pasa en siete días. Quizás el lugar que ha dejado Pascual lo ocupe Borja, el marido de Chiqui, animado ayer por la audiencia a viajar hasta a Honduras. Probablemente tenga valor y le confiese a su esposa que ha sido algo travieso a través de la webcam, eso sería maravilloso para el espectáculo. Pero a lo mejor nos sorprende con algo de sensatez y deja a su mujer seguir concursando sin agentes externos que mortifiquen su aventura.